Boca no jugó bien pero su jerarquía individual pudo más que el ímpetu del Rojo

El equipo de Almirón se impuso por 2-0 con los goles de Zeballos y Valentini; Chiquito Romero le desvió un penal a Cauteruccio

La cancha llena, una recepción digna de un equipo que pelea un campeonato y la exposición de un amor inquebrantable intentó ocultar la existencia de un mar de fondo que se ha venido encrespando en el Rojo en las últimas semanas. Conscientes de la realidad de un club al que no le alcanzan las manos para tapar los múltiples agujeros que lo azotan, los hinchas no recortan ni una décima de apoyo, pero tampoco se guardan un gramo de exigencia.

Exequiel Zeballos aportó un gol y una asistencia para el éxito de Boca ante Independiente
Exequiel Zeballos aportó un gol y una asistencia para el éxito de Boca ante IndependienteLA NACION/Gonzalo M. Colini

Le duelen al simpatizante del Rey de Copas el fútbol que le entrega el equipo y la posición en la tabla. Ricardo Bochini puso los puntos sobre las íes en la semana: “Con este plantel no se puede aspirar a nada. No hay ningún jugador que te llame la atención”, dijo. Aun así, y empujado por su gente, Independiente supo disimular la mayoría de sus carencias durante más de una hora, cerrarle los caminos a Boca, robarle la pelota y controlar el partido.

En parte fue gracias a un mayor ímpetu en los duelos individuales, motivado quizás porque los tres puntos eran mucho más importante para el local que para un rival con la cabeza distraída por la proximidad de los octavos de final de la Libertadores y la llegada de Edinson Cavani. Aunque también hubo una razón táctica: Ricardo Zielinski plantó cinco volantes, uno más retrasado (Iván Marcone) y cuatro en línea, a los que se sumaba Martín Cauteruccio para tapar la salida limpia de Alan Varela y la superioridad numérica se hizo notar en las dificultades de la visita para encontrar pases por el medio.

Lo mejor del partido

Con Kevin López sobre Cristian Medina y Sergio Ortiz encima de Ezequiel Fernández, el Rojo recuperaba fácil y buscaba el ataque por afuera, sobre todo por izquierda, donde Braian Martínez le complicaba la tarde a Marcelo Weingandt.

En ese lapso le faltó a Independiente -una vez más- la categoría necesaria para transformar el dominio en mayor cantidad de ocasiones de gol, y para concretar las pocas que supo crear, casi todas monopolizadas por el Chaco Martínez, tan insistente para fabricarlas como poco fino para definirlas. Sergio Romero le frustró el festejo a los 10 y a los 43, y Javier Báez no alcanzó a desviar su derechazo enroscado a los 24.

Chiquito Romero, una de las figuras de Boca, le desvió un penal a Cauteruccio y también tuvo atajadas clave
Chiquito Romero, una de las figuras de Boca, le desvió un penal a Cauteruccio y también tuvo atajadas claveLA NACION/Gonzalo M. Colini

En la vereda de enfrente hubo demasiado poco para contar, apenas dos aproximaciones que llegaron de rebote. Rodrigo Rey anticipó a Darío Benedetto en la primera y Miguel Merentiel no pudo puntear un centro de Norberto Briasco en la segunda.

El descanso no aflojó ni el aliento que bajaba de las tribunas ni el empuje del equipo en la cancha. Mantuvo sus índices de intensidad Independiente, continuó con los suyos de imprecisión y hasta algo de indolencia Boca. Hasta que promediando la etapa la diferencia de categoría individual hizo su aparición con toda su fuerza. A los 26, Frank Fabra, que había ingresado en la segunda parte, se mandó al ataque por primera vez para buscar un pase largo de Nicolás Valentini: sombrero exquisito a Báez y centro preciso para Exequiel Zeballos. 1 a 0.

Independiente v Boca. 29-07-23
Independiente v Boca. 29-07-23LA NACION/Gonzalo M. Colini

Apenas tres minutos después, Benedetto fue al suelo a cortar un centro de Ayrton Costa. Mano clara y penal. Ejecutó Cauteruccio con escasa convicción y Sergio Romero desvió sobre su derecha. Y como a perro flaco le sobran pulgas, a los 31 Valentini ganó en el segundo palo un córner ejecutado por Zeballos y su cabezazo cruzado sentenció el resultado.

Fue entonces que se evaporaron los cantos de apoyo y surgieron las protestas. El “que se vayan todos” y los insultos a la comisión directiva surcaron el aire y le bajaron el telón a un pésimo torneo del Rojo que, peor aún, deja abierta la ventana de un futuro todavía más oscuro.

Independiente v Boca. 29-07-23
Independiente v Boca. 29-07-23LA NACION/Gonzalo M. Colini

Boca estuvo muy lejos de jugar bien. Dio ventajas tácticas y motivacionales, pero le alcanzó con la seguridad de su arquero y un par de destellos en ataque para estirar su racha triunfal y esperar lo que viene rodeado de un aura de optimismo.

Es lo que tiene la jerarquía: no precisa de grandes demostraciones para imponer su contundente autoridad.


Entradas populares