El ministro italiano de Defensa aseguró que unirse a Iniciativa de la Franja y la Ruta de China “fue una decisión atroz”

Guido Crosetto aseguró que el gobierno de Giorgia Meloni está estudiando cómo desvincularse del acuerdo con el régimen de Xi Jinping. El plan es una herramienta de Beijing para extender su influencia geopolítica y económica

Italia tomó una decisión “improvisada y atroz” cuando se unió a la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) de China hace cuatro años, ya que hizo poco para impulsar las exportaciones, dijo el ministro italiano de Defensa, Guido Crosetto, en una entrevista publicada el domingo con el diario Corriere della Sera.

Italia se adhirió a la BRI bajo un gobierno anterior de Giuseppe Conte, convirtiéndose en el único gran país occidental que ha dado ese paso. Ahora, Italia está estudiando cómo desvincularse del acuerdo.

La BRI -nombre acuñado por el presidente chino Xi Jinping en 2013- es el programa global de inversión en infraestructuras de Beijing. Se creó para reconstruir la Ruta de la Seda china, conectando Asia con África y Europa con el objetivo de aumentar el comercio y el crecimiento económico.

La iniciativa ha invertido miles de millones de dólares cada año en proyectos de infraestructuras, como la pavimentación de carreteras desde Papúa Nueva Guinea hasta Kenia, la construcción de puertos desde Sri Lanka hasta África Occidental y el suministro de infraestructuras eléctricas y de telecomunicaciones desde América Latina hasta el Sudeste Asiático. Sin embargo, esos préstamos termina convirtiéndose en una trampa de deuda y el plan en una herramienta de China para extender su influencia geopolítica y económica.

Visitantes frente a una pantalla gigante en la que aparece el presidente chino, Xi Jinping, junto a una bandera del Partido Comunista de China, en el Museo Militar de la Revolución Popular China (Reuters)
Visitantes frente a una pantalla gigante en la que aparece el presidente chino, Xi Jinping, junto a una bandera del Partido Comunista de China, en el Museo Militar de la Revolución Popular China (Reuters)

“La decisión de unirse a la (nueva) Ruta de la Seda fue un acto improvisado y atroz que multiplicó las exportaciones chinas a Italia, pero no tuvo el mismo efecto en las exportaciones italianas a China”, declaró Crosetto al diario Corriere della Sera.

“Hemos exportado un cargamento de naranjas a China, ellos han triplicado sus exportaciones a Italia en tres años. Lo más ridículo entonces era que París, sin firmar ningún tratado, en aquellos días vendía aviones a Pekín por decenas de miles de millones...”, agregó.

“La cuestión hoy es: cómo dar marcha atrás (del BRI) sin dañar las relaciones (con Beijing). Porque es cierto que China es un competidor, pero también es un socio”, añadió el ministro de Defensa.

Tras reunirse el jueves en la Casa Blanca con el presidente estadounidense, Joe Biden, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, dijo que su Gobierno seguía deliberando sobre el BRI y anunció un viaje a Beijing próximamente. “Tomaremos una decisión antes de diciembre”, declaró Meloni a la cadena estadounidense Fox News en una entrevista emitida el domingo, añadiendo que la cuestión requería debates con el Gobierno chino y en el seno del Parlamento italiano.

Meloni reiteró su opinión de que es una “paradoja” que, aunque Italia forme parte de la BRI, no sea el país del G7 con mayor comercio con China, y dijo que eso demuestra que es posible tener buenas relaciones con Beijing sin la Franja y la Ruta.

La pertenencia de Italia al BRI expira en 2024.


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