En el Día Internacional del Orgasmo, ¿cuál es la verdadera brecha de placer entre hombres y mujeres?
En las relaciones heterosexuales, ellos logran alcanzar el clímax en casi la totalidad de los encuentros, mientras sólo dos tercios de ellas lo logran. Cuál es la causa, según los especialistas
Los datos revelados en un estudio realizado en 52.588 adultos en los EEUU indican que “los hombres heterosexuales son más propensos a decir que generalmente siempre tenían un orgasmo cuando tenían relaciones sexuales íntimas (95%), seguidos de los hombres homosexuales (89%), los hombres bisexuales (88%), las mujeres lesbianas (86%), las mujeres bisexuales (66%) y las mujeres heterosexuales (65%)”.
“Hay una gran discrepancia y parte de la razón es la falta de conocimiento”, analizó la obstetra y ginecóloga de Los Ángeles, Nita Landry. “Sólo tenemos que hablar de eso o, de lo contrario, seguiremos teniendo la vida sexual que tenemos en general como mujeres, y esa brecha seguirá ahí y nada cambiará”, insistió.
Qué es el orgasmo
La palabra “orgasmo” proviene de la palabra griega antigua ὀργασμός (orgasmós), que se traduce como “excitación” o “hinchazón”.
Se trata del punto culminante o de mayor satisfacción de la excitación sexual, y responde a la descarga repentina de la tensión sexual acumulada durante el ciclo de la respuesta sexual.
Así las cosas, lo cierto es que el orgasmo o clímax femenino es, en pleno siglo XXI, un misterio para muchas mujeres. También para los científicos, que desde los tiempos de Aristóteles tratan de buscar una explicación -evolutiva- a esa sensación de euforia que si bien no es necesaria para la reproducción ni, además, es experimentada por muchas mujeres, se trata de un proceso neuroendocrino tan complejo que hace imposible que sea, simplemente, un “accidente” evolutivo.
La brecha del orgasmo es real
“Existe una brecha notable entre hombres y mujeres heterosexuales en cuanto a la frecuencia del orgasmo durante las relaciones sexuales”, señalaron los investigadores en la publicación de sus conclusiones. Y precisaron: “En comparación con las mujeres que tenían orgasmos con menos frecuencia, las mujeres que tenían orgasmos con mayor frecuencia eran más propensas a recibir más sexo oral, tener una última relación sexual de mayor duración, estar más satisfechas con su relación, pedir lo que quieren en la cama, elogiar a su pareja por algo lo hicieron en la cama, usar lencería sexy, probar nuevas posiciones sexuales, estimulación anal, representar fantasías, incorporar charlas sexys y expresar amor durante el sexo”.
La anorgasmia es una de las disfunciones sexuales que impide el disfrute de un vínculo amoroso. Alrededor del 90% de las causas de la anorgasmia se deben a cuestiones psicológicas y no fisiológicas.
El término “brecha del orgasmo” se le atribuye a la doctora Laurie Mintz, profesora de la Universidad de Florida y autora del libro “Becoming Cliterate: Why Orgasm Equality Matters-And How to Get It”, para quien la frase se refiere a “un hallazgo consistente en la literatura científica que muestra que cuando los hombres tienen encuentros sexuales con mujeres cisgénero, ellos tienen sustancialmente más orgasmos que las mujeres”.
En ese sentido, otra investigación realizada con 800 estudiantes universitarios, en la que ella basa su afirmación, mostró que los hombres experimentan orgasmos el 91% de las veces durante el sexo, mientras que las mujeres sólo lo hacen en el 39%. La cifra en sí misma dice mucho de la brecha. Además, esta “diferencia” es mayor en las relaciones sexuales de casuales y menor en las de pareja, pero nunca se cierra del todo, según un estudio posterior.
Dos de las razones a las que podría atribuirse esta situación son la representación poco realista de la experiencia sexual en los medios de comunicación convencionales y pornográficos, y las expectativas de que una mujer puede alcanzar el clímax sólo con la penetración, cuando eso está muy lejos de la realidad.
Todas las mujeres tienen la capacidad para tener un orgasmo
Así lo aseguró la médica Silvina Valente (MN 87798), de la Sección Sexología perteneciente a la División Ginecología del Hospital de Clínicas, según quien “tener un orgasmo es cuestión de reconocimiento y aprendizaje”. “Es clave conocer sobre la propia respuesta sexual, permitírsela y no demandarla en otra persona, no traspasar esas expectativas acerca de alcanzar el placer gracias a lo que el otro haga -sostuvo la experta-. Es importante el aprendizaje de nosotras con nuestros cuerpos y observamos que aumenta el interés de las propias mujeres en el tema”.
Según puntualizó la especialista, “algunas mujeres tienen más de un hijo y jamás experimentaron un orgasmo, lo confunden con la excitación o con la sensación de intimidad con su pareja o también con el orgasmo masculino”.
“Muchas creen que el encuentro sexual finaliza cuando el hombre eyacula y, por múltiples razones, no continúan en búsqueda de su placer. Es importante saber que una relación sexual no es sinónimo de coito vaginal o penetración vaginal”, dijo Valente. Al tiempo que destacó la importancia de efemérides como la actual: “Días así hacen que muchas logren experimentar un orgasmo, reconocerlo o incluso pedirlo. Logra que las mujeres sepan que sentir es un derecho divertido”.
Además, la experta hizo énfasis en la importancia de la consulta profesional a tiempo, cuando una mujer siente que las cosas “no van bien” en lo sexual. “Se trata de confiar en un espacio, como puede ser nuestra Sección, dónde canalizar las dudas. Las consultas se trabajan con un equipo multidisciplinario de profesionales dedicadas especialmente a la sexualidad de la mujer”, aportó.
Por qué a muchas mujeres les cuesta alcanzar el orgasmo
Una investigación publicada en el Journal of Marital Sex and Therapy revisó las razones por las que las mujeres creen que les cuesta llegar al orgasmo durante el sexo. De las 913 mujeres (mayores de 18 años) encuestadas, 452 declararon tener problemas con el orgasmo. En el 45% de estas interacciones, las mujeres declararon tener problemas para alcanzar el clímax. Para el 30% de las mujeres, era un reto llegar al clímax prácticamente cada vez que mantenían una actividad sexual.
A continuación, los investigadores evaluaron el “grado de sufrimiento” relacionado con los desafíos del orgasmo teniendo en cuenta una serie de criterios, como la edad, los antecedentes, el estilo de vida, el estado de la relación, el historial de salud y el orgasmo. Las causas de las dificultades se resumieron en: falta de estimulación o excitación, falta de tiempo, imagen corporal negativa, incomodidad o irritabilidad durante el sexo, lubricación insuficiente y problemas médicos.