Paolo Guerrero se va de Racing después de poco más de cinco meses de haber firmado contrato
El delantero peruano, sorpresivamente, retiró sus pertenencias del club y se despidió de sus compañeros
Apenas 847 minutos duró la aventura de Paolo Guerrero en Racing. Unas 12 horas pasaron entre la última jugada polémica del clásico ante San Lorenzo que lo tuvo como protagonista y la escena siguiente, en la mañana de este jueves, en la que Guerrero se subió a su camioneta para no volver. Demasiado rápido.
El hecho ocurrió poco después del mediodía, cuando el experimentado delantero peruano concurrió al estadio para saludar a sus compañeros y comunicarles su determinación. De esta manera, Guerrero, de 39 años, estuvo apenas 162 días como futbolista de Racing, en los que no rindió como se esperaba. En ese lapso, participó de 22 partidos (entre la Liga Profesional, la Copa Argentina y la Copa Libertadores) y anotó tres goles. Sin embargo, solo fue titular en 9 ocasiones. La última vez que salió a jugar desde el inicio fue el 4 de junio en la victoria 2-0 ante Banfield. Después de eso -viaje con su selección a jugar la doble fecha FIFA mediante-, el peruano siempre apareció como suplente.
Todo de desarrolló de manera veloz. Luego de que Guerrero se retirara del Cilindro, cerca de las 2 de la tarde, Racing Club confirmó oficialmente, a través de sus redes sociales, la noticia: “Paolo Guerrero se desvinculó de Racing de común acuerdo con el club. En el día de mañana se firmará la correspondiente rescisión contractual. Te agradecemos por tu calidad humana y profesional y tu compromiso permanente al servicio del equipo. ¡Te deseamos éxitos, Paolo, en tu futuro!”, fue el mensaje.
Los problemas que arrastraba en su rodilla derecha, que motivaron un contrato por productividad, lo dejaron fuera de la consideración en algunas ocasiones. Pero más que por su condición física, el Depredador no terminó de convencer con sus rendimientos a Fernando Gago, que aunque le dio chances para mostrarse nunca terminó de apostar por él. El quiebre en la relación se produjo cuando la Academia atravesaba el peor momento del semestre: el peruano se molestó porque jugó apenas unos minutos en el clásico de Avellaneda y ni siquiera fue opción de recambio en la derrota por 3 a 0 ante Boca, en La Bombonera.
La anunciada búsqueda de un centrodelantero para este mercado de pases fue la gota que colmó la paciencia del peruano, que ya había mostrado su disconformidad por el poco protagonismo que le daba el técnico de Racing, Fernando Gago. De hecho, en la consideración del entrenador, el titular en esa posición era Maximiliano Romero. En la noche del miércoles, en el caliente encuentro ante San Lorenzo, Guerrero tuvo su último capítulo con la camiseta de Racing. Ingresó a 20 minutos del final en reemplazo de Romero; en ese momento la Academia ganaba por 1 a 0, pero finalmente el Ciclón alcanzó la igualdad.
Hace apenas tres días, en una entrevista con ESPN, el manager de Racing, Rubén Capria, había sido consultado por la continuidad del delantero peruano. “Por ahora sigue”, respondió de manera lacónica.
Paolo Guerrero debutó en Racing el 13 de febrero, cuando entró en el final del empate 2 a 2 frente a Tigre, por la Liga Profesional. Su primer gol lo anotó el 22 de febrero frente a San Martín de Formosa, por la Copa Argentina (victoria 3-1); luego marcó el 18 de marzo, en el triunfo por 3 a 1 ante Unión, en Santa Fe. Finalmente, su último contacto con la red fue el 5 de abril, en Chile, ante Ñublense, por la Copa Libertadores. Esa noche Racing ganó por 2 a 0.
Su paso por Racing le sirvió para volver a convertir después de un año y medio de abstinencia. Ese fue el tiempo que pasó entre el 15 de agosto de 2021 cuando todavía jugaba en Inter de Porto Alegre y le marcó a Fluminense, y su primer grito académico. También para recuperar su lugar en la Selección: fue titular en Perú en los dos amistosos de la Fecha FIFA.
Para el ídolo histórico de la selección de Perú, llegar al fútbol argentino era un sueño personal y quería vivir ese tipo de partidos. Como para casi todo peruano futbolero, Argentina es el primer imán para los sueños con la pelota. En 2018, cuando por la suspensión por doping debía entrenarse solo para prepararse de cara al Mundial de Rusia, Guerrero vivió en Buenos Aires. Le gustaba Puerto Madero, salir a caminar por la noche. Por una publicidad conoció el Cilindro. Le impactó. Cinco años después volvió para jugar. La historia no se dio como en esos sueños.
A Racing, en cambio, el paso de Guerrero por el club parece haberle dejado sólo expectativas. Su última actuación con San Lorenzo quizá sea el mejor ejemplo. Entró a 20 minutos del final bajo una lluvia de aplausos. Con el correr de las jugadas, ese apoyo se fue convirtiendo en un murmullo. Tanto el cuerpo técnico como la dirigencia le hicieron saber al delantero que para la segunda mitad del año la situación sería similar. No sólo arrancaría en la consideración detrás de Maximiliano Romero, sino que buscarían refuerzos en su posición. Ahí decidió su salida.
Con las diferencias de cada caso, la partida del peruano se suma a la del paraguayo Matías Rojas, la del chileno Óscar Opazo y la del colombiano Edwin Cardona, aún no resuelta. Tanto Guerrero como Cardona y Opazo nunca demostraron en la Academia su jerarquía de ser futbolistas de selección. La intención es rescindir esos contratos para aprovechar un mercado de pases en el que Racing parece mostrar decisión de reforzarse. En enero pasado, tras las importantes ventas de Enzo Copetti y Carlos Alcaraz, incorporó cinco nombres: Juan Nardoni, Maximiliano Moralez, Gabriel Rojas, Guerrero y Opazo. Moralez jugó muy poco en este semestre. Los últimos dos ya no están en el club.