La embajada de Suecia en Irak fue incendiada durante una manifestación organizada por los seguidores de un líder religioso
Decenas de personas se agruparon alrededor de la sede diplomática, de donde emergía una columna de humo, mientras policías antidisturbios se desplegaban por la zona para tratar de controlar la situación
El Ministerio de Relaciones Exteriores sueco confirmó que todo su personal en Irak se encuentra “a salvo”.
“Estamos al corriente de la situación. El personal de nuestra embajada (en Irak) está a salvo y el ministerio está en contacto regular con ellos”, señaló.
Decenas de personas se agruparon alrededor de la embajada, de donde emergía una columna de humo, mientras policías antidisturbios se desplegaban por la zona para tratar de controlar la situación.
“No esperamos hasta la mañana, irrumpimos al amanecer y prendimos fuego a la embajada sueca”, dijo a la AFP uno de los manifestantes.
Algunos videos en redes sociales mostraban a los manifestantes a las afueras de la embajada sueca ondeando banderas y carteles que mostraban al influyente clérigo y líder político iraquí Moqtada Sadr.
Otras imágenes mostraban a un grupo de hombres dentro de lo que parecía ser una habitación de la representación sueca en territorio iraquí.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Irak emitió un comunicado condenando el ataque.
“El gobierno iraquí giró instrucciones a las autoridades de seguridad para que realicen una investigación urgente y tomen las medidas necesarias para identificar a los autores de este acto”, se lee en el texto.
El asalto al recinto diplomático se produce después de que la policía sueca autorizara una protesta para este jueves frente a la embajada iraquí en Estocolmo, donde los organizadores planean quemar una copia del Corán y la bandera iraquí.
Los medios suecos informaron que Salwan Momika, un refugiado iraquí en Suecia, había organizado el evento.
Salwan quemó algunas páginas del Corán frente a la mezquita más grande de Estocolmo el 28 de junio durante Eid al-Adha, una festividad celebrada por musulmanes de todo el mundo.
Ese incidente llevó a los partidarios de Moqtada Sadr, un influyente líder religioso y disidente político en Irak, a asaltar la embajada sueca en Bagdad al día siguiente.