La enfermedad genética que tiene una demora en el diagnóstico de hasta 5 años
Se trata de la Amiloidosis Hereditaria por Transtiretina. En su Día mundial, qué es esta patología poco frecuente y progresiva que afecta a los adultos y altera el funcionamiento de los nervios
“Es una de las Enfermedades Poco Frecuentes que afecta el sistema nervioso, corazón, tracto gastrointestinal”, explicó, en diálogo con Infobae, el doctor César Crespi (MP115.409 / MN 124 765), Médico Hepatólogo del Centro de Referencia en Enfermedades Raras y de Dificultoso Diagnóstico (CERyD) del Hospital San Juan de Dios, de La Plata.
En ese sentido, destacó que “en el mundo, cerca de 50 mil personas son afectadas por la hATTR. La enfermedad se presenta en zonas endémicas, tal como sucede en Portugal, Suecia y Japón”.
En tanto, la doctora Luciana León Cejas (MN 137100), especialista en neurología en el Área enfermedades neuromusculares del Hospital Británico de Buenos Aires, añadió: “Brasil estima que cuenta con unos casi 1000 pacientes y en Argentina estamos confeccionando un registro, junto a otros colegas, y estimamos unos casi 270 pacientes. No obstante, creemos que hay más que aún no están diagnosticados y esta es una característica de las enfermedades poco frecuentes”.
“Es una enfermedad genética poco frecuente, progresiva y de difícil diagnóstico que afecta a los adultos”, resumió Crespi. Y continuó: “Polineuropatía sugiere que afecta muchos nervios y es amiloidótica porque su daño está asociado al depósito de fibras proteicas denominadas amiloides, que tiene impacto en la estructura y en la función de los tejidos afectados”.
En ese tono, en diálogo con Infobae, León Cejas añadió: “Es un desorden genético, es progresivo, altamente discapacitante y letal sin un tratamiento oportuno. Se hereda de forma autosómica dominante, es decir en una descendencia hay un 50% de probabilidades de padecerla si alguno de los progenitores esta afectado”.
Según señaló la experta, esta patología puede afectar a “múltiples órganos y sistemas del cuerpo humano, esto le imprime un carácter sistémico y a la vez genera que diferentes manifestaciones puedan darse en una misma persona”.
Para la especialista del Hospital Británico, dependiendo del lugar en el cual se manifiesta se producen los síntomas. “Por ejemplo, cuando afecta al sistema nervioso central, los pacientes pueden tener convulsiones, alteraciones en la marcha (caminata), lesiones seudotumorales por amiloide o bien afectar el sistema nervioso periférico con dolor en pies/manos asociados a sensaciones displacenteras como pinchazos, hormigueos, ardor, electricidad”, relató.
Es más, según indicó, quienes padecen esta EPOF pueden “sufrir por alteraciones en la sensibilidad al dolor y a la temperatura quemaduras inadvertidas en pies y manos y posteriormente sobreviene la debilidad e incapacidad”. Asimismo, algunas de las afectaciones son: en los ojos, glaucoma a edades tempranas o progresiva pérdida de visión; a nivel digestivo, diarreas y/o constipación; desde el punto de vista cardiológico, variabilidad en la presión arterial, arritmias e insuficiencia cardíaca; y en lo referido a los urogenitales, disfunción eréctil a edades muy tempranas, sequedad vaginal, e incontinencia urinaria.
Sin embargo, estos no son los únicos signos, ya que los expertos detallaron otros síntomas referidos a esta dolencia. “Al tener una vasta sintomatología, que a la vez es compartida con muchas otras enfermedades, no es inicialmente sospechada, y muchos pacientes reciben otros diagnósticos alternativos. Por eso también la demora diagnóstica”, resaltó León Cejas.
Cuáles son las causas y factores de riesgo de la <b>hATTR</b>
Para decirlo de forma técnica, la TTR (Transtiretina) es una proteína sintetizada y secretada principalmente por el hígado y su función es transportar hormona tiroidea (T4) y la vitamina A. Las mutaciones genéticas alteran el formato de esa proteína, que se pliega de manera anómala formando fibras rígidas y lineales (fibrillas amiloides insolubles) que se acumulan en los órganos y tejidos.
“El gen que codifica la proteína de la transtiretina se encuentra mutado en la amiloidosis hereditaria, produciendo una proteína alterada que se depositará en los tejidos y nos dará los síntomas específicos”, detalló Crespi.
Por su parte, León Cejas destacó: “El factor de riesgo es tener un familiar afectado y a partir de allí heredar la variante. Es importante mencionar que ser portador de una variante patogénica no siempre significa que una persona desarrolle los síntomas y signos de la enfermedad”. “Esta es una patología con gran variabilidad aún dentro de una misma familia, es decir algunos pacientes se pueden afectar más y otros menos, mientras que otros tal vez nunca la desarrollen”, agregó.
De todos modos, la experta resaltó que distintas investigaciones identificaron que “pertenecer a determinadas áreas geográficas, como las llamadas zonas endémicas, ser del sexo masculino y haber heredado la mutación de una madre afectada, imprime un mayor riesgo de desarrollar sintomatología”.
