Luciano Rodríguez vale un Mundial
El extremo uruguayo volvió de sus dos partidos de sanción para anotar el único gol del partido ante Italia y darle a la Celeste su primer título mundial Sub-20.
La absoluta, ahora en las manos de Marcelo Bielsa, tiene una regeneración asegurada en este grupo de futbolistas que parecen llevar una década en la élite por la manera en la que han encarado este torneo. De Boselli a Fabrizio Díaz pasando por Matturro o el goleador Rodríguez. Enorme potencial para formar parte de la élite y alargar el milagro charrúa a nivel global.
La Celeste arrancó el partido como si cada jugador estuviese acostumbrado a jugar un partido de este calibre cada semana. Con el arco entre ceja y ceja buscaron de manera constante los disparos de media distancia por medio de Luciano Rodríguez y Fabrizio Díaz. En un par de casos la pelota rozó el arco con Desplanches ya prácticamente batido. El arquero italiano sí que fue decisivo en la mejor ocasión del primer tiempo, cuando repelió a córner un testarazo de Duarte.
El cuadro sudamericano presionó con intensidad a su rival en cada intento y agobió por momentos a base de garra y mordiente. Italia trató de bajar el ritmo a toda costa pero en ningún momento fue capaz de tomar el control del juego. Baldanzi dejó alguna intervención aislada pero Casadei desapareció por completo, en buena parte gracias al trabajo defensivo uruguayo.
En el entretiempo Italia ya realizó el primer cambio y a los 55 minutos Nunziata completó otras dos variantes. El equipo no funcionaba y gastaba dos ventanas para intentar cambiar la dinámica del juego. Uruguay mantenía la agresividad y la facilidad para golpear desde la frontal. Más aún cuando entró Ferrari y aportó entre centrales desde el primer momento.
Con el paso de los minutos crecía la tensión y la polémica también jugó un papel importante. El colegiado mostró roja directa a Prati cuando golpeó a la altura de la rodilla a un rival pero el VAR intervino y tras una revisión que puedo caer de cualquier lado se revertió la decisión y el futbolista italiano solo fue sancionado con amarilla.
Cuando ya la prórroga parecía inevitable Uruguay forzó otro córner con un disparo desde la frontal de Díaz. La acción más repetida a lo largo del choque. En este caso la charrúa se impuso de nuevo en la estrategia y tras una serie de rebotes la pelota llegó al segundo palo, donde Luciano convirtió liberado. El VAR revisó la acción durante unos segundos agónicos y la afición uruguaya que colmaba el estadio de La Plata celebró el tanto por segunda vez.