España / Comunicado de Vox: oferta para facilitar la investidura de Feijóo

La formación liderada por Santiago Abascal asegura públicamente que se muestra predispuesta a no entrar en un futuro gobierno del PP para evitar “que se dinamite el orden constitucional”.

Sergio Murillo
As
Revés importante en el sendero a Moncloa. El partido liderado por Santiago Abascal ha emitido un comunicado que puede virar por completo las negociaciones y abrir un frente de esperanza al Partido Popular, que desde la cita con las urnas del 23J no había dejado de ver cómo se cerraban puertas y ventanas en su búsqueda de apoyos. El motivo: dicho texto muestra la predisposición de Vox a no exigir ser parte de un futuro Ejecutivo popular.

Este giro, que se da a entender de manera implícita, se da, en definitiva, para evitar que haya un nuevo mandato socialista encabezado por Pedro Sánchez y sustentado por los votos a favor de formaciones independentistas. El trasfondo que se halla detrás del comunicado son las exigencias de PNV y Coalición Canaria, que estarían dispuestos a dialogar un apoyo a la investidura de Alberto Núñez Feijóo siempre y cuando no formase un gobierno de coalición con Vox.

“Un golpe de Estado promovido por el propio Gobierno”

El intento de Abascal de abrir puertas al partido popular, sacándose a sí mismos de cualquier ecuación, reside en el “peligro” que supone para España la situación actual de la que depende la reedición del Ejecutivo. “No seremos la excusa de nadie para no avalar un Gobierno que respete los fundamentos de la Constitución”, aseguran desde Bambú.

En concreto, hacen referencia al riesgo en el que incurre la democracia debido a la importancia de la palabra del expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, “el golpista y prófugo de la Justicia”, en las negociaciones, así como a la posibilidad de que el presidente en funciones “acceda a un referéndum de autodeterminación y otras cesiones que dinamiten el orden constitucional”.

Bajo ese razonamiento escudan el chaleco salvavidas que lanzan al PP, considerado por la formación verde como “una alternativa que mantenga el respeto a la nación y la recuperación de la neutralidad de las instituciones”. No así el PSOE, a quien acusan de indultar en la pasada legislatura “a los golpistas condenados por el Tribunal Supremo por los delitos de sedición y malversación y posteriormente reformó el Código Penal (…) como peaje a ERC, uno de sus socios”.

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Kike Rincón Europa Press

En este caso, desde el seno de Vox insisten en que ahora precisa de “el apoyo activo de Junts y Bildu”, formaciones hacia las que, consideran, “el simple inicio de negociaciones constituye una grave amenaza a los fundamentos del orden constitucional”. El peor escenario posible, dicen, sería “un golpe de Estado promovido por el propio Gobierno que, probablemente, conllevaría una ruptura de la convivencia y la paz social”.

No obstante, esta cesión de los de Abascal, reiteran, no justifica la cancelación que han sufrido en lo que a negociaciones respecta. Insistimos en esta postura, que consideramos prudente y sensata, a pesar de quienes se empeñan en demonizar y culpar a Vox, demonizando y culpando a más de tres millones de españoles que tienen derecho a la representación política”, sentencian.

Feijóo recoge el guante de Vox

Y el líder popular no ha tardado en reaccionar. Tras darse a conocer la oferta, en la que, a priori, no existían condiciones para la cesión, Feijóo ha propuesto la creación de un gobierno en solitario del Partido Popular. Y para lograrlo, insta a que le apoyen todas las fuerzas constitucionales, en un claro guiño al PSOE y cerrando la puerta a las formaciones independentistas, en línea con el comunicado de Vox, para “abordar las reformas que necesita España y mantener la Constitución vigente en todo el territorio nacional”.

A juicio de Feijóo, según ha detallado en Cambados (Pontevedra), existen tres posibles escenarios. El primero, un bloqueo. Tal y como ocurrió en 2015 y 2016. Luego existe el que Vox pretende alejar, que es una investidura de Sánchez a costa de un debilitamiento del Estado por las altas exigencias de las negociaciones. Y, finalmente, el que tratará de impulsar el líder popular: un acuerdo amplio y constitucional. Si no ocurre, todo lo restante sería “resistir en el poder y no gobernar”. Una luz verde se ha encendido en Génova.


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