Liga Profesional: Estudiantes y San Lorenzo, en un empate con un final muy caliente por el penal que Batalla le atajó a Rollheiser

Igualdad en La Plata entre dos animadores del torneo; Ascacíbar abrió el marcador y Bareiro puso la paridad; ánimos alterados en el cierre

Un penal que fue sancionado luego de que Yael Falcón Pérez revisara en el VAR la falta de Gastón Campi sobre Eros Mancuso. Gran revuelo alrededor del monitor, con integrantes de los dos equipos acosando al árbitro. Fue amonestado Rubén Insua y el clima se ponía tenso. La batalla psicológica continuó con la “charla” desestabilizadora de Batalla a Rollheiser cuando acomodaba la pelota en el punto del penal. Le llegó a tirar un poco de agua de la botella sobre la cabeza del jugador de Estudiantes.

Ascacíbar, autor de un golazo, es alzado por Benedetti en el festejo
Ascacíbar, autor de un golazo, es alzado por Benedetti en el festejoFotobaires

El arquero de San Lorenzo ganó el duelo: se arrojó sobre su izquierda y desvió el remate. Evitó la derrota de un Ciclón que acumula seis partidos sin victorias entre la Liga Profesional y la Copa Sudamericana. Luego, Batalla le dio un tono coloquial a su entrevero con Rollheiser, ambos con pasado en River. “Nos conocemos de hace un montón de años con Benja, lo quiero mucho, charlamos, nada fuera de lugar. Es un excelente jugador”, expresó Batalla, que cuestionó el comportamiento de los alcanza-pelotas de Estudiantes.

Es casi una regla general que los futbolistas argentinos regresan de Europa por dos motivos: ya de veteranos, o porque no consiguieron establecerse como pretendían. En este último ítem hay que ubicar a Santiago Ascacíbar, que a los 26 años le sobra energía. La desplegó en Stuttgart, donde vivió la experiencia de un descenso; en Hertha Berlin, ya con menos continuidad entre los titulares, y en Cremonese, del que emigró a fines de 2022, con un equipo que naufragaba por el fondo de la tabla y no evitó el descenso.

Lo más destacado de Estudiantes 1 - San Lorenzo 1

No dudó cuando a principios de este año recibió el llamado de Estudiantes, el club en el que debutó con 18 años y con el tiene una profunda identificación. Era un regreso a casa. Vino a préstamo y el reencuentro es tan fructífero que ya se acordó que comprarán su pase en dos millones de dólares. Los cuatro años y medio en Europa lo hicieron crecer como jugador, un plus a su habitual despliegue. Como volante interior llega al área rival por sorpresa y con contundencia. Se hace sentir, es determinante. Un jugador más completo, seguramente el mejor de la campaña de Estudiantes y uno de los más destacados de la Liga Profesional.

Estudiantes remató una sola vez al arco en el primer tiempo y fue gol. El zurdazo de Ascacíbar desde fuera del área entró pegado a un poste, el arquero Batalla no pudo atinar a nada. Fue el cuarto tanto del volante en el torneo. Solo un goleador de raza, como Mauro Boselli, lo supera en efectividad, con seis tantos. El segundo para el “Ruso” Ascacíbar desde fuera del área (el primero, a Sarmiento); a Huracán le marcó de tijera, y contra Newell’s definió en la boca del arco, como un centro-delantero.

Barrios intenta dejar atrás a Lollo y Ascacíbar
Barrios intenta dejar atrás a Lollo y AscacíbarFotobaires

El golazo sacudió un primer tiempo chato y parejo, con Estudiantes un poco mejor organizado y de juego algo más fluido. San Lorenzo estuvo muy plano, poco propositivo. Con Campi en lugar del ausente Braida tuvo menos recorrido por la izquierda. Elías y la “Roca” Sánchez no activaban al resto desde la zona central. El “Perrito” Barrios pidió jugar pese a un duro momento personal (falleció un hermano), pero era evidente que su cabeza no estaba en la cancha. Para la segunda etapa lo reemplazó Andrés Vombergar, que disputa sus últimos minutos en el Ciclón, antes de subirse a un avión para incorporarse a Al-Ittihad Kalba, de los Emiratos Árabes.

Reaccionó San Lorenzo en la segunda etapa, le dio más fútbol la entrada de Gonzalo Maroni, que en un desborde por la izquierda sirvió el centro que superó la estirada de Andújar para la definición de Adam Bareiro. Se sacudió la mufa el delantero paraguayo, hundido en una racha de 15 cotejos sin marcar (1053 minutos, desde marzo, frente a Gimnasia). Estudiantes bajó el ritmo y le apareció un problema en la derecha, donde Eros Mancuso, que entró por el lesionado Leonardo Godoy, se vio superado en más de una oportunidad. Padecía con Maroni y Leguizamón. Gattoni y Leguizamón estuvieron cerca del segundo. En poco más de 20 minutos, San Lorenzo había llegado mucho más que en todo el primer tiempo.

Bareiro empieza a festejar su gol, el del empate de San Lorenzo
Bareiro empieza a festejar su gol, el del empate de San LorenzoFotobaires

Eduardo Domínguez intentó activar el ataque con el ingreso de Carillo por Boselli, que estuvo bastante desconectado. Estudiantes necesitaba más de la zurda de Rollheiser, mientras un inexpresivo Zuqui le dejaba su lugar a Matías Godoy. San Lorenzo estaba más afirmado en defensa, con el bloque que forman Rafa Pérez, Gattoni y Hernández.

El escenario invitaba a que San Lorenzo se animara un poco más, en busca del triunfo, pero Insua prefirió más control en el medio con la entrada de un volante, Insaurralde, por Bareiro. Estudiantes apretó más sobre el cierre ante un rival que se conformaba con el empate. Lo consiguió, no sin sufrimiento, por la intuición y los reflejos de Batalla en la última atajada del partido. Se llevó un punto, sí, pero no logró cortar la mala racha. 


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