Los hijos de Michael Jackson: a 14 años de la muerte de su padre, cómo manejan la fama y la fortuna que heredaron
El 7 de julio de 2009 fue despedido por millones de fans en el funeral más visto de la historia. Del homenaje participaron Brooke Shields, Mariah Carey, Usher y Stevie Wonder. Pero el momento más emotivo fue cuando su hija tomó el micrófono: “Mi papá fue el mejor padre que se pueda imaginar”, dijo rodeada por sus hermanos. Hoy Prince, Paris y Blanket son adultos y así es su vida
Michael Joseph Jackson había muerto dos semanas antes, el 25 de junio, víctima de una intoxicación aguda de propofol y benzodiazepina que le provocó un paro cardíaco. Tenía 50 años y un tribunal dictaminaría que se trató de un homicidio involuntario y que el culpable había sido su médico personal, Conrad Murray.
Su nombre había sido objeto de controversia durante los últimos tres lustros de su vida desde que fue acusado de abuso sexual infantil –había llegado a un acuerdo extrajudicial en un caso y salido absuelto en otro–, pero eso no impidió que se agotaran las entradas para los cincuenta shows de su gira de regreso –This is it–, que debió haber comenzado en Londres el 13 de julio.
Tampoco que, tras conocerse la noticia, el mundo entero quisiera presenciar su despedida y que participaran del tributo Kobe Bryant, Mariah Carey, las Kardashians, el coro de gospel Andrae Crouch, Berry Gordy de Motown, Jennifer Hudson, Magic Johnson, Martin Luther King III, Bernice A. King, John Mayer, Lionel Richie, Smokey Robinson, el reverendo Al Sharpton, su amiga Brooke Shields, el pastor Lucious Smith, la finalista de Britain’s Got Talent Shaheen Jafargholi, Ron Boyd, Usher y Stevie Wonder.
Por la mañana, hubo un responso familiar privado en el Forest Lawn Memorial Park’s Hall of Liberty de Hollywood Hills, Los Ángeles. Siguió el homenaje público en el Staples Center, donde el rey del pop había ensayado dos días antes de su muerte para el tour que tenía programado. La ceremonia, que un público de 17.500 personas elegidas por concurso entre millones pudo presenciar en directo, comenzó algo después de las 10 am tras la llegada del féretro, que estaba cerrado y tenía un arreglo de flores rojas.
La imagen de los hijos del cantante, Prince, Paris –de su matrimonio con la enfermera Debbie Rowe– y Bigi –nacido mediante subrogación y conocido entonces como Blanket, aunque su nombre original era Prince II–, abrazados en el escenario por su abuela Katherine Jackson –que quedó a cargo de la custodia de los tres– será la más triste y recordada de aquel espectáculo póstumo y mediático. Tenían 12, 11 y 7 años y estaban devastados.
Paris tomó la palabra e improvisó un discurso cargado de inocencia: “Desde que nací, mi papá fue el mejor padre que se pueda imaginar y sólo quiero decirle te quiero mucho”, dijo la niña, y le devolvió por un momento al ídolo algo de la humanidad que había perdido detrás del barbijo, las cirugías y las denuncias de abuso.
Hoy esa nena tiene 25 años –los cumplió el 3 de abril– y es modelo, actriz y cantante. Su hermano mayor tiene 26 –aunque cree que no hay tal cosa como la jerarquía entre ellos, “no hay más grandes y más chicos, cada uno tiene sus fortalezas y los tres nos complementamos”, dice Prince, aquel bebé que quedó colgando de la baranda de un balcón de un hotel en Berlín, envuelto en una manta que le tapaba la cara, cuando su padre se asomó para saludar a sus fans. Y Bigi, aquel al que llamaban Blanket, ya tiene 21.
Lejos de las caretas con que los protegía su padre, hoy todos tienen perfiles públicos. Nacido el 13 de febrero de 1997 en Los Angeles y ahijado de Macaulay Culkin y Elizabeth Taylor, Prince Michael se graduó en la escuela de Negocios de la Universidad de Loyola Marymount en 2019. Tiene un canal de YouTube en donde muestra sus travesías en moto por California y comenta películas con su hermano y su primo Taj Jackson, hijo de Tito.
Comprometido con la filantropía igual que su padre, que en vida dedicó gran parte de su fortuna a la ayuda humanitaria, Prince –que es heredero junto a Paris y Bigi de un patrimonio de alrededor de US$100 millones para cada uno– fundó la ong Heal Los Angeles con un compañero de facultad y, en 2020, organizó un delivery de comidas para colaborar con los más afectados por la pandemia. “Me gusta pensar que mi padre habría estado orgulloso –dijo por entonces– porque creo que fue uno de sus principales objetivos: no sólo quería difundir un mensaje positivo y de felicidad, sino verlo reflejado en sus hijos. Estoy muy agradecido de poder sentir que tenemos que ayudar a este ecosistema y sé que eso viene de la forma en que nos crió”.
Prince organiza todos los años una fiesta de Halloween junto a sus primos para recaudar fondos para obras benéficas. El año pasado, se puso al frente de la celebración por los cuarenta años de Thriller –otro récord de su padre: el disco más vendido de la historia según en Guinness–. Esa noche le dijo a People que lo que más extraña del desaparecido cantante son sus manos: “Eran manos realmente grandes, firmes pero suaves. Es difícil explicarlo, pienso en él todos los días”.
Paris-Michael Katherine, bautizada así en honor a la ciudad en la que supuestamente fue concebida –aunque la madre confesó con el tiempo que tanto ella como Prince fueron fruto de un tratamiento de inseminación acordado antes de casarse con Jackson y que lo suyo fue más parecido a un alquiler de vientre que a un matrimonio–, a su padre y a su abuela, también es ahijada de Culkin y Taylor y llama a Prince su “gemelo”.
Adora a su hermano y dice que busca su aprobación en cada cosa que hace: “Es todo para mí”, repite. Tuvo una adolescencia difícil que reveló con valentía ante los medios. Según le confió a la Rolling Stone en 2017 –cuando la revista la eligió para su portada–, a los 15 años trató de suicidarse varias veces y fue hospitalizada en 2015 tras otro intento fallido. “Tenía la autoestima muy baja, pensaba que no iba a poder hacer nada bien y que no merecía vivir”, dijo, mientras luchaba contra una temprana adicción a las drogas.
Pero en 2019 hizo un tratamiento para recuperarse y poder comenzar su carrera y también se acercó a Debbie Rowe: “Es genial poder conocerla y ver lo parecidas que somos, saber la música que le gusta, que sea mi amiga. Tenemos una relación relajada y me encanta”.
En 2020 firmó un contrato con Republic Records y lanzó su primer disco –Wilted– en noviembre de ese año. Modelo de la agencia IMG, actuó en las series Star, Scream, Habit, en American Horror Story y en la serie teen Sex Appeal, además de en la película Gringo (2018). En febrero último presentó el single Bandaid.
Paris se autopercibe negra porque fue educada por su padre en la cultura afroamericana y tuvo una activa participación en las protestas por el asesinato de George Floyd en 2020. Prefiere no definir su sexualidad: “No me considero bisexual porque tuve experiencias con más géneros que varones y mujeres”, explicó.
Con la mayoría de edad recién cumplida, Bigi es el que mantiene el perfil más bajo. Cambió su sobrenombre porque estaba harto de las burlas: Blanket en inglés significa “manta”. Igual que Paris, tiene debilidad por Prince a quien siente su “mejor amigo”. Comparten el gusto por la ciencia ficción y la filantropía: “Los tres queremos hacer cosas que trasciendan, que la gente disfrute pero a la vez tengan beneficios para su vida”, dijo en 2021 a Good Morning Britain en una de las pocas entrevistas que concedió para concientizar sobre el cambio climático.
Cuando cumplió 18 años, se compró una mansión de US$2,6 millones en Calabasas, un pequeño Neverland propio con seis cuartos y siete baños en el barrio donde viven Kanye West y las Kardashian. Quiere ser director y productor, y además de reseñar películas en el canal de YouTube que tiene con Prince, ya tiene un corto dirigido y guionado por él en posproducción.
“Mi papá nos decía que teníamos que estar unidos y asegurarnos de que todos estuviéramos a salvo”, dijo Prince en una entrevista con People. La figura de Michael Jackson es difícil de asimilar hoy: las víctimas de sus abusos han narrado su calvario y ya nadie desconoce al monstruo que habitaba detrás del genio excéntrico. Pero sus hijos y esa unión que perdura entre ellos a catorce años de su funeral, siguen siendo su legado más humano.