Atlético Tucumán vs. Independiente, por la Liga Profesional: en un partido muy chato, un penal discutible señalado por el VAR fue la única ventaja para el Decano
“Nos sentimos perjudicados”, dijo Matías Giménez, delantero del Rojo; el entrenador Zielinski fue muy crítico de la tarea de Echavarría
Después de un torneo con más decepciones que alegrías, existe entre los hinchas del Rojo una marcada división de opiniones. Por un lado están los que aceptan la escasez de material -aumentada tras las bajas prematuras de Mauricio Cuero y Juan Cazares, más las prolongadas lesiones de Tomás Pozzo y Rodrigo Márquez- y con ello, el planteo con muchos volantes y un único delantero expuesto en La Plata y Santiago del Estero. Por otro, los que entienden que se trata de una renuncia anticipada e inexcusable a buscar opciones de ataque.
En la que fue su casa durante un largo tiempo, el Ruso (ovacionado por los hinchas tucumanos antes del partido) no se inmutó ante las discrepancias y mantuvo su apuesta en el arranque. Con el 4-1-4-1 dibujado sobre el terreno, repitió algunos parámetros de funcionamiento el Rojo (vestido completamente de azul, con estreno de camiseta incluido), aunque no alcanzó esta vez la eficacia conseguida en anteriores ocasiones, y esto fue más allá del resultado final.
El Decano llegó al choque con 10 puntos sumados en los 4 partidos anteriores, los disputados desde la asunción de la dupla técnica que integran Favio Orsi y Sergio Gómez, con el agregado de no recibir goles, y demostraría durante los 90 minutos la solidez defensiva que es la base para prolongar la racha y alejarse del fondo de la tabla.
El orden en la marca de Atlético en la mitad de la cancha y la seguridad que otorgaron en el fondo el arquero Tomás Marchiori y Bruno Bianchi (iba para figura de la cancha pero lo arruinó sobre la hora con una expulsión que pudo haber evitado) privaron a Independiente del control de juego que había disfrutado en varios pasajes de los partidos ante Gimnasia y Central Córdoba y le quitaron profundidad en la llegada. Martín Cauteruccio vivió todo el encuentro a contramano, los volantes nunca descubrieron pasillos para pisar el área con posibilidades y todo quedó limitado a algunos lanzamientos lejanos, con Patricio Ostachuk como sorprendente protagonista y siempre bien respondidos por el arquero local.
Lo mejor del partido
El duelo, vale aclararlo, fue uno más dentro del tono muy menor del campeonato. Entre el mal estado del césped, que facilitó resbalones e imprecisiones varias; el exceso de vehemencia de los jugadores, el énfasis puesto en defender y la falta de creatividad en ofensiva, el “espectáculo” fue una sucesión de choques, faltas y errores de todo tipo. Si al final el 1 a 0 benefició al Decano fue producto de una acción aislada, aleatoria y discutible.
Transcurría un cuarto de hora de juego cuando Mateo Coronel metió un pase de cabeza para la diagonal de Braian Guille, que había escapado de la mirada de Ostachuk. El volante surgido de Racing, que alguna vez jugando para Brown de Adrogué marcó el gol que eliminó a Independiente de una Copa Argentina, apareció por detrás del defensor, lo anticipó y se desparramó en el área cuando fue aparentemente tocado por el 4 del Rojo. Pablo Echavarría, de pésima actuación, dejó seguir, pero a instancias del VAR modificó su decisión y Marcelo Estigarribia convirtió el penal. “No me gusta hablar de los árbitros pero lo de hoy fue una vergüenza porque tuvo una incidencia clave en partido”, dijo al respecto Zielinski.
El tanto cerró el mejor tramo de la tarde. Un primer envión local que cortó Rodrigo Rey desviando al córner un cabezazo del goleador del partido a los 90 segundos, seguido tres minutos más tarde por la primera estirada afortunada de Marchiori ante un remate de Ostachuk. A los 11, una buena combinación entre Brian Martínez y Ayrton Costa finalizó con un centro rasante del delantero chaqueño que nadie llegó a empujar.
Lo que se vio de allí hasta el final fue un manojo de despropósitos. Buscó el empate el Rojo a pura voluntad y se defendió sin mayores esfuerzos Atlético, que desperdició las pocas opciones de contraataque que dispuso. Nada movió el 1 a 0. Mantuvieron su racha los tucumanos; continúa sin ganar dos partidos seguidos Independiente. Para uno y otro, la vida sigue igual.