F1 | GP DE HOLANDA / Segundo bestial de Alonso en una carrera memorable
Verstappen gana en Zandvoort por delante de Fernando y Gasly. Gran quinto de Sainz con un Ferrari pobre. Dos diluvios dieron la vuelta a la carrera.
La salida fue para enmarcar. Alonso defendió el quinto en la emblemática curva Tarzán, salió con buena tracción y se marchó a hacer historia. Todo el pelotón hizo la peraltada por fuera, él pintó el trazo imposible por el interior y adelantó en 50 metros a Albon y Russell. En menos de media vuelta, había hecho lo más difícil para poder amarrar el séptimo podio del año, pero entonces empezaron los problemas: se puso a llover con cierta intensidad, el cielo se nubló y se volvió imprescindible cambiar a neumáticos intermedios. Quienes lo hicieron más pronto (Pérez, Gasly, Leclerc), tomaron ventaja inmediata. Verstappen, Alonso o Sainz, que dieron una vuelta de más, perdieron algunas plazas y tuvieron que remontar. Norris y Russell se esperaron al siguiente paso por meta y directamente se autodescartaron del top-5.
A partir de ahí, carrera lanzada con la incógnita de ver quién adelantaba el momento de pasar a neumáticos blandos. Verstappen cazó a Checo en esa segunda parada (vuelta 12) y Alonso superó a Gasly por la misma vía para asentarse por fin en la tercera plaza. Sainz también se asentó en el top-5 una vez se libró de toda la morralla. La actuación del madrileño era sólida pero a Leclerc le salía todo mal: un toque al inicio con Piastri le obligó a cambiar de alerón y los daños en el suelo forzarían más tarde el abandono. A perro flaco todos son pulgas, porque el Ferrari fue muy flojo en Zandvoort. Sargeant se chocó otra vez y provocó un coche de seguridad que no tuvo mucha incidencia en el orden, porque todos habían parado poco antes.
Sainz tomó la iniciativa con el segundo cambio de ruedas (vuelta 42) para presionar al Alpine de Gasly. Fue muy lento el de Alonso unas vueltas más tarde, porque no funcionó la pistola de la rueda delantera izquierda y debieron recurrir a la pistola alternativa. Carlos pasaría así a Fernando, aunque en dos vueltas el Aston Martin recuperó el tercero sin excesivas dificultades. La carrera del madrileño era entonces contra Gasly, como todas, contra Leclerc. En seco, eso habría sido todo con Max muy cómodo, delante de Checo y Fernando. Pero el cielo amenazante dio paso a una tormenta de verano que inundó la pista de Zandvoort.
Otro diluvio bañó Zandvoort
Bajo el segundo diluvio de la jornada, todos pararon a por intermedias. No era suficiente. Muchos se colaron en Tarzán. Checo rozó el accidente con una pasada que le llevó al muro y regaló la segunda plaza a Fernando. El agua arreciaba. Verstappen tenía un ‘pit-stop’ gratis así que montó la goma de lluvia extrema. Y Pérez siguió el mismo camino. Alonso, en el último momento, descartó el ‘pit-stop’… y la decisión fue correcta, porque un fuerte accidente de Zhou terminó con bandera roja y carrera neutralizada hasta que pasaran las nubes negras del mar del Norte.
Balance para la resalida lanzada: seis vueltas de carrera al ‘sprint’ en condiciones mixtas y con ruedas intermedias. Así se encaró un ‘rush’ final con pocos cambios. Verstappen se marchó hacia la bandera a cuadros y la fiesta nacional, Alonso apenas le pudo aguantar dos vueltas amenazantes. Pérez no pasó a Fernando y además recibió una penalización de cinco segundos por excederse en el límite de velocidad del ‘pit-lane’, y eso regaló el podio a Gasly con el Alpine. Sainz salvó por los pelos la quinta posición con unos neumáticos intermedios muy gastados y con menos ritmo que Hamilton (6º) o Norris (7º). Los 10 puntos de Carlos sientan muy bien y le devuelven el quinto puesto del campeonato por delante de su compañero. Los 18 puntos de Alonso, segundo como en Mónaco y Canadá, saben mucho mejor. El Aston Martin ha vuelto a ser competitivo y ha clavado las estrategias (a pesar de pifiar un cambio de ruedas). Y Fernando ha dejado otra de esas actuaciones para la historia que le deja a 3.7 segundos de la victoria. Aunque el séptimo podio del año, vistas las circunstancias, sabe a gloria.
