Camboya ‘entra’ en la guerra

Hun Sen instó a Ucrania a través de redes sociales a que no usara las bombas de racimo que Estados Unidos les proporcionará en su próximo paquete militar. “Es un enorme riesgo para los ucranianos”, puntualizó.

As.com
El gobierno de Camboya, país aún plagado de artefactos explosivos décadas después de la guerra, hizo un llamamiento a Ucrania para no usar las bombas de racimo que Estados Unidos se había comprometido a enviar en su próximo paquete militar en su guerra contra Rusia iniciada hace más de un año.

Más concretamente, el nuevo paquete estadounidense de 800 millones de dólares de ayuda armamentística a Kiev incluirá municiones de racimo disparadas por un cañón Howitzer de 155 milímetros. Su principal característica es la liberación de un gran número de pequeñas bombas que pueden matar indiscriminadamente en una amplia zona equiparable a varios campos de fútbol.

“Enorme riesgo para los ucranianos”

Sobre ello, el primer ministro camboyano, Hun Sen, lanzó una dura advertencia en su cuenta de Twitter: “Supondría un enorme riesgo para los ucranianos durante décadas o siglos si se utilizan bombas de racimo en áreas ocupadas por Rusia en el territorio de Ucrania”.

Con su publicación, el mandatario rememoró la “dolorosa experiencia” del país asiático con las municiones lanzadas por las tropas estadounidenses en la década de los 70 durante la guerra de Vietnam (1 noviembre 1955 – 30 abril 1975) y la guerra civil camboyana (11 de marzo de 1967 – 17 de abril de 1975).

2025, fecha clave para Camboya

“Ha pasado más de medio siglo y todavía no ha habido manera de destruir todos los restos” de los explosivos utilizados, puntualizó el dirigente al exigir a su homólogo estadounidense, Joe Biden, que reconsidere el envío e implorar al ucraniano, Volodímir Zelenski, que deseche su uso.

Camboya, que ha limpiado miles de kilómetros cuadrados durante años de complicados trabajos en los que asiste económicamente el país norteamericano, tiene previsto terminar con todas las minas y artefactos explosivas sin detonar en el país para 2025. En enero de este año, un grupo de ucranianos visitaron los campos minados de la nación asiática para aprender el difícil proceso de limpieza de los experimentados camboyanos.

¿Qué son las bombas de racimo?

Cabe destacar que este armamento, utilizado por primera vez por la Unión Soviética en 1943 contra las tropas nazis, está prohibido en 118 países bajo la Convención sobre Municiones en Racimo, en vigor desde 2010, pero no en Ucrania, Rusia ni Estados Unidos, que no han suscrito la declaración internacional.

Las bombas de racimo tienen un gran poder de devastación al liberar un buen número de pequeñas bombas sin precisión. Estas submuniciones pueden causar diferentes años, como perforar vehículos blindados, destruir edificios, matar o herir a personas de manera indiscriminada o producir incendios, por ejemplo en zonas de vegetación especialmente densa.

A esta capacidad destructiva hay que añadir que estas pequeñas bombas en ocasiones caen al suelo sin explotar, por lo que se convierten en minas antipersona, representando una amenaza para la población durante años e incluso décadas. Es más, el Comité Internacional de la Cruz Roja realizó un estudio que demuestra que tienen un índice de error de entre el 20 y el 40%.

Los Estados que han decidido prohibirlas se basan en que la experiencia muestra que incluso cuando estas bombas están dirigidas a objetivos militares, debido a la fragmentación, frecuentemente se hiere a civiles, impiden la rehabilitación y reconstrucción posconflicto y atrasan o impiden el retorno de refugiados.

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