ATLÉTICO 3 - GRANADA 1 / Líder desde el primer día
El Atlético, primer líder gracias a su victoria por 3-1. Marcaron Morata, Memphis y Llorente. Acercó Samu. Se lesionó Koke. João sin minutos pero sí reprimenda.
El Granada iba con tiento, sin querer arriesgar por dentro. En el Atleti, a Griezmann, sin chispa, no le sienta el 7 como lo hacía el 8 y la adecuada de Carrasco no era suficiente: Morata se encallaba siempre al final de cada ocasión. Cayó una vez en el área y, oh, sorpresa, el árbitro no pitó penalti. Disparó en un mano a mano con Ferreira para parada del portero y, oh, otra sorpresa, que el pitido del fuera de juego asomara de fondo. El Atleti se ovilló y dejó de presionar. El Granada comenzó a crecer con el balón y a hombros de un Callejón excelso y extenuante. Acariciaba el partido el descanso en el empate cuando Vallejo sacó el hombro para validar un fuera de juego que le espantara todos los demonios a Morata. Intentó despejar, o quizá ceder a su portero, pero lo que hizo fue asistir al rojiblanco que, cuando no piensa, suele ser más letal. Gol. Dos minutos después haría otro, pero esta vez sí acompañó el eterno banderín.
El partido regresó con Samu luciendo esos 18 añitos llamados a todo para demostrar que al Granada no le dolía la herida. Cabeceó entre los centrales para testar los guantes y las vértebras de Oblak mientras Vallejo sentía también un pinchazo en la pierna y Simeone desembalaba sus primeros cambios: Memphis y otro debut, el de Söyüncü. Paco López le quitaba el forro a Gonzalo Villar y pronto alzaría los puños triunfal. Porque mientras Carrasco se perdía en adornos, éste le robaba la pelota y se la servía, tensa y rasa al chaval, a Samu, que metía el pie lo justo para superar a Oblak. Cinco minutos le duraría la felicidad a Paco. Porque, cinco minutos más tarde, en el Metropolitano se escucharía un rugido aún más alto que los pitos a João. Era de un león llamado Memphis, tras haberse sacado de la bota un gol de Premio Puskás.
Robó Söyüncü, sirvió Carrasco y el neerlandés desde 25 metros soltó un latigazo a la red con velocidad de Ferrari. Una ventaja que Simeone acunó con el nuevo cholismo: defendiendo hacia delante y al ataque, con Correa y Memphis sobrevolando el área del Granada para que Ferreira se luciera. Oblak remendaba ante Uzuni una cesión de Carrasco y el Metropolitano se rendía ante el Söyünquismo y ese turco con cara de Lord Farquaad y una mezcla de Ujfalusi y Maradona en las piernas. Mientras, Llorente hacía el 3-1 para gritar aquello del Mono Burgos en la alcantarilla: “Ya estamos aquí”. Un Atleti líder desde el primer día.