Gabriela Serpa reveló la propuesta indecente de dos congresistas: “Solo al hotel nada más y mil dólares”
La actriz cómica sorprendió al relatar que una vez recibió una llamada, donde le proponían ser “anfitriona moderna” de 2 parlamentarios.
Todo sucedió cuando el actor le preguntó: “¿Te han ofrecido dinero por una noche de placer?”. La también influencer de 30 años contó que 2 congresistas de la República le estaban ofreciendo mil dólares por acompañarlos una noche. Ante ello, Gabriela Serpa se mostró desconcertada, pues le dijeron que necesitaban ‘una anfitriona moderna’, en clara alusión a una ‘dama de compañía’.
“De pronto recibí una llamada, (me dicen) ‘Hola, Gabriela, ¿cómo estás? Te cuento que necesito que seas, tú y tu hermana, una anfitriona moderna, tú sabes. Son dos congresistas, solo al hotel nada más y mil dólares’”, confesó, dejando en shock al conductor, quien entendía que se trataba de “dinero por una noche de placer”
“Le dije ‘pero amiga, escúchame, yo ya no hago anfitrionaje, no trabajo en eso, pero, ¿cómo es anfitriona moderna?. (Ella me responde) ‘Tú ya sabes, anímate son 1000 dólares’”, agregó, para luego recordar que su amiga le estaba insistiendo; sin embargo, ella se negó tajantemente.
En otro momento, Gabriela Serpa también contó que a través de Instagram ha recibido mensajes con propuestas de viaje con todos los gastos pagados, pero tampoco lo ha aceptado. “Yo que voy a ir con un extraño, qué miedo... Hay cada loco”.
Gabriela Serpa contó cuál fue su peor trabajo
Gabriela Serpa sorprendió al revelar que su peor trabajo fue cuando formó parte del programa de Aldo Miyashiro. Como se recuerda, hace más cinco años, la comediante estuvo apareciendo en las pantallas de Panamericana TV en el fenecido espacio televisivo ‘La Batería’, el cual era conducido por el popular ‘Chino’ y Viviana Rivasplata.
Según explicó, trabajar en el magazine nocturno directamente no fue el problema, sino lo que hacía detrás de cámaras. “¿Mi peor trabaja? Bueno, cuando estuve en el programa de Aldo Miyashiro, pero el programa no fue lo peor, sino que nos mandaron a oficina”, dijo y luego confesó que no le gusta regirse de un horario para hacer sus labores.
“Nuestro horario era de lunes a viernes, de las 11 de la mañana a las 5 de la tarde, y de ahí teníamos que volar al programa que era en la noche. Lo que no me gustaba era el horario de oficina. Yo soy de las personas que tiene que estar más activa, de aquí para allá. Estar en la oficina, para mí, era como estar atrapada. Esa fue la parte que no me gustó de ese trabajo, porque de ahí trabajar con Aldo fue chévere”, acotó.