Gal Gadot: «No me obsesiona mi aspecto y no me cuestiono si ha opacado mi talento. No me hago esas preguntas»

Tras conquistar la taquilla e inspirar a toda una generación con 'Wonder Woman', Gal Gadot exhibe sus superpoderes también detrás de la cámara para interpretar los personajes con los que siempre soñó. El 'thriller' de espías 'Heart of Stone' es el primer —y adrenalínico— ejemplo.

Gal GAdot

‘Total look’ de Dolce & Gabbana. Foto: Thomas Whiteside

Su personaje en Heart of Stone se aleja del arquetipo de protagonista masculino del género. No intenta salvar el mundo por sí sola, sino que se apoya en las relaciones que forja durante el camino.
Quería que Rachel Stone tuviera defectos, que no siempre encontrara la respuesta correcta y que entrara en conflicto con los desafíos que aparecen ante ella. Creo que hay algo muy primitivo en el deseo de no querer sentirse sola y aislada. Buscaba explorar esa necesidad de estar rodeada de gente, de establecer las relaciones humanas que todos buscamos.

Hay pocas disciplinas de riesgo que no practique en la película: paracaidismo, tirolina, salto base, persecución en moto de nieve, peleas en el aire… ¿Le queda algo por hacer?
¡Lanzarme a un fuego ardiente y caminar sobre piedras calientes! Hemos aspirado a lo más alto, a hacerlo lo más grande posible, pero asegurándonos siempre de que todo era realizable, de que un ser humano puede hacer las cosas que hemos rodado. Mi objetivo era que todo fuera muy de verdad, que no pareciera otra de superhéroes.

Teniendo en cuenta que sirvió dos años como instructora de combate en el ejército, ¿le ha ayudado su formación militar a la hora de prepararse para tanta acción?
No sé si es mi formación militar, yo diría que ha influido más el hecho de haber sido bailarina durante años. Cuando bailas tienes que expresarte a través de tu cuerpo porque es la única herramienta de lenguaje de la que dispones. En esas escenas tienes que coordinar tus movimientos porque van con un ritmo, una velocidad y una intención muy concretas. Es otra forma de expresión corporal y la viví como algo muy natural.

Gal Gadot

‘Total look’, botas y gafas de sol de Saint Laurent, brazaletes Elsa Peretti y collar, ambos de Tiffany & Co. Foto: Thomas Whiteside

Es curioso cómo varias de las actrices que han triunfado en el género, como Charlize Theron o Milla Jovovich, también fueron modelos. ¿Encuentra similitudes entre desfilar por la pasarela y dar patadas?
Sí que podría haberlas. El cuerpo tiene una manera de comunicarse sin palabras y todo depende de la intención que le pongas a lo que muestras. Sucede cuando desfilas, cuando bailas o cuando peleas. Por ejemplo, recuerdo caminar por la pasarela cuando era modelo, hace ya muchos años, y sentirme imparable.

Muchas de sus colegas de generación también están apostando por producir las películas que protagonizan. ¿Cuáles son los beneficios?
En este caso es porque la idea para hacer la película fue mía y de mi marido, Yaron. Si nosotros no hubiéramos producido, impulsado y desarrollado la historia nunca habría tenido la oportunidad de interpretar a Rachel Stone. La producción es solo una manera de poder cumplir nuestros sueños. Si tengo un papel soñado que quiero interpretar, desarrollar yo misma la historia y tener mi propia productora es una increíble ventaja para poder conseguirlo.

¿Y cómo ha sido trabajar codo con codo con él? ¿Evitaban hablar de trabajo al cenar en casa?
[Ríe] No, ha sido genial. Yaron es una persona muy creativa, con una gran mentalidad empresarial y una vez aceptas que no se va a estar siempre de acuerdo se puede hablar sobre cualquier cosa. Somos el tipo de pareja que está muy acostumbrada a hacerlo todo juntos y lo disfrutamos, ha sido una decisión orgánica.

Gal Gadot

Pendiente de cadenas largo de Tiffany & Co. y pequeñas tachuelas de diamantes de Mejuri. Foto: Thomas Whiteside

Quiero retroceder hasta 2017, cuando Wonder Woman irrumpe en los cines. Poco después el movimiento #MeToo explota y su personaje se transforma en un icono feminista global. ¿Cómo vivió aquellos días?
Lo recuerdo como si lo hubiera observado desde un tren en marcha. Yo acababa de tener a mi segunda hija [Maya], tenía unas ocho semanas cuando se estrenó la película y ese mismo mes tuve que someterme a una operación de espalda por una lesión que sufrí durante el rodaje. Si lo piensas es hasta gracioso porque la gente pensaría que en aquellos días yo estaba descorchando una botella de champán y sintiéndome lo más desde la cima del monte Olimpo, pero estaba lidiando con muchos frentes y asuntos personales. Y, además, toda esa exposición y esa fama repentinas… fue muy abrumador.

