‘The Flash’, crítica. Una película de superhéroes que tiene alma
El argentino Andy Muschietti consigue revertir la tendencia negativa de DC con una historia que combina todo: drama, comedia, acción y, sobre todo, corazón.
Aunque de algunas de estas ataduras no se libra ‘The Flash’, lo cierto es que la cinta va más allá gracias a que Andy Muschietti ha urdido una historia emotiva, y el argentino debe mucho de ello al gran trabajo de Maribel Verdú, que proporciona ese punto de anclaje a la realidad de la que el cine de superhéroes se había divorciado.
Ezra Miller ¿sí o no?
The Flash llega precedida por la polémica de su protagonista, Ezra Miller, cuya continuidad en el personaje está aún en el aire. Su vida personal ha pasado a formar parte de la mejor ‘no promo’ de la película y ello eclipsa en parte un trabajo notable. Con Ezra me pasa igual que con Jim Carrey, su excesiva gestualidad facial acaba por devorar al personaje, pero hay que reconocer que aquí anda más comedido y que su doble interpretación del personaje de ‘The Flash’ en líneas temporales diferentes refleja talento.
Porque como no, de nuevo estamos envueltos en el concepto de moda en el cine: el Multiverso, que aquí se mezcla con viajes en el tiempo, conceptos cuánticos y todo tipo de parafernalia que sirve para justificar todo. Aunque es cierto que se usa con cierta mesura y sentido común, manteniendo al espectador en una línea temporal capaz de comprender qué está pasando en la pantalla.
Vuelve Michael Keaton
El Multiverso da para mucho y uno de sus múltiples usos es el poder recuperar personajes sin pudor ninguno. Por ‘The Flash’ desfilan varios Batman y varios Superman, algunos sorprendentes, muchos emotivos y uno que por fin justifica los 20 millones que cobró por una película que no hizo. Pero entre todos ellos destaca Michael Keaton, el hombre que le cambio la voz al vigilante y que dejó para siempre el “I´m Batman”. Magnífica actuación en su papel de vigilante abuelete y de vuelta ya de todo, que eclipsa sin aspavientos ni muchos planos al propio Ezra Miller. Otro que regresa en el papel de Batman es Ben Affleck y con mejor resultado que cuando tuvo todos los focos.
Una historia coherente y previsible
A pesar de saltos temporales, realidades alternativas y demás conceptos científicos estamos ante una historia sencilla que apela a los valores tradicionales de la verdad y el amor sin contraprestaciones. Todo ello se adereza con un sentido del humor más inteligente de lo que suele ser en el género y unas escenas de acción que ya no sorprenden por todo lo que hemos visto en los últimos años en el cine. No es que no estén bien rodadas, es ya forman parte de un paisaje conocido: tiempo bala, efectos de luces, explosiones y batallas con muchos personajes ocupando plano. El conjunto resulta entretenido.
La historia tiene un desenlace emotivo, pero previsible. Esto no es ‘El Sexto Sentido’ ni lo pretende. Muschietti va dejando suficientes pistas para saber dónde termina el viaje, su relato va más de la pérdida de un ser querido y la superación del trauma, que de peleas entre seres con enormes poderes.
Conclusión
‘The Flash’ es una película entretenida, divertida por momentos, que conecta con el espectador por una vía a la que había renunciado las películas de superhérores: el corazón. Quizá la mirada latina haya dado otro enfoque distinto al personaje, pero lo cierto es que la nueva perspectiva le ha sentado bien. El espectador de este tipo de filmes se va a sentir reconfortado porque encuentra todos los elementos que demanda y aquel que caiga por accidente en el cine no va a salir espantado: hay suficientes argumentos para verla, aunque no se guste del género.
Ahora solo queda por ver que hace James Gunn con Ezra Miller y como acopla el personaje dentro del nuevo universo que va a crear. Si todas las películas de DC de los últimos años hubieran tenido este nivel quizá DC no hubiera tenido que robar a Marvel uno de sus grandes talentos.