Los ocho alimentos que Harvard recomienda eliminar de la dieta

Según un estudio de la prestigiosa universidad, se puede evitar la hinchazón y los dolores si se excluyen alimentos con demasiado azúcar y fructanos y se realizan algunas actividades.

As.com
Con el verano encima y las olas de calor sucediéndose como los segundos en el relojero, conviene acompañar la batalla contra las altas temperaturas de una óptima alimentación. Son muchos los consejos sobre aquellas comidas, muchas no conocidas, que merecen ser escuchados; pero quizá son más importantes aquellos que nos guían sobre qué no hay que llevarse a la boca. Especialmente para saber con qué darnos un capricho cuando queramos excedernos en alguna cena.

Y es que un buen banquete suele venir acompañado de dolores e hinchazón si nos hemos pasado en cantidades. Con el paso de los años se acentúan más estos problemas gástricos, obligando a desempolvar los sobres de tilas y manzanillas que uno esconde en los más profundos de los armarios de la cocina. Sin embargo, y según la prestigiosa universidad de Harvard, todo esto podría evitarse con tal de eliminar ocho productos de nuestra rutina.

Objetivo: eliminar la hinchazón

Así de sencilla es la recomendación de la doctora de Jacqueline Wolf, profesora asociada de Medicina en la Escuela de Medicina de dicha universidad y, además, gastroenteróloga en el Centro Médico Beth Israel de Boston. Tan solo ocho tipos de alimentos son los que hay que suprimir si se quiere terminar con la hinchazón. Esa es la conclusión a la que ha llegado junto a su compañera de trabajo, la también doctora Judy Nee, y que ha reflejado en un artículo científico.

Una de cada diez personas sufre estos problemas después de comer. Los factores no están relacionados con aquello que ingerimos, sino con las dificultades del intestino para absorber bien dichos productos. Facilitar este tránsito es tarea sencilla si se evitan los siguientes productos:

  • Alimentos edulcorados: Dulces, bollería industrial, pan, yogures azucarados, algunas salsas, zumos o refrescos deben evitarse y ser sustituidos por alimentos integrales y bebidas con menos azúcar y sin gases. El motivo es que a las células del intestino les cuesta absorber los alimentos demasiado endulzados.
  • Frutas ricas en fructosa: Wolf recomienda que para los más sensibles a la fructosa eviten las manzanas, sandías, uvas, melocotones y ciruelas; y en su lugar lo sustituyan por moras, arándanos, piña o mandarina.
  • Verduras con fructanos y galactanos: Estos hidratos de carbono complejos, presentes en espárragos, alcachofas, puerros, calabacín, cebollas o remolachas, plantea el artículo, pueden ser sustituidos por zanahorias, berenjenas, aguacates o judías verdes.
  • Leche y otros productos lácteos: Casi un 70% de la población digiere mla la lactosa, por lo que recomienda Wolf introducir en nuestras dietas el yogur sin azúcar y los quesos duros o añejos en lugar de los blandos.
  • Legumbres: Contienen rafinosa, un tipo de azúcar difícil de descomponer para el cuerpo humano, por lo que el estudio ve con buenos ojos una sustitución por alubias de ojo negro o carillas y por soja verde.
  • Sustitutos del azúcar: En este caso, y para evitar los alcoholes de azúcar, se aconseja el uso de estevia y extracto de la fruta del monje.
  • Cereales: Si el alimento contiene gluten, es más probable que la digestión sea pesada. La doctora recomienda evitar el trigo, la cebada y el centeno y apostar arroz, quinoa y avena.
  • Alimentos fermentados: En su lugar, se recomienda la ingesta de kimchi, kombucha y chucrut.

Además de estos consejos alimentarios, la doctora de Harvard recomienda acompañar esta buena dieta con unas prácticas que alejarán el fantasma de la hinchazón que ronda las sobremesas. Estas son:

  • No tragar aire.
  • Beber mucha agua sin gas.
  • Caminar.
  • Masajear el abdomen.

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