Otro Madrid, otro dibujo
El Real Madrid 2023-24 estrenará esquema: del 4-3-3 habitual al 4-3-1-2, favorecido por un centro del campo con ‘overbooking’. Bellingham será clave como ‘diez’.
Sin ‘9′
La intención inicial del técnico, como informó este periódico, era que Harry Kane fuera su nuevo Karim, con Havertz como opción complementaria. No obstante, hacerse con el capitán del Tottenham o con el alemán del Chelsea supondría un esfuerzo económico muy importante similar a los 103 millones de euros desembolsados por Bellingham y el punto de mira en términos de mercado ya se posa en 2024, cuando se perfilará un nuevo asalto por Mbappé. La magnitud de la operación del francés es enorme, más allá de lo económico, y eso condiciona el aterrizaje de un delantero centro que, a un año vista, pueda colisionar con el astro del PSG. De ahí que se le haya comunicado a Ancelotti que la opción ‘9′ top queda descartada y el italiano haya trazado este reseteo táctico.
Un nuevo dibujo auspiciado en el overbooking que presenta la sala de máquinas respecto a un ataque donde, además de Benzema, Asensio, Hazard y Mariano han hecho las maletas y sólo Joselu y Brahim estrenan taquilla. En cambio, las incertidumbres contractuales con Kroos, Modric y Ceballos se han resuelto en renovación (sólo falta el anuncio oficial de Luka, que sigue seguro hasta 2024). Con el añadido dorado de Bellingham, y Camavinga, Valverde y Tchoaumeni ya en plantilla, son siete los centrocampistas con los que Ancelotti va a planificar el curso. La temporada será larga y habrá minutos para todos, pero ya se trabaja con las pinceladas del relevo generacional.
Cambio de guardia
La importancia de Modric y Kroos será suprema, es indiscutible. De otra forma no hubieran apalabrado su continuidad, pero el once de gala que ya se barrunta internamente tiene tintes de cambio de guardia. A pesar su final de temporada timorato, desde el club se perfila el futuro del centro del campo con Tchouameni como pivote y desde la pretemporada tendrá el respaldo para recuperar una titularidad que fue perdiendo tras el Mundial. Mientras que la escolta de Bellingham se baraja sea completada por Valverde y Camavinga: a la derecha, el Halcón, a la izquierda, un Cama que verá cumplido su deseo de volver a sus orígenes. Mucho futuro y, sobre todo, mucho músculo y fortaleza física.
Mutación que obedece a la evolución que ha seguido el fútbol en los últimos años y que explica el perfil de jugadores que el equipo blanco ha ido incorporando temporada a temporada hasta completar la transición. El papel de Modric y Kroos, como decimos seguirá siendo crucial, especialmente en noches de tronío donde su experiencia resultará clave, pero su rol a priori será más complementario y enfocado a atemperar esfuerzos para que destapen el tarro en momentos puntuales. Sin olvidar que este nuevo esquema, con cuatro centrocampistas, abre el minutaje disponible a lo largo de la temporada. Incluso Ceballos, el séptimo en discordia, siente, así se lo ha comunicado Carletto, que aparecerán las oportunidades.
Mientras que la retaguardia es la línea que sufrirá menos modificaciones, pues Ancelotti mantendrá a tres de sus jugadores fetiche, con un recién llegado como variable. Fran García no ha vuelto para ser complemento, sino figura importante y parte con ventaja respecto a Mendy para ser el ‘3′ titular del equipo (el asalto a Davies está trazado para 2024). El flanco contrario será, un año más, para Carvajal, Militao como mariscal defensivo y Alaba, uno de los favoritos del técnico de Reggiolo, como central zurdo. Una guardia pretoriana que será la última línea de resistencia previa a Courtois, con Nacho y Rüdiger ávidos de aprovechar cualquier rendija. El Real Madrid 2023-24 echará a andar el 10 de julio y lo hará con un nuevo esquema en la pizarra. Otro Madrid, otro dibujo.