Crucigramas y ajedrez o encuentros sociales: ¿cuál es la mejor actividad para evitar la demencia?
Los ejercicios de agudeza mental o aprendizaje brindan hasta un 11 % menos de probabilidades de desarrollar esta patología, pero cuál es la cifra para aquellos que eligen mantener reuniones con amigos, el arte o la jardinería. Los detalles
Los investigadores extrajeron datos de 10.318 australianos de 70 años, o más, que participaron en el proyecto ASPREE (Longitudinal Study of Older Persons) y el subestudio ALSOP.
Descubrieron que los participantes que habitualmente realizan tareas de alfabetización de adultos y agudeza mental, como tomar clases de educación, llevar diarios y hacer crucigramas, tenían entre un 9 y un 11 % menos de probabilidades de desarrollar demencia que sus compañeros.
Los resultados se mantuvieron estadísticamente significativos incluso cuando se ajustaron por el nivel de educación anterior y el nivel socioeconómico. No se encontraron variaciones significativas entre hombres y mujeres. En 2022, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 55 millones de personas en todo el mundo vivían con demencia, con 10 millones de casos nuevos cada año.
La autora principal, la profesora asociada Joanne Ryan, de la Escuela de Salud Pública y Medicina Preventiva, dijo que identificar estrategias para prevenir o retrasar la demencia es una gran prioridad mundial.
“Tuvimos una oportunidad única de cerrar una brecha en el conocimiento al investigar una amplia gama de actividades de enriquecimiento del estilo de vida que los adultos mayores suelen realizar, y evaluar cuáles de ellas estaban más fuertemente alineadas con evitar la demencia”, dijo Ryan.
Las actividades evaluadas
Los pasatiempos y acciones evaluadas por los investigadores fueron:
- Actividades de alfabetización de adultos, como clases de educación, uso de computadoras, llevar un diario
- Tareas de agudeza mental como completar cuestionarios y crucigramas, jugar a las cartas/ajedrez
- Pasatiempos creativos como trabajar la madera, tejer o pintar
- Actividades más pasivas como mantenerse al día con las noticias, leer o escuchar música
- Actividades de redes sociales como reunirse e interactuar con amigos, excursiones planificadas como ir a un restaurante, a un museo o al cine.
El profesor Ryan dijo que los resultados no descartaron que aquellos que se sienten naturalmente atraídos por las actividades de ocio relacionadas con la salud cognitiva también tenían rasgos de personalidad específicos que de otro modo serían beneficiosos, o que en general podrían haber tenido mejores comportamientos de salud.
“Si bien participar en actividades de alfabetización y agudeza mental puede no ser una píldora mágica para evitar la demencia, si ese fuera su objetivo y tuviera que elegir, nuestra investigación ciertamente sugiere que estas son las actividades que tienen más probabilidades de respaldar una buena salud cognitiva prolongada”, dijo.
El profesor Ryan dijo que la conexión social también puede seguir siendo bastante importante para la salud cognitiva y el bienestar mental, aunque en el estudio no mostró un vínculo claro con el riesgo de demencia.
“Los participantes eran cognitivamente sanos y probablemente ya llevaban vidas socialmente activas, de modo que los beneficios cognitivos de las redes sociales sólidas pueden ser menos obvios en este grupo, en comparación con el público en general”, afirmó.
Las claves de la prevención
El doctor Ronald Petersen, neurólogo y director del Centro de Investigación para la Enfermedad de Alzheimer en Mayo Clinic, brindó, en una nota en Infobae, algunos consejos para prevenir la aparición del Alzheimer. Además de una buena alimentación y hábitos de vida saludables, es importante participar en actividades que estimulen el cerebro: “Considere hacer rompecabezas y juegos en la computadora, pero conviértalos en un hábito con el transcurso del tiempo, puesto que los estudios dicen que el valor de las actividades de estimulación cognitiva se va acumulando durante la vida”.
También recomendó concentrarse en la educación y en aprender nuevas habilidades: “Los trabajos demuestran que mientras más años de estudios tenga una persona, menor es el riesgo de demencia. Parece que esto se debe a que las personas que pasan mucho tiempo involucradas en aprender algo nuevo tienden a desarrollar en el cerebro redes neuronales más robustas y conexiones entre esas células nerviosas. Esas redes están mejor equipadas para manejar el daño celular producido por un trastorno cerebral que puede llevar a la demencia”.
Por último, indicó que hay estudios demuestran que un alto nivel educativo (personas con escuela secundaria completa o más) se asocia a un bajo riesgo de demencia. Los profesionales suelen usar un término denominado “reserva cognitiva”.