Los futbolistas franceses claman contra el PSG por Mbappé
El sindicato de jugadores profesionales de Francia (UNFP) salió este sábado en apoyo del delantero. Calificó la medida de presión del club como “acoso moral”.
“No está de sobra recordar a los dirigentes que ejercer presión a un asalariado -degradando a sus condiciones de trabajo, por ejemplo- para forzarle a irse o aceptar lo que el empleador quiere constituye acoso moral”, avisó el sindicato en un comunicado, recordando una sentencia del Tribunal de Apelación de Reims de 2020.
El Sindicato, que tiene mucha fuerza en Francia, ya interpeló al PSG hace varias temporadas cuando el conjunto parisino decidió descartar a Adrien Rabiot después de que el mediocentro se negara a renovar su contrato. Es cierto que el estatus del mediocentro no es, ni por asomo, el mismo que el de Mbappé, pero el club ya recibió un aviso de que no podía descartar a un jugador con contrato en vigor.
Mientras que el PSG quiere venderle en el caso de que no renueve, la postura de Kylian Mbappé no ha variado, cumplir el último año de contrato que le resta y no renovar hasta 2025. A pesar de que la medida de Al Khelaïfi ha sido drástica, la realidad es que Qatar no tiene la potestad para obligarle a salir si el delantero se muestra inflexible en su intención de seguir hasta 2024 en París.
El Sindicato de Jugadores, la UNFP, además de Emmanuel Macron, podrían intervenir en el caso de que el PSG decida dejarle en la grada a Mbappé hasta que no se resuelva definitivamente su situación. El único precedente que existe en París es el de Rabiot, al que Al Khelaïfi decidió fulminar tras las continuas negativas del centrocampista a renovar. Aunque el Sindicato avisó al PSG, el jugador acabó la temporada en la grada y no hubo ninguna consecuencia. Con Mbappé, icono mundial en Francia, la realidad será bien distinta.
El comunicado al completo
“Jugadores considerados “indeseables” o que los clubes desean que se marchen a toda costa, a pesar de haber firmado contratos en debida forma. Contratos que se determinan libremente de mutuo acuerdo entre empleador y empleado.
Y se trata de una decena de empleados del París Saint-Germain, ¡o incluso más si incluimos los primeros contratos profesionales!
Como este joven internacional, verdadera esperanza del fútbol francés, que lleva apartado desde que se reanudaron los entrenamientos y que hoy no sabe nada de su futuro, pero que recibió una convocatoria diferente a la del resto del grupo profesional para estar este sábado en la concentración en condiciones diferentes a las del grupo dirigido por Luis Enrique. Este joven jugador, que no se encuentra en Japón, es... Édouard Michut, que viste la camiseta francesa de la sub20...
Édouard Michut y Kylian Mbappé, ¡misma batalla!
Timothée Pembélé, Colin Dagba, Ismaël Gharbi, Abdou Diallo, Layvin Kurzawa, Leandro Paredes, Georginio Wijnaldum, Keylor Navas, Édouard Michut, otros (?) y Kylian Mbappé, ¡misma batalla!
187 jugadores de la Ligue 1 fueron, en un momento u otro, invitados a visitar un palomar la temporada pasada.
187 jugadores de la Ligue 1 y Kylian Mbappé, ¡misma batalla!
Así que sí, el París Saint-Germain y los demás clubes de Francia que actúan de la misma manera en función del comercio cumplen más o menos la Carta del Fútbol y su artículo 507, que el presidente parisino no debe conocer, ya que ha declarado en sustancia que “¡los jugadores que no están en Japón no forman parte del club!
No hay nada que Nasser pueda hacer al respecto, querido Presidente, siguen teniendo contrato con el PSG... Como mínimo, no entran en los planes del entrenador, lo que, en el caso del máximo goleador de la historia del club parisino y mejor jugador del mundo, podría considerarse una falacia.
Un poco sí, ¿no cree?
Desde que los apartamentos del desván empezaron a contaminar el fútbol francés, la UNFP no ha cesado de denunciar esta práctica, lo que, junto con la exclusión del capitán de la selección francesa, animará quizá -quizá, porque hace falta valor para enfrentarse al PSG, a Qatar y a los demás- a las autoridades deportivas y políticas a ocuparse por fin de la cuestión, a menos que podamos, en Francia, impedir que los asalariados ejerzan impunemente sus actividades profesionales.”
