Djokovic caza a Federer en su partido 400 de Grand Slam
El serbio se repone de un mal inicio para superar a Rublev y alcanza su 46ª semifinal en majors igualando el récord del suizo. Le espera Sinner, que ganó a Safiullin.
“Los números son solo números, durante los torneos no me gusta pensar mucho en estadísticas y logros. Sigo en el torneo y es en todo lo que pienso, ya me centro en el próximo encuentro. Será más complicado, pero espero que pueda sumar otra victoria en unos días”, dijo Djokovic, que enlaza 33 triunfos consecutivos en el All England Club. Ya dejó atrás a Pete Sampras (31) en el tercer puesto de la lista histórica de rachas en este evento. Ni siquiera necesita competir al máximo nivel para aumentar su cuenta. Es tan superior en el juego sobre hierba que los éxitos caen para él por su propio peso.
También es cierto que Rublev, el primer tenista que pierde en Era Open sus ocho primeros cuartos en Slams, no tenía armas suficientes para derribar al mito. Su juego es correcto, percute sobre la bola con potencia durante mucho rato, pero tiene un tenis poco variado, y eso ante un jugador que se mueve con una pericia impresionantes en césped para llegar a casi todas los envíos, resulta insuficiente. Nole luce una forma física envidiable y está muy seguro de sus posibilidades. Por eso remontó y fue capaz de aguantar el intento de rebelión del moscovita cuando tenía prácticamente perdida la tercera manga.
Una marcha más
Rublev no tuvo más remedio que resignarse y ver cómo el cara a cara se ponía en un 4-1 para Djokovic, con una única victoria suya, si bien es cierto que dolorosa para el balcánico, el año pasado en la final de Belgrado. Lo asombroso del León de Belgrado es que siempre tiene una marcha más que meter en su maquinaria de leyenda. Y seguro que lo hará ante un rival como Sinner, que le exigirá mucho. Sin ir más lejos, el año pasado en Wimbledon el italiano apretó de inicio, tuvo dos sets de ventaja y cedió en el quinto. Novak lo sabe y acepta el reto con naturalidad, elocuencia y grandeza: “Me encanta ser el jugador al que todos quieren ganar, es verdad. Cualquiera quiere estar en esa posición, es un privilegio. La presión es parte de lo que hacemos, nunca se va a ir, da igual cuántos grandes tengas o el tiempo que lleves. Está cada vez que salgo a la pista, pero a la vez genera las emociones más bonitas en mí, me motiva y me inspira para jugar mi mejor tenis. Sé que quieren mi cabellera, pero todavía no está pasando”. Y, además, con humor. “Muy humilde esto”.