Boca: qué equipo es Palmeiras, el próximo rival en la Copa Libertadores, y el recuerdo de los cruces con Juan Román Riquelme como 10
En el duelo de definiciones por penales están parejos en las estadísticas continentales, aunque el Xeneize le ganó dos históricas al Verdao
Ahí está Abel Ferreira, el entrenador portugués que es parte desde hace años de la camada de lusos que desembarcaron al fútbol brasileño y hasta han llegado al argentino (Pedro Caixinha dirigió poco tiempo a Talleres, de Córdoba). No se agota, lejano a su tierra: evidentemente quiere que su historia en Palmeiras siga agregando tinta en las hojas. O su gran deuda es el Mundial de Clubes. Es que, a veces, a algunos técnicos les cuesta encontrar motivaciones cuando, en este caso, consiguen un bicampeonato continental al ser el padre de la criatura que levantó las Copa Libertadores 2020 y 2021, además de alcanzar este miércoles la cuarta semifinal consecutiva.
Con un esquema siempre ordenado. Podrán sobrarle las figuras en cada año, pero ese carácter de rival a vencer (junto a Flamengo) lo sostiene también con la templanza de una idea que -en muchas ocasiones- prioriza la inteligencia y la sistematización. Cuando presenta vacíos en el juego, que los tiene, le encuentra la vuelta para sobrevivir y esperar su momento, como todo equipo en el que la jerarquía pesa y mucho.
Tanta que no tiene drama en desestimar, como lo hizo hace unos días, una oferta del fútbol árabe (hoy tan revolucionario) por ¡U$S 30.000.000! para contratar a su capitán Gustavo Gómez, tantas veces buscado por Boca en la época de Guillermo Barros Schelotto en la dirección técnica. No sólo eso: hicieron que los multimillonarios se bajaran de la negociación porque la entidad paulista sólo avanzaba si veían los 50 millones de la cláusula de salida.
Sí, mientras en Argentina los treintañeros pierden “poder de reventa”, la jerarquía de un zaguero de 30 años se hace valer en Palmeiras. Claro, es una de sus máximas figuras, pero hay más. El conocido y revoltoso Rony, que porta la N°10, está en el “Verdão” hace más de tres temporadas y, por ende, ganó el bicampeonato continental. Raphael Veiga es otro ‘10′ al que Jorge Almirón deberá estar atento: conductor zurdo que Barcelona puso en su mira hace pocos meses. No obstante, su goleador en la Libertadores es el extremo Artur, con cinco.
Tiene otros pilares de experiencia como Marcos Rocha (34), el lateral derecho tan conocido, y el arquero Weverton (35). Aunque también sufren: Dudu, otra figura en el ataque, se rompió el ligamento cruzado anterior el último domingo y es baja por el resto del año. Por último, hay un argentino nada asentado, pero peligroso: José López, el exgoleador de Lanús que partió rápido debido a su explosión.
Ferreira los cobija en su clásico 4-2-3-1 con el que es escolta en el Brasileirao (a once puntos del puntero Botafogo) y apenas perdió tres encuentros de 21. Aunque hay que prestar atención: si bien había ganado el encuentro de ida ante el humilde Deportivo Pereira, en Colombia y por goleada 4-0, en la revancha de ayer (0-0) el portugués sólo guardó tres titulares y puso en práctica un 3-5-2, el esquema que el DT de Boca utilizó en los cruces con Racing. Ambos tienen variantes, aunque Palmeiras lleva el favoritismo en la previa.
Ahora bien, en San Pablo saben que Boca, como se suele decir, es Boca. Especialmente, en la Copa Libertadores. Si lo sabrán allí. Se han cruzado cuatro veces por esta competición, tres de ellas en el presente siglo. Esas últimas se colorearon de azul y oro y son inolvidables.