Fuerte disputa en el Congreso chileno a 50 años del golpe de Pinochet con acusaciones cruzadas de “fascismo” y “complicidad”
A un par de semanas de la conmemoración, los diputados de derecha leyeron la declaración que habían hecho los diputados en 1973 y que la izquierda acusa de que sirvió como justificación de la dictadura
Este martes, en una acción impulsada por los diputados del partido UDI, y auspiciada por todo el bloque de derecha, se aprobó la lectura de la declaración que hizo la Cámara de Diputados el 22 de agosto de 1973 y que en un párrafo dice “Representarles, asimismo, que, en razón de sus funciones, del juramento de fidelidad a la Constitución y a las leyes que han prestado y, en el caso de dichos señores ministros, de la naturaleza de las instituciones a las cuales son altos miembros y cuyo nombre se ha invocado para incorporarlos al ministerio, les corresponde poner inmediato término a todas las situaciones de hecho referidas, que infringen la Constitución y las leyes, con el fin de encauzar la acción gubernativa por las vías del Derecho y asegurar el orden constitucional de nuestra patria y las bases esenciales de convivencia democrática entre los chilenos”.
El problema de esa declaración firmada por la oposición al gobierno de Salvador Allende es que siempre se ha utilizado para justificar el posterior Golpe de Estado y darle algún sustento jurídico.
La lectura de esta resolución que buscaba declarar que el gobierno de Salvador Allende había caído en la inconstitucionalidad fue votada a favor por amplia mayoría de los congresistas presentes en la sala. El ambiente, que ya estaba caldeado, se puso más tenso durante la lectura, a lo que vinieron insultos de lado y lado. Unos gritaban “¡asesinos!”, y del otro lado respondían “¡cómplices!”.
Francisco Undurraga, jefe de la bancada de diputados de Evópoli, y uno de los firmantes del petitorio de lectura, explicó al diario La Tercera que “No soy cómplice de un Golpe ni activo ni pasivo. La voluntad que había (en la declaración original) era salir democráticamente para que el presidente Allende llamara a un plebiscito. Nosotros como Cámara de Diputados no podemos borrar con el codo lo que se escribió en ese periodo por una contundente mayoría”.
Pero esto no cayó nada bien en toda la izquierda. El senador socialista José Miguel Insulza criticó la lectura de la resolución que acusaba al gobierno de Allende de pasar por alto la Constitución.
“No puedo dejar pasar mi protesta más vehemente por la actitud miserable y provocadora con que algunos diputados leyeron esta mañana un acuerdo pasado por la Cámara de Diputados hace 50 años”, dijo. “Es perfectamente posible, yo lo entiendo, que algunos de los diputados que en esa ocasión apoyaron este proyecto no previeran lo que iba a ocurrir en el país en las semanas siguientes. No imaginaron que con ese proyecto de acuerdo se estaba dando legitimidad a un golpe de estado criminal que culminó con la destrucción del Palacio de La Moneda, la muerte del Presidente de la república, la muerte de una cantidad muy importante de sus propios compatriotas y el asesinato vil de muchas chilenos”, añadió.
Insulza consideró “grave” que a pocos días de la conmemoración de las cinco décadas del golpe, “haya quienes aún lo festejan”. Y en un punto de prensa posterior, el senador y ex ministro, fue más allá y dijo que “a esto yo lo llamo golpismo, pura actitud golpista… creo que, sobre todo, esta es una derecha que sigue siendo golpista y fascista”. Lo dicho por Insulza incluso fue destacado por el presidente Gabriel Boric en sus redes sociales, tras lo cual llamó a “cuidar la democracia”.
Foto en la solapa
Para dejar en claro que la del martes fue una jornada tensa, el diputado de ultra derecha Gonzalo de la Carrera, en medio de una sesión pidió la palabra para preguntar si la vicepresidenta de la Cámara, la diputada comunista Carmen Hertz, tenía algún tipo de privilegio puesto que podía portar la fotografía de Carlos Berger, su marido, un ejecutado político, como lo estaba haciendo: en la solapa de su chaqueta. El comentario de De la Carrera fue aplaudido por otros diputados, como Gloria Naveillán.
El secretario de la Cámara, Miguel Landeros, le explicó al diputado que lo que no se puede hacer es poner la fotografía en el pupitre, pero que no hay ninguna norma que diga que no se puede llevar en el vestuario.
Luego, Carmen Hertz pidió la palabra para decir que “quiero señalar que la foto de mi marido masacrado por una comitiva militar la coloco en la solapa cuando yo quiera. Es parte de mi vestuario”.