El Bayern se desquicia por Kane

Los dirigentes bávaros se encuentran en Londres para cerrar el fichaje del delantero inglés por una cifra récord para el club, más de 80 millones.

José Carlos Menzel

As

El culebrón en torno al fichaje de Harry Kane por el Bayern de Múnich podría llegar a su fin a lo largo de esta semana. Es lo que intuye la cadena televisiva Sky Alemania, dando por hecho que el campeón de la Bundesliga estaría dispuesto a tirar la casa por la ventana por el atacante del Tottenham e, incluso, superar los 80 millones de euros que pagó en 2019 por Lucas Hernández y que supusieron la mayor cantidad de dinero desembolada por un futbolista en la historia del hexacampeón de Europa. Cabe recordar que el contrato de Kane expira el año que viene, pero en Múnich son conscientes de que tendrán que tirar de talonario si quieren que Daniel Levy, CEO del cuadro inglés, dé su brazo a torcer.

Para ello, una delegación del Bayern puso a rumbo a Londres este lunes, donde volverá a sentarse en la mesa de negociaciones con el mandamás británico. Medios alemanes cazaron al CEO muniqués Jan-Christian Dreesen y al director de la secretaría técnica Marco Neppe cuando llegaron a la terminal de vuelos privados del aeropuerto de Múnich, desde donde pusieron rumbo a tierras británicas. No es la primera vez que ocurre a lo largo de esta verano, pero en las oficinas del Allianz Arena sí esperan que esta sea la última y definitiva antes de que el máximo anotador en la historia de la selección inglesa se convierta en el fichaje estrella de la máxima competición alemana.

El optimismo tiene que ver con la postura del autor de 280 goles y 64 asistencias en un total de 435 encuentros oficiales vistiendo la camiseta del Tottenham. Kane está convencido de que es la hora de dar el salto a un grande del continente y le ha dejado claro a Levy que quiere salir, convirtiéndose de esta manera en el factor clave de la operación. Su esposa ya viajó a Múnich recientemente, donde visitó algunas casas y colegios para sus hijos. Todo apunta a que, salvo sorpresa de última hora, su marido termine poniendo rumbo a Múnich próximamente para llenar el vacío en la delantera bávara que dejó Robert Lewandowksi marchándose al FC Barcelona hace un año.