En
el primer entrenamiento del Real Madrid en UCLA, el lateral se retiró
del verde en el tramo abierto a la Prensa por una contractura en la
espalda. Mensaje de tranquilidad desde el club: “Parece leve”.
As
Primer susto de la pretemporada del Real Madrid en Estados Unidos. Doble, además. Primero fue Vinicius el que torcía el gesto.
Un golpe bastante fuerte en el tobillo derecho le hacía cojear cuando
le llegaba el turno de rematar. El brasileño salió del ejercicio, se
echó la mano a la zona y fue atendido. Por suerte, las alarmas apenas
tintinearon porque, tras unos breves instantes remitió el dolor, retomó
la marcha normal y se unió a la práctica. Como un tiro y sin problema
aparente. El siguiente fue Dani Carvajal y en este caso la molestia
no fue un simple golpe. El leganense se retiró del entrenamiento por una
contractura en la espalda, aunque desde el club se hace un llamamiento a la calma: “Parece leve”. Aún así, cuando los galenos del equipo blanco analicen la situación habrá actualización del estado del lateral. De momento, piano piano.
Hasta ese instante, tras el cual ha finalizado el tramo del entrenamiento abierto a los medios desplazados, el ritmo iba in crescendo. Primero trabajo en el gimnasio al estilo Venice Beach instalado al fondo del campo y tras ello, el balón tomó protagonismo. Momento de Davide Ancelotti,
que organizó un ejercicio de posesión donde la recuperación del
esférico tenía premio: tratar de batir a Courtois y Lunin, esperando a
ambos lados de un campo de dimensiones reducidas. Toques cortos y mucha
intensidad que ha dejado varios detalles. Uno de los más acertados ha sido un Luka Modric que demostró unas dotes cabeceadoras dignas del mejor ‘nueve’. Como Joselu, que realizó dos remates imponentes demostrando que esta temporada, Ancelotti tiene una alternativa aérea con su fichaje.
“Y el próximo, Mbappé”
También regaló un highlight Vinicius,
antes del susto, con una picadita que superó por milímetros a un Lunin
que rectificó a toda velocidad, pero sacó el balón demasiado tarde. Risas y vuelta al ruedo. Porque esa ha sido la tónica habitual, buen ambiente sólo aplacado por esos sobresaltos de Vini y Carva.
Tras la primera y única sesión del día, porque este jueves no habrá un
nuevo asalto por la tarde, ha sido el turno del centenar de aficionados
que esperan a las puertas del Wallis Annenberg Stadium para tratar de
cazar alguna firma, foto o gesto de sus ídolos. O de Roberto Carlos, muy
aclamado. “Yo vengo a por el autógrafo de Toni Kroos”, reconocía
simpático un aficionado que se molestó en escribir su pancarta en
alemán. Lo consiguió. También un joven que repartió un pequeño balón
entre los jugadores, que se convirtió un balón de oro cuando Jude Bellingham lo autografió. “Esto lo es todo para mí, es el mejor fichaje de la temporada”, dijo a AS emocionado. Y se despidió con un deseó: “Y el próximo, Mbappé”.