Modric y Kroos se asoman a una nueva realidad
Tanto el croata como el alemán fueron suplentes en el primer partido de enjundia de la temporada y encaran un año en el que se prevé que pierdan protagonismo.
Que el rol de ambos se iba a ver modificado de forma progresiva este año, era algo previsible ante la masiva llegada de centrocampistas en los últimos veranos. A las incorporaciones de Camavinga (2021), Ceballos (2021, tras cesión en el Arsenal) y Tchouaméni (2022), se han sumado Bellingham y Güler en el presente mercado estival (a Brahim el club le incluye en el grupo de delanteros). Cinco refuerzos para la sala de máquinas que, añadidos a Valverde y al binomio que forman Luka y Toni elevan a ocho la nómina de mediocentros en plantilla. Una sobrepoblación en la medular que ni siquiera el nuevo 4-3-1-2 al que ha virado el estilo de juego de Ancelotti solventa. Son cuatro puestos para ocho hombres, y en esos cuatro, ni con Güler convaleciente por una lesión en el menisco, tuvieron hueco ayer Kroos y Modric.
Abonados a la titularidad, hasta ayer
Lo que resulta evidente es que en el tiempo que llevan compartiendo vestuario ha sido de todo menos habitual ver a la dupla quedándose fuera de un Clásico. De los 27 Madrid-Barça que hasta ayer habían tenido lugar con ellos de compañeros, en 21 ambos partieron de inicio, y solo en uno, el amistoso en Las Vegas del pasado verano, los dos vieron arrancar el partido desde el banquillo. Modric fue suplente en cuatro de esos cinco duelos restantes en que no coincidieron en el equipo titular, y Kroos tan solo en uno (el amistoso de 2017 en Miami). Unos antecedentes que dejan a las claras que lo de ayer, por lógico que pueda resultar con vistas a futuro, se encuentra dentro de lo extraordinario.
Su entrada al campo en el minuto 58 coincidió con los momentos en que el Madrid más embotelló al Barça en la segunda mitad. Sin embargo, tampoco consiguió darle la vuelta a un partido en el que la fortuna no estuvo de parte del equipo blanco. No brilló especialmente un Kroos que erró el pase que dio origen al segundo tanto culé y salió en la foto del tercero. Una anécdota que no hace justicia al estado de forma en que el alemán ha regresado a los entrenamientos. Ante la Juventus tendrá la ocasión, junto al genio de Zadar, de demostrar que aún sigue teniendo mucho que aportar. Ancelotti es consciente de lo que pueden ofrecer y seguirá recurriendo a su experiencia y talento. Pero ya prueba sin ellos. La competencia es mayúscula y las opciones de las que dispone el italiano también, por lo que la condición de indiscutible de ambos apunta a menguar próximamente. El Madrid del futuro asoma, y con él, el progresivo cambio de rol de las dos leyendas blancas.