“Lo más importante que yo le transmito a mis pacientes es que no dejen de controlarse, que ante el menor de los síntomas podamos estudiar si realmente estos son atribuibles o no la patología. Mientras que en los caso de pacientes sintomáticos, el seguimiento es cada 3 o 6 meses, y en el caso de portadores asintomáticos concurren una vez al año para controles y evaluaciones multidisciplinarias”, agregó.
Cuáles son los síntomas de la <b>hATTR</b>
Los expertos destacan la importancia de obtener un diagnóstico precoz para poder detener el avance de la enfermedad, ya que hasta el momento no tiene cura. “Las manifestaciones clínicas son multisistémicas y debilitantes, con importante impacto psicológico y familiar”, indicó Crespi. Además, aseguró que la detección de la enfermedad en etapas tempranas se realiza entre los 25 y 35 años y en un estado avanzado a los 50, aunque aclaró: “Siempre es prudente sospechar ante cualquier caso de Polineuropatía”.
“Los síntomas más incipientes e iniciales son hormigueo y pinchazos en los miembros inferiores (específicamente en los pies) esa sensación irá ascendiendo. Esto se denomina manifestación de polineuropatía periférica; luego se puede sumar un problema motor, que progresa a debilidad muscular, con dificultad para caminar hasta la fase avanzada (silla de ruedas o postrados)”, destacó el experto.
En palabras de Crespi, “la neuropatía periférica es un desafío de diagnóstico porque tiene múltiples causas y también se manifiesta a nivel autonómico, es decir en aquellas funciones independientes de nuestra voluntad”. Es por eso que destacó: “Se puede tardar entre 3 a 5 años hasta llegar al diagnóstico de certeza”.
La importancia de un diagnóstico precoz para una mejor calidad de vida
Ambos expertos aseguraron que, por las manifestaciones que presenta esta enfermedad puede asociarse a distintas patologías. Aunque aclararon que, si existe un antecedente familiar y hay una sospecha, existen pruebas que pueden impulsar un diagnóstico precoz.
“Si existe la sospecha, la confirmación patológica de depósito amiloide y el diagnóstico genético son altamente recomendados. Además, investigaciones adicionales como evaluación neurológica, cardíaca, autonómica y oftalmológica, pueden dar más seguridad para obtener el diagnóstico correcto”, indicó el médico del Hospital San Juan de Dios de La Plata.
Y continuó: “Primero debe hacerse un buen examen físico y si tiene síntomas en los miembros inferiores, un electromiograma es uno de los estudios más importantes. Otro estudio de relevancia es el ecocardiograma (una ecografía del corazón), y también se puede solicitar un tilt test (se ubica al paciente en una camilla y cambiar de posición y ver cómo reacciona su sistema cardiovascular) si las manifestaciones clínicas lo ameritan”, detalló.
“El test genético es un componente crucial para determinar la enfermedad, pero cuando se desconoce la mutación o cuando no hay historia familiar se debe realizar secuenciación completa del gen TTR para la identificación de la variante genética correspondiente”, indicó León Cejas.
Entre los estudios, el experto afirmó que se puede realizar una biopsia de tejido para una confirmación de depósito amiloide, al tiempo que aclaró que “un resultado negativo no descarta el diagnóstico, por lo cual si la sospecha persiste debemos seguir estudiando al paciente”. Este procedimiento puede realizarse en lugares menos invasivos, como la biopsia de glándulas salivales menores (mucosa oral) o extracción de grasa subcutánea abdominal.
“Lo más importante es sospecharla y de esa manera podemos acelerar los tiempos de diagnóstico. Hoy, en Argentina se dispone, de forma gratuita, del test genético, es por eso que ningún paciente debería quedar excluido de estudiarse”, dijo la experta del Hospital Británico.
Y agregó: “Tenemos que educar en enfermedades poco frecuentes, hablar de esta y otras EPOF permitió que muchos colegas puedan diagnosticar más pacientes”. “Esta es una patología que puede llegar inicialmente al consultorio de diversas especialidades, y por lo tanto la educación médica continua en la misma y el trabajo multidisciplinario mejorarán el reconocimiento”, dijo y añadió: “Confirmado un caso índice (es decir el primer integrante familiar identificado) se debe ofrecer la prueba al resto de los miembros que desee testearse”.
¿Cuáles son los tratamientos de la <b>hATTR</b>?
“Si bien no hay una cura por ahora, hay tratamientos modificadores de la evolución de la patología que deben ofrecerse a los pacientes sintomáticos”, resalto León Cejas. En ese tono, explicó que estas terapéuticas “han ido evolucionando a lo largo de los años, y realmente han cambiado la historia de la enfermedad”.
Según advirtió, en el 2000 solo se podía realizar un trasplante hepático, pero ahora es una técnica útil solo para pacientes seleccionados. “La verdadera revolución fue la llegada en el 2011 del primer tratamiento oral aprobado. De allí, en adelante, se aprobaron terapias con oligonucleótidos y silenciadores del ARN mensajero, las cuales cambiaron la historia gracias a sofisticadas tecnologías”.
“Cada día se avanza más en nuevas opciones terapéuticas para la amiloidosis asociada a transtiretina, por eso es tan importante poder diagnosticarla rápidamente, detectar a los pacientes en riesgo y, precozmente, poder ofrecerles un tratamiento que modifique su evolución”, concluyó.