Güler, ante la maldición turca
La promesa de Ankara ya es oficialmente nuevo jugador del club blanco. Antes de él llegaron tres futbolistas de ascendencia otomana, aunque ninguno terminó de brillar como se esperaba.
Las expectativas son altas con el jugador, y no es para menos. Media Europa andaba tras este talento juvenil, que ha deslumbrado en su primera temporada en la élite con seis goles y siete asistencias, siendo uno de los jugadores más destacados de su equipo. Una apuesta de futuro, pues la directiva no contaba con incorporar a Güler esta temporada. Su enorme proyección, su indiscutible talento y el interés creciente de algunos de los principales clubes europeos en las últimas semanas (Milan, Sevilla, Barcelona, Arsenal y Ajax) han hecho cambiar radicalmente la hoja de ruta, y han impulsado a la entidad de Chamartín a lanzarse a por un jugador que está llamado a ser uno de los mayores talentos de su generación.
Antecendes turcos en el club blanco
El primero en llegar de los tres, y el más exitoso, fue Mesut Özil, que también ha jugado su papel en el fichaje del mediapunta. Zurdo como Güler, el internacional alemán de ascendencia otomana llegó en 2010 y estuvo tres temporadas en el Real Madrid. Su elevada capacidad técnica, junto a su agilidad y rapidez a la hora de trenzar jugadas le sirvieron para anotar 27 goles y repartir 81 asistencias en sus tres temporadas en el feudo blanco. Un rendimiento notable, y es que su paso por el Bernabéu no se puede considerar un fracaso. Sin embargo, varios desencuentros con la directiva en su tramo final como madridista precipitaron su traspaso al Arsenal, dejando un amargo sabor de boca en el seno madridista y sus aficionados por lo que pudo ser un jugador de época. Finalmente no lo acabó siendo, dejando el club blanco por la puerta de atrás.
Tras Özil, en 2011 llegaron Nuri Sahin y Hamit Altintop, ambos procedentes de Alemania (Borussia Dortmund y Bayern de Múnich respectivamente), igual que Mesut. Dos centrocampistas prometedores, que se diferenciaban en su desempeño en el terreno de juego, siendo Sahin más defensivo y organizador, mientras que Altintop destacaba por su llegada. Pero ambos compartían una cualidad común: eran jugadores propensos a lesionarse.
De hecho, el primero llegó de la cuenca del Ruhr ya lesionado, y en su segundo entrenamiento como jugador blanco sufrió un esguince grado I en el ligamento de su rodilla izquierda. A partir de ahí, las lesiones le lastraron de forma constante, lo que le hizo abandonar precipitadamente la entidad madridista en 2013, sin pena ni gloria y habiendo disputado tan solo 10 partidos oficiales entre todas las competiciones. Por su parte, Altintop tuvo una experiencia similar: decidió abandonar el Real Madrid tras un año difícil influenciado por la presión y los continuos problemas físicos. Participó en tan solo 12 encuentros.