¡El West Ham gana la Conference en el 90′!

Un gol de Bowen, asistido por Lucas Paquetá, da al equipo londinense su primer título europeo tras 58 años de espera. