El fiscal de la CPI confía en que Sudáfrica “hará lo correcto” y cooperará si Putin viaja al país para la cumbre de los BRICS
El máximo tribunal de La Haya emitió en marzo una orden de arresto contra el presidente ruso por el delito de guerra de deportación ilegal de menores ucranianos hacia territorios del Kremlin en el marco de su invasión ilegal a Ucrania
“Sudáfrica ha sentido un crimen contra la humanidad durante décadas, el crimen del apartheid, no creo que necesiten lecciones de mí”, expresó Khan, quien recordó que el país africano es miembro voluntario de la CPI. “Saben cuál es la ley y creo que harán lo correcto”, expresó en declaraciones recogidas por la cadena CNN.
El Tribunal de La Haya emitió en marzo una orden de arresto contra Putin y la comisionada de Derechos del Niño de Rusia, Maria Lvova Belova, por el delito de guerra de deportación ilegal de menores ucranianos hacia territorios rusos en el marco de la invasión ilegal a Ucrania, iniciada por orden de Moscú a finales de febrero de 2022.
La Corte Penal Internacional no celebra juicios en ausencia, por lo que es necesario que Putin fuera entregado por Moscú o arrestado fuera de Rusia, que no es miembro de la CPI. Sudáfrica, por su parte, sí es firmante del estatuto de Roma, con lo que si tiene constancia de la presencia de alguien buscado por el tribunal internacional, debería arrestarlo y entregarlo.
Sin embargo, el Gobierno de Sudáfrica ha brindado inmunidad diplomática a todos los asistentes a la cumbre de los BRICS, prevista para agosto. De esta forma, el presidente Putin podría viajar al país a pesar de la orden de arresto emitida en su contra. El Kremlin aún no ha confirmado aún la asistencia de Putin a la cita.
Desde hace días, los funcionarios sudafricanos han estado intentando de diversas maneras persuadir al líder del Kremlin para que opte por no viajar al evento y evitar, así, una situación incómoda a nivel legal y diplomático.
El vicepresidente sudafricano Paul Mashatile, encargado durante las últimas semanas de negociar con Moscú, explicó que “es un gran dilema para nosotros. Por supuesto, no podemos detenerle, es casi como si invitas a tu amigo a casa y luego lo detienes”.
El problema es que, más allá de que el Ejecutivo haya garantizado la inmunidad, un vasto sector de la sociedad -la oposición, organismos defensores de derechos humanos y activistas jurídicos- ha manifestado su disconformidad con esta postura y amenazó con detener al Presidente, incluso por sus propios medios.
Para evitar este posible escenario, Johannesburgo ofreció al Kremlin cambiar la sede del encuentro a China, que la participación de Putin sea virtual o que esté presente por medio de su ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov. “Para nosotros, que no venga es la mejor solución”, agregó Mashatile.
Rusia, sin embargo, ha rechazado todas las propuestas e insiste en conseguir la foto de Putin junto a los líderes de Brasil, India, China y Sudáfrica aunque el reciente motín de Yevgeny Prigozhin, que supuso el mayor desafío a su poder desde su asunción, ha sembrado grandes dudas sobre su presencia en el foro.
En medio de estos desencuentros, Mashatile dijo que “hemos decidido dejar este asunto en manos del Presidente, que está hablando con Putin” y cuyas conversaciones continuarán en la cumbre Rusia-África en San Petersburgo a finales de mes. “Queremos mostrarle los retos a los que nos enfrentamos porque formamos parte del Estatuto de Roma y no podemos escabullirnos de esto”, indicó.