MANCHESTER CITY 1 - ATLÉTICO 2 / Simeone le mueve la corona a Guardiola

La Cara A rojiblanca resistió ante un City que tuvo posesión y a Haaland pero no gol y la B, enriquecida con Llorente y Memphis, lo goleó. Marcaron el neerlandés y Carrasco. Acercó Dias.

Patricia Cazón
As
Amistosos ya no hay ni en verano. Aunque se llamen así, siempre hay algo en juego. Cuitas, cuentas pendientes o retos. Atlético y City no se habían vuelto a ver desde la noche de abril en el Metropolitano de hace dos cuartos de Champions. Año y medio después, en un Seoul World Cup que esperaba bajo la lluvia como un océano de azul citizen, asomaba Guardiola con su flamante corona de campeón de Europa. Simeone le recibió en chándal. Ni siquiera necesitó sacar su traje negro de los partidos para movérsela, un poco, en uno de esos días de verano que tan lejos quedan en marzo, para que no asiente igual.

El ensayo para Guardiola era serio, que en una semana empieza a jugarse las lentejas de verdad (Arsenal, Community Shield): Rodrigo y Haaland eran titulares por primera vez, no así De Bruyne, aún con esa lesión en la corva. Y aunque suyo fue el balón, al menos de inicio, no así el peligro. Enfrente, el Atleti realizó un ejercicio defensivo impecable sin necesidad de ordenarse en dos líneas de cinco como dos autobuses. Y cuando llegó el momento de morder lo haría fuerte, como no llegó a hacerlo nunca el City a pesar de tener la pelota y al cyborg noruego.

Siempre hay cuentas pendientes. Aunque sea ensayo, aunque sea verano, aunque el partido estuvo cerca de no jugarse, por la tremenda tromba de agua que caía sobre Seúl a la hora en la que se debía empezar a jugar. Con un retraso de cuarenta y cinco minutos, tras haber sorteado la amenaza de suspensión, Guardiola y Simeone observaban cómo sus jugadores se repartían sobre una hierba sobre la que no parecía que hasta hacía nada había caído el diluvio universal. Oblak estaba de vuelta, Söyüncü de estreno de titularidad y los carriles, de nuevo, para dos que se van asentando: Azpilicueta y Lino. El primero destacó desde el principio, el segundo, tardó más, pero cuando lo hizo volvió a gritar a cada zancada que debe quedarse.

Una volea de Griezmann nada más comenzar el partido fue, durante muchos minutos, espejismo de presencia rojiblanca en ese partido que comenzó a dominar el City con su presión alta y su manejo y manoseo del cuero. Porque el City respondería con un disparo de Julián Álvarez y daría comienzo a ese monólogo de pelota al que el Atleti sobreviviría sin sufrir. Su defensa vitaminada con fichajes sobresalió. Azpilicueta se condensó alrededor de Grealish hasta hacerse un insoportable grillete, Söyüncü, trancó el área de Oblak con siete vueltas de llave ante Haaland. Buenos minutos del turco. Es contundente, tiene buena salida de balón, tres diéresis y físico de príncipe de Shrek. ¿Qué puede salir mal? Jugará mucho: dos partidos de pretemporada y a Simeone ya le faltaban sus centrales titulares. Giménez ni viajó por una fisura en la tibia y Savic fue baja a última hora por una gastroenteritis. Cada partido será un cásting para hacer de ellos, hasta que llegue un día en el que quieran volver y no puedan ya, otro en su sitio enraizado habrá.

El City tenía el balón y a Haaland pero, obligado a atacar por los costados, ni cosquillas hacía. En el Atleti, pasada media hora de acoso sin derribo, Grizi empezó a entrar más en el juego y Lino abrió hueco en la izquierda con esa velocidad y desborde que llenó de grietas a Walker. El Atlético se hubiera ido con ventaja al descanso si Morata no hubiera cabeceado alto el primero de sus centros y, después, Lemar se dejara atrás otro porque no lo esperaba.

Memphis, regreso con gol

El partido regresó del reposo con otros porteros en los equipos y Lino en el mismo sitio: su verano está siendo de festival de festival. Saludó a Ortega con un cabezazo a bocajarro que fue la ocasión más clara del partido antes de que los entrenadores, con sus cambios, mudaran casi completo la piel de sus equipos. Guardiola hizo siete de golpe, Simeone, nueve. Solo Dias, Julián Álvarez y, por supuesto, Söyüncü permanecieron en la hierba noventa minutos.

Otro partido empezó a la hora de juego. Y en el Atleti, el regreso de Llorente y Memphis, cambió por completo la Cara B rojiblanca. El neerlandés irrumpió con el gol que se le había negado a Morata en dos medias tardes justo después de que Walker enviara un balón al larguero y Kovacic se topara con Grbic. Cuatro minutos llevaba en la hierba para soltar un latigazo a la red. Si logra estar sano todo el año, la rompe.

No hubo un salto tan marcado como hace unos días entre los A y los B. Con Barrios más sólido en el pivote que como interior y una banda formada por Riquelme y Llorente que era otro cuchillo como lo había sido la de Lino. Un Lino que ya no jugaba pero cuya sombra azuzaba los pies de un Carrasco que recibió, inició la diagonal y sentó a Lewis antes de disparar para el 0-2. Porque el Atleti cuando da lo hace dos veces. Desde la prehistoria. Acortaría Dias al final en este amistoso que de amistoso solo tuvo que el Cholo no iba de negro. Para el verano ya solo las bicis, que lucen en sus días largos como las coronas del fútbol en mayo.


Entradas populares