¿La desbordó verse erigida en un fenómeno social?
Me encantó, pero nunca sentí que todo lo que sucedía tratara sobre mí. Siempre pensé que yo solo era un recipiente para este personaje. No era yo, era Diana. Así que eso lo hizo mucho más llevadero.

Gal Gadot

‘Total look’, zapatos y anillos de Alexander McQueen y cadena de Tiffany & Co. Foto: Thomas Whiteside

En sus comienzos pudo dar vida a una espía, su primer casting en Hollywood fue para una película de James Bond, Quantum of Solace.
No conseguí el papel, así que continué estudiando. La verdad es que resulta divertido ver lo inescrutables que son los caminos de la vida y cómo cuando se cierra una puerta otra se abre para ti en el futuro. Todo ese proceso me hizo entender que realmente sí que quería convertirme en actriz.

Por entonces cursaba Derecho y Relaciones Internacionales. ¿Era importante estudiar una carrera antes de sumergirse en la industria?
Tener una educación siempre fue algo fundamental. Hasta la audición de James Bond nunca había pensado en meterme en el cine, así que mi carrera universitaria lo era todo para mí. Desde pequeña me han enseñado que eso es lo único que nadie te puede quitar una vez la has conseguido, así que valoro mucho mi educación.

Gal GAdot

Abrigo de Khaite, camiseta ‘vintage’ y ropa interior de Commando y medias de Calzedonia. Foto: Thomas Whiteside

A su personaje en Heart of Stone le ordenan evitar cualquier tipo de relación o amistad en favor de su trabajo de espía. ¿Ha tenido que hacer también sacrificios en su vida personal para ser actriz?
Sí, por supuesto. Para empezar, todos nuestros amigos y familiares están en Israel y nosotros vivimos en Los Ángeles, una ciudad que amamos pero que está situada en el otro extremo opuesto de la gente a la que queremos. Hay que pagar un precio, pero soy de las que piensan que todas las cosas buenas cuestan. Ha merecido la pena.

En los perfiles publicados sobre usted siempre se destaca su belleza y hasta Margot Robbie dijo hace poco que era “imposiblemente bella”. Más allá del halago, ¿ha sentido que su físico opacaba su talento?
¡Guau! Ante todo, que eso venga de una persona tan hermosa como Margot Robbie es un enorme cumplido. [Medita durante varios segundos] Para ser completamente transparente contigo, la verdad es que no tengo ese tipo de pensamientos. No me obsesiona mi apariencia física, me apasionan otro tipo de cosas que no tienen nada que ver con mis looks. Ese es mi único impulso, mi motivación y lo que mantiene ocupado mi cerebro. No me hago esas preguntas.

¿Y cómo ha evolucionado su estilo personal a lo largo de los años? ¿Se permite jugar más?
Siempre pienso que menos es más y que la sofisticación es la mejor clave. No importa qué tipo de prendas vistes, sino quién las viste. Y yo soy ese tipo de persona. Me gusta la ropa que complementa a aquellos que la lucen, no la que los define por completo.

Gal Gadot

‘Total look’ de Loewe. Foto: Thomas Whiteside

El próximo año dará vida a la reina malvada en la nueva adaptación de Blancanieves. ¿Le emociona ser ahora la antagonista?
Ha sido un papel tan encantador y placentero que solo puedo estar contenta. Me siento agradecida por interpretar a una de las primeras villanas de Disney y por tener la oportunidad de hacer un musical, un género que me ha permitido ser más dramática e interpretarlo todo de una forma más grandilocuente y deliciosa. Lo he disfrutado de verdad.

Su coprotagonista en la película, Rachel Zegler, tuvo que soportar el odio de las redes por ser latina. Algo parecido a lo que vivió usted cuando se anunció la próxima adaptación de Cleopatra. ¿Cómo se convive con este tipo de acoso online?
No hace falta acostumbrarse si no le prestas demasiada atención. Mi brújula está solo centrada en el personaje, en la historia. Me apasiona Cleopatra porque siempre se ha considerado una figura muy unidimensional. Su nombre es conocido por todo el mundo, pero la mayoría solo la percibe como alguien muy seductora y sexual… Ella fue muchísimo, muchísimo más. Me encantaría tener la oportunidad de celebrar su figura, su vida y su filosofía.

En el filme su personaje debe proteger a una inteligencia artificial que salvaguarda la paz en el mundo. Como actriz, ¿siente que la inteligencia artificial acabará siendo una amenaza para su profesión?
Honestamente, todavía no puedo valorarlo. Lo que parece claro es que la inteligencia artificial se va a convertir en un factor importante en las vidas de todos y es fascinante ver lo rápido que se ha transformado en algo tan real. Solo el tiempo podrá decirlo.


Entradas populares