Sebastián Villa le envió otra carta documento a Boca desde Colombia

El atacante aclaró que se fue a su país natal con permiso del club y manifestó que retornará al país a mediados de julio. Desde el Xeneize mantienen que el permiso no existió.

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El conflicto legal entre Boca y Sebastián Villa vuelve a tener otro capítulo en fila. El delantero le envió una carta documento al Xeneize desde Colombia, donde se encuentra radicado actualmente, en la que afirmó que se fue a su país natal con permiso del club y manifestó que retornará a la Argentina a mediados de julio.

El ida y vuelta había comenzado algunas semanas atrás, cuando el atacante intimó al cuadro de La Ribera en busca de quedar libre después de que lo separaran del plantel por su condena a dos años y un mes de prisión por violencia de género contra su expareja Daniela Cortés. En consecuencia, Boca había rechazado lo planteado por el futbolista al asegurar que se había ido a su país "sin autorización".

Después de este nuevo contrataque de Villa, desde los pasillos de Brandsen 805 siguen sosteniendo que el permiso nunca existió y que el colombiano tomó la decisión de manera unilateral. Además, indicaron que el hecho de que no sea considerado en el equipo se debe a una resolución del entrenador Jorge Almirón.

Se presume que, si finalmente vuelve a la Argentina en el transcurso del mes de julio tal como advirtió en la carta, la postura del director técnico será la misma, por lo que el extremo no tendrá lugar ni en el once ni en el banco.

Cuál es la idea de Boca con Villa

A pesar de que Boca ya comunicó que Villa no jugará más con la camiseta azul y oro luego de la condena que recibió por amenazas coactivas y lesiones leves agravadas contra Daniela Cortés, tienen decidido no rescindirle el contrato que se vence en diciembre de 2024 para evitar una causa por despido discriminatorio. Por eso, el objetivo es buscarle una salida junto a su representante en este mercado de pases.

Qué pasa si Boca quiere vender a Sebastián Villa a otro país

La realidad marca que el colombiano puede seguir jugando en Argentina o en cualquier club del mundo porque la sentencia no está firme y esto no le inhabilita sus derechos laborales. El problema reside en que pocas ligas se arriesgarían a contratar a un jugador con una condena en primera instancia por violencia de género. Podría ser alguna más alternativa o que pague una cifra tentadora, como Arabia Saudita, Asia o Europa Oriental, que tienen una legislación bastante más flexible.

Lo cierto es que la Justicia no se metería con la elección del nuevo club de Villa ni con el monto del pase. Solo tiene que darle la autorización de salida y residencial, si es que la pide. Por ejemplo, Alexis Zárate, ex-Independiente y Temperley, jugó con una condena a seis años y medio de prisión en Letonia, ya que ni siquiera tenía un tratado de extradición con Argentina. Estuvo casi un año allí hasta que después se confirmó en la Cámara de Casación. Luego, el defensor tuvo que volver y se terminó ejecutando la pena.