Por qué la AFA modifica los descensos y mantiene los 28 equipos
El jueves se aprobará por Asamblea que bajarán sólo dos y que los torneos de Primera seguirán con la misma cantidad de participantes. Cuáles son los argumentos para cambiar en el medio de la temporada y quiénes se benefician.
Por otro lado, está el temor y el pánico que genera el descenso, algo que provoca crisis institucionales en equipos importantes como por ejemplo Vélez, Huracán e Independiente. Con manifestaciones y protestas por parte de los hinchas hacia los dirigentes. Si se baja la cantidad de descensos y a su vez se establece que se mantengan los 28 clubes en la máxima categoría, esto baja por una cuestión matemática el margen de posibilidades de perder la categoría. Más allá de que la tabla anual sea un peligro y tanto en Avellaneda como en Liniers y Parque Patricios estén comprometidos por
ella y no por los promedios que miden tres años de competencia.
La cuestión económica, por otro lado, no representa un inconveniente según lo que piensan los principales impulsores de estos cambios: el buen momento de la Selección Argentina incrementó los ingresos de la AFA (hay más dinero para repartir). A su vez, la gran relación que tiene Claudio Tapia con Gianni Infantino -presidente de FIFA- y con Alejandro Domínguez -capo de Conmebol- resulta en que los clubes argentinos perciban buenos ingresos y no sea un problema repartirlos entre 28 instituciones de Primera y tampoco para el Ascenso. Los sponsors no paran de acercarse a la AFA, y la casa madre del fútbol es de las pocas instituciones a nivel país que se puede dar el lujo de elegir y elevar sus pretensiones a la hora de asociarse con los interesados. Claro, ¿a quién puede no atraer un vínculo con una asociación que es campeona del mundo? Y como si esto fuera poco, la Liga Profesional y la AFA van de la mano, algo que no ocurría cuando existía la Superliga.
Sólo será un mero trámite, entonces, que se aprueben seguramente por unanimidad el próximo jueves 22 estas modificaciones que afectan a la Primera División. Sin dudas que, más allá de la cuestión de fondo, no es para nada prolijo cambiar en el medio de la temporada (la mirada general es que hay un juego de presiones de algunos clubes que termina triunfando). Sin embargo, y pese a que esta determinación no cae nada simpática en el mundo del fútbol, en nuestro país los dirigentes saben que es algo que pueden decidir sin escuchar las criticas y que baja la tensión entre los hinchas.