Se dio vuelta la milanesa: Oriente Petrolero hundido y sin rumbo, mientras Blooming levanta cabeza

Santa Cruz, El Deber 
Desde el arranque de la temporada, el folklore futbolero cruceño se centró en lo mal que estaba Blooming, y las buenas aspiraciones que tenía Oriente Petrolero. Siete meses después de haber iniciado el 2023, los celestes están fuera de peligro, mientras el refinero está hundido en el descenso.
Los dos grandes cruceños están muy mal. Blooming tiene sus problemas dentro y fuera de la cancha, pero su entrenador y la entrega total de algunos de sus futbolistas mantuvieron a flote el barco, hasta que se le dio la chance y pudo salir de la zona de descenso. El caso de Oriente es inverso, comenzó bien, pero ahora hilvanó ocho partidos sin ganar y está en el descenso directo.

"Tres partidos ganados te sacan de la zona de descenso", se dijo hace varias semanas en el programa Los Más Buscados de El Deber Radio. La teoría la confirmó Blooming con tres victorias en sus últimos cuatro partidos. Hoy depende de sí mismo para no volver a caer en la zona roja.

Con esos 9 puntos de 12 posibles, la Academia trepó de manera exponencial y salió de todo peligro. Su deber ahora es mantener la diferencia con los de abajo, pero lo más complicado ya lo hizo. Aguantó la crítica, errores individuales en campo, los errores dirigenciales (habilitaciones), y con Carlos Bustos al mando logró tener una idea más o menos clara de juego y hoy se ubica en la mitad de la tabla de promedios.

El mundo Oriente comenzó el año con muchas expectativas: queriendo competir en Sudamericana, llegar a una Libertadores para el próximo año, y con muchos memes y burlas hacia el clásico rival. Siete meses después, un cambio de DT (posiblemente dos), y un jugador despedido después, el refinero está a un solo punto de ser el peor clasificado de los promedios.

Pareciera que el hincha del albiverde y el mismo dirigente se adormeció viendo lo mal que la pasaba Blooming, y no se percató de lo mal que estaba su equipo. Así como la Academia aguantó y salió, ahora le toca a Oriente. 

"El que ríe último, ríe mejor", dice un viejo dicho, pero lo cierto es que ninguno tienen nada de qué reír. Oriente y Blooming son instituciones demasiado grandes para valerse de las penas del otro. Los celestes se centraron en sí mismos, acompañaron al equipo, lo aplaudieron en las derrotas, y hoy están fuera de peligro.

El pensamiento en Oriente ahora deberá ser el mismo. Aguantar, alentar, y mirar su propio ombligo. Se especula con la salida de Ángel Guillermo Hoyos y la llegada de Antonio Puche, DT español. Resta esperar a ver si se confirma, y analizar cómo afectará esa supuesta movida al plantel. El mercado de pases está cerrado, pero el refinero tiene equipo como para salir de esta zona roja. Lo realmente difícil es sacarse la mochila de ser 'el peor de todo el fútbol boliviano'.


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