El
crack francés ha decidido resistir y está dispuesto a pasarse un año en
la grada, aunque a Kylian le apoya el sindicato de jugadores.
Tomás Roncero
As
A
Mbappé sólo le conocen de verdad en su círculo más cercano. Su madre,
Fayza Lamari, su padre, Wilfried Mbappé, su hermano Ethan (también en el
PSG) y su hermano adoptivo, Jires Kembo-Ekoko. Del vestuario del club
francés sólo Hakimi Achraf puede presumir de tener ascendente sobre el
Príncipe de Bondy. Ese entorno sabe que las bravatas, las amenazas,
los órdagos y los dardos envenenados que Al Khelaïfi y el PSG están
destilando sobre Kylian no le asustarán ni hará variar su postura
inicial ni un sólo centímetro. El último ha sido plantear una posible cesión de un año para ahorrarse el sueldo del jugador, según publica Sky Sports.
Fuentes
consultadas por AS del entorno del jugador parisino confirman que la
decisión del PSG de dejarle fuera de la gira asiática como medida de
presión le ha envalentonado aún más. Si tenía alguna duda sobre la
posición que debía tomar cuando el PSG empezase a utilizar fuego directo
sobre su persona para obligarle a rendirse y aceptar el órdago del club
qatarí. “O renueva o se vende, imposible que se vaya gratis el mejor
jugador del mundo”, espetó Al Khelaïfi hace unas semanas en la
presentación de Luis Enrique creyendo que eso alteraría las pulsaciones
emocionales de Mbappé.
Cuesta creer que el jugador bandera de la selección francesa vaya a pasarse el curso en la grada
ante una doble cita de tanta alcurnia y jerarquía social y deportiva.
Pero desde Qatar la orden está lanzada a modo de eslogan: “Jamás se irá
gratis al Real Madrid”.
Una
postura que va contra las leyes laborales y de la ética deportiva,
porque no se puede privar a nadie de cumplir su contrato y más con el
comportamiento de Mbappé, que ha asumido su apartamiento de la gira
por Japón y Corea sin rechistar y va cada día a entrenar con los
llamados ‘indeseables’, que es la manera tan burda que tiene el PSG de
tratar a los jugadores con los que no cuenta. Empieza a no extrañar que
las megaestrellas prefieran otro destino, dado que París se ha
convertido en una jaula de oro donde la Champions y el Balón de Oro son
quimeras inalcanzables, mientras que el dinero desmesurado termina por
destruir tu afán competitivo. Neymar es el mejor ejemplo de ello.
Mientras, el Madrid asiste sereno y sin convulsiones institucionales a este culebrón. Ayer mismo, los compañeros de LaSexta conversaron con Florentino Pérez a la salida del colegio electoral donde fue a votar y preguntado sobre Mbappé fue explícito: “Estoy muy tranquilo”.
El presidente blanco ha visto como un año y medio después la partida de
cartas ha cambiado por completo a favor del Madrid. En aquel momento el
PSG ni respondió siquiera a una última oferta del Madrid de 200
millones. Ahora el PSG sueña con esa misma oferta y el Madrid ni se lo
plantea. Todo está claro para 2024 con Mbappé, sin pagar un euro al PSG,
pero Al Khelaïfi podría terminar rebajando su orgullo y aceptar una
cifra a la baja (en torno a los 120 millones). El verano va a ser
largo...