Golpe de Rusia al Grupo Wagner
El presidente de la Duma, Viacheslav Volodin, confirma que “muchos” de los soldados del grupo de mercenarios aceptan irse con el ejército del Kremlin.
La vida sigue casi igual en el Kremlin, con un Putin que ha multiplicado sus apariciones públicas tras el levantamiento militar del grupo de mercenarios. Los miembros de Wagner contaban con la palabra del presidente de que no serían perseguidos por secundar la rebelión lanzada por su líder, Yevgueni Prigozhin. Pero para ello, tenían que elegir: exiliarse en Bielorrusia, abandonar las armas y regresar a casa o firmar un contrato para ‘engordar’ las filas del ejército ruso.
Esta última, a tenor de las palabras del presidente del Parlamento ruso, Viacheslav Volodin, es la que han tomado “muchos” de los mercenarios de Prigozhin. “Hasta donde yo sé, muchos de ellos han accedido”, confirma Volodin sobre el trasvase de soldados desde el Grupo Wagner hacia las tropas regulares de Moscú. Un cambio en las condiciones que Prigozhin se negaba a aceptar, y motivo por el que lanzó la rebelión, para evitar la destrucción de su milicia de mercenarios.
Putin, “fortalecido”
Según ha expresado el presidente de la Duma, Putin explicó la situación a los soldados de Wagner, invitando a los que quisieran “defender Rusia” a seguir trabajando “con las armas en la mano”. En su mensaje, publicado a través de Telegram, Volodin hace balance una semana después del intento
de rebelión, en el que la sociedad rusa “demostró su madurez”.
“A pesar del sistema multipartidista y la oportunidad de expresar una variedad de puntos de vista, no hubo un solo ejemplo de alguien que apoyara la rebelión. Los días 23 y 24 de junio han entrado en la historia de nuestro país como los días de la unidad y la consolidación de la sociedad en torno a nuestro presidente Vladimir Putin”, expresa Volodin.
A pesar de que muchos ven en la rebelión una caída en la autoridad y posición de Putin, para el presidente del Parlamento es todo lo contrario. “Putin salió fortalecido de esta difícil situación, tanto en el país como en el mundo”. Y para ponerlo en valor, recuerda otras situaciones históricas como la Revolución Soviética y la caída de la URSS. “Podemos sacar la siguiente conclusión: si personas como Putin hubieran estado al timón en 1917 y 1991, no habría habido revolución ni colapso de la URSS”