Racing encontró un empate en Córdoba con las manos de Tagliamonte y los pies de Maxi Moralez
La Academia empató 1-1 en su visita a Instituto, con buenas actuaciones del arquero suplente y del experimentado volante
Los de Tagliamonte y Moralez son los nombres propios que explican por qué Racing se trajo un punto de Córdoba. Para el mediocampista de 1,59 metros y 36 años no se trata de un gol más, aunque entre el dolor y que la Academia quería ir en busca del triunfo casi no lo festejó. El último tanto de Moralez con la camiseta celeste y blanca fue hace casi 15 años, el 22 de noviembre de 2008, un empate 1 a 1 ante Gimnasia La Plata, por la fecha 16 del torneo Apertura.
No fue el regreso que esperaba Moralez, que arrancó el año como titular en el equipo de Gago pero luego fue perdiendo consideración. En Alta Córdoba, le tocó ingresar a los 15 minutos del segundo tiempo. Otra vez en desventaja, como le pasó a la Academia en 11 de las 19 fechas que jugó en este campeonato. Parecía otra noche negra para el santafecino, que arrancó con ese resbalón que casi lo obliga a pedir el cambio. Pero Maxi se aguantó el dolor y siguió en la cancha.
Tuvo premio con esa jugada, en la que también tuvo una segunda chance: el primer rebote tras el remate al travesaño de Gabriel Hauche se lo atajó Manuel Roffo, pero en la segunda pelota que cayó en el área chica la mandó adentro. El VAR le puso suspenso, pero Silvio Trucco convalidó el tanto.
Lo mejor del encuentro
Cuando se fue de Racing en 2008, Moralez dejó el club como capitán con 21 años. Pese a su corta edad, llegó a vivir casi todo en la mitad celeste y blanca de Avellaneda en ese primer ciclo. El símbolo fue su gol en la Promoción ante Belgrano, para salvar al equipo del descenso. En este regreso, la expectativa era disfrutar de otra etapa del club. Casi no lo pudo hacer. Ni su nivel individual ni el andar del equipo fueron los esperados. Al menos, le llegó el gol.
En la noche cordobesa, le tocó terminar en la cancha con otros juveniles surgidos del club, que no pasan los 20 años y que suman un puñado de minutos en primera como Catriel Cabellos, Baltasar Rodríguez, o Tomás Pérez. Su tanto llegó tras una asistencia de Cabellos. Un gol que le permite a Racing sumar tres partidos consecutivos sin caídas, un bálsamo en medio del mal presente que atraviesa en el torneo local.
Racing sufrió en Córdoba el mismo padecimiento que tuvo a lo largo de todo el semestre. Si a la Academia se le caen algunas piezas de su equipo titular, el funcionamiento se resiente demasiado. Por la fecha FIFA, Fernando Gago no pudo contar con Gabriel Arias (Chile), Matías Rojas (Paraguay) y Paolo Guerrero (Perú). Además, Leonardo Sigali no viajó a la provincia mediterránea porque se recupera de un desgarro. Aníbal Moreno se sentó en el banco de suplentes.
Sin su columna vertebral, la Academia sufre horrores. De los 19 partidos que disputó en el torneo, arrancó perdiendo en once. Es demasiado. Sobre todo para un equipo que no parece encontrar demasiados argumentos para reaccionar. De esas 11, ocho terminaron en derrota. El consuelo parece ser que esa historia no se repitió en las últimas dos ocasiones: ni en Florencio Varela, ante Defensa y Justicia, ni en Córdoba, ante Instituto. Y eso se lo debe a Maximiliano Moralez.