Mbappé no complica al Madrid
El club blanco tiene margen salarial de sobra para encajar al francés tras las salidas, así como dinero en caja y créditos disponibles para financiar su fichaje.
Porque la parte económica del acuerdo es de gran importancia: el PSG pretendía en su momento un traspaso récord, por encima de los 222 millones que pagó en 2017 para sacar a Neymar del Barcelona, aunque ya parece más proclive a rebajar esa cifra a una por encima de los 100 millones. Mbappé esperará del Madrid una prima de fichaje similar a la que tenía pactada el curso pasado, por encima de los 100 millones. Y a ello hay que sumar el salario del jugador, que en París es de unos 30 millones netos por temporada. Una operación que, en total, se coloca en el entorno de los 400 millones de euros, una cifra a la que el Madrid no quiere llegar bajo ninguna circunstancia.
Se trata de no distorsionar eso que Florentino Pérez suele llamar el “ecosistema” del equipo y del club con una operación tan exigente, pese a que el Madrid tiene capacidad para afrontarla y, si termina llegando Mbappé este verano, no comprometerá la estabilidad financiera de la entidad. El reciente resumen preliminar que el Madrid ha publicado en relación a las cuentas de la temporada 2022-23, que ha cerrado con 12 millones de beneficio, explicaba que a 30 de junio había en la caja del club 128,2 millones, además de que el club tiene varias líneas de crédito no ejecutadas por valor de 265 millones con las que hacer frente a los compromisos futuros. En total, son casi 400 millones, margen suficiente para que el Madrid haga un esfuerzo si decide incorporar ya a Mbappé.
Más de 200 millones de margen salarial
Además, la llegada del francés no supondría ningún problema a nivel de inscripción en LaLiga debido al límite salarial, como sí vemos que le sucede al Barcelona para inscribir este verano a sus fichajes y a los jugadores renovados (Gündogan, Íñigo Martínez, Gavi, Araújo...). El tope del Madrid es el más alto de Primera, lleva fijado desde septiembre de 2022 en 683,5 millones, una cifra muy lejana a lo que invierte el club en salarios a día de hoy: en la temporada 2022-23 tenía presupuestados 440 millones de euros en sueldos (incluida la sección de baloncesto y todo el personal no deportivo), una cifra que habrá rebajado con las salidas de Benzema (25 millones brutos al año), Asensio (12), Mariano (9) y Vallejo (2). Son 48 millones de ahorro, sin contar lo que haya dejado de ganar Hazard, aunque en el caso del belga es probable que haya recibido los 30 millones brutos de su último año de contrato para acceder a rescindirlo. Y parte de ese ahorro ha sido ocupado con los salarios de los cinco fichajes: Bellingham, Güler, Joselu, Brahim y Fran García.
En cualquier caso, es probable que el gasto en salarios esté aún por debajo de los 440 millones del curso pasado, con un margen muy por encima de los 200 millones respecto al tope salarial marcado por LaLiga. El Madrid se ha afanado en las últimas temporadas en reducir su masa salarial para poder afrontar el futuro a corto plazo con garantías de liquidez: en la 2021-22, el gasto en salarios fue de 519 millones, pero al término de ese curso se concretaron las salidas de Bale (30 millones brutos), Marcelo (16) e Isco (14), liberando nada menos que 60 millones sólo centrados en esos tres nombres. En ese contexto, un salario como el que percibe Mbappé ahora mismo en el PSG (30 millones netos por curso, primas aparte) es perfectamente encajable sin que la estructura económica del Madrid se tambalee un centímetro.