Fórmula 1: Max Verstappen alcanzó a Ayrton Senna en victorias y Red Bull Racing celebró la centésima victoria
El neerlandés se impuso en el Gran Premio de Canadá y suma 41 triunfos en el Gran Circo, cifra que logró el tricampeón paulista en 11 temporadas; festejo centenario de la escudería de Milton Keynes
Los 69 puntos de diferencia que MadMax teje con su compañero de garaje Sergio Checo Pérez, primer escolta en el campeonato, avizoran que el tercer título será una cuestión de meses para el formidable piloto que reclutó Red Bull Racing para relanzarse después de los años de gloria con el alemán Sebastian Vettel. Entre los dos monarcas celebraron 79 de los 100 grandes premios que la escudería de Milton Keynes firmó en el circuito Gilles Villeneuve, desde su irrupción en 2005.
Un triunfo incontrastable para Verstappen, aunque a diferencia de los últimos, el cronómetro no enseñó distancias exorbitantes. Las figuras de los dos restantes campeones que tiene la F.1 en la actualidad en la ceremonia de premiación resultó -a modo de homenaje- un excelente desenlace de carrera. Pero Fernando Alonso (Aston Martin) y Lewis Hamilton (Mercedes) no solamente completaron el podio, sino que desataron a rodar las rencillas del pasado, ese que estalló cuando compartieron garaje con las Flechas de Plata.
Desde que se apagaron los semáforos sacaron a relucir que la competitividad nada tiene que ver con los años -son los dos pilotos más longevos de la grilla- y compusieron un espectáculo vibrante, con maniobras al límite y algunas comunicaciones de radio que exponen la jerarquía, el talento y la ambición que los envuelve.
La victoria N°41 de Verstappen y la 100 de Red Bull
Con Verstappen al frente, Hamilton superó a Alonso en la largada; más tarde, el asturiano protagonizó un breve roce con el muro, lo que alertó al equipo. El mismo susto atrapó a Red Bull Racing, después de que el neerlandés apuntara que golpeó a un pájaro en el giro 12.
La batalla que se libraba a la espalda de MadMax rememoraba de forma sintetizada las que ofrecieron Hamilton y Alonso en 2007. En el circuito de Montreal, el séptuple campeón británico conquistó su primer triunfo en la F.1 y minimizó la tarea del ovetense, que lucía bicampeón y era el último vencedor que tenía la F.1 en Canadá.
Los momentos de tensión, como en el pasado, se vivieron en la pista y también en la calle de boxes. En carrera, con velocidad, se impuso Alonso, virtud que le posibilitó terminar en el segundo puesto, mientras que después de realizar el pitstop fue la agresividad de Hamilton la que marcó el territorio. El británico finalizó la parada con una impetuosa aceleración y colocó el W14 de Mercedes por una uña delante del AMR23 que conduce el español.
El salto de calidad que las Flechas de Plata lucieron en Barcelona debían ratificarlo en Montreal, mientras que la escuadra de Silverstone pretendía olvidar aquella mala experiencia en la pista catalana y relanzar a Alonso a los puestos de podio. Si la largada lo tuvo a Hamilton en modo imperial, el sobrepaso que ensayó Alonso en el giro 22 resulta una clase de manejo: salió pegado de la horquilla del tercer sector y al abrir el DRS en un suspiro generó el adelantamiento que concretó en la Curva 13. Para cuando desde el muro le informaron que el británico apretaba en los relojes, se despachó con una frase tajante: “Dejenmeló a mí”. Lo que Alonso no sabía era qué tan grave podía ser un problema de frenos que detectaron desde el garaje, ya que le pidieron lift and coast (no acelerar y rodar por momentos con inercia). “No tuve una vuelta relajada, fue una carrera dura, exigente. Fueron 70 giros de clasificación”, relató Alonso, que esperaba poner en aprietos a Verstappen, aunque eso nunca sucedió.
“Conseguir la victoria 100 para el equipo es increíble. No soñaba con llegar a estos números yo mismo, pero tenemos que disfrutar y después seguir trabajando duro. No se trató de una victoria fácil, los neumáticos demoraban en tomar la temperatura correcta y deslizábamos en la pista”, mencionó Verstappen, que con la goma fría se trepó a uno de los bordillos y salvó la situación con serenidad y pidiendo al equipo que chequeara que el auto estuviera en condiciones.
El 19 de abril de 2009, en Shanghai, Vettel sumaba el primer triunfo para Red Bull Racing en la F.1. Catorce temporadas después, la fábrica de Milton Keynes celebró el triunfo del centenario con Verstappen. La presencia del magnífico diseñador Adrian Newey en el podio, el hilo que conduce los festejos entre los dos campeones del mundo y el que sirve para coser el historial de éxitos de una escudería que en la pista alcanza el dominio que el ingeniero proyectó en un tablero de dibujo.