Segundo de Alonso con dudas
Viernes incierto en Barcelona: muchos test de aerodinámica y neumáticos. Verstappen manda. Sainz, séptimo con un Ferrari renovado. Riesgo de lluvia.
Red Bull y Mercedes traen un nuevo difusor con leves retoques. Aston Martin estrena alerón delantero con novedades y un trasero adaptado a la carga aerodinámica de Barcelona. Ferrari ha puesto en la pista unos pontones al estilo del RB19, aunque no tan extremo, que suponen el principio del fin de aquel pontón bañera tan característico desde el F1-75, y luego SF-23. Vasseur no dirá en público que tienen que cambiar el concepto del coche, aunque es bueno que, aparentemente, haya escuchado las señales.
Buenas sensaciones en Ferrari
En cualquier caso, es positivo que Alonso se marche a la reunión con los ingenieros a 0.170 de Verstappen. El AMR23 funciona aparentemente en cualquier superficie. En el Circuit vuelve la degradación extrema gracias a las curvas de alta velocidad. En una carrera que tradicionalmente se plantea a dos paradas, la buena gestión de neumáticos del Aston Martin debe ser una ventaja para el bicampeón. En cuanto a Sainz, su séptimo puesto (0.367) no es negativo. Sin el trallazo en la curva 13, en su mejor vuelta, y teniendo en cuenta lo pronto que hizo su mejor intento (al inicio de la sesión), las sensaciones en Ferrari son buenas. Al fin y al cabo, es un coche que cada sábado se acerca, más o menos, a la lucha por la pole.
La jornada sí deja una conclusión: qué bonito es Montmeló sin la chicane del tercer sector. La nueva ‘13′ es a fondo, pero la entrada a meta en la ‘14′ se vuelve rapidísima. Acierto. Y otro punto caliente: la previsión meteorológica predice un 60% de probabilidad de lluvia a la hora de la clasificación del sábado. Y otro 40% el domingo durante la carrera. Quizás el agua sea el factor desequilibrante que altere una carrera habitualmente estable, y que complique la victoria a Verstappen. Falta hace. La lluvia y las alternativas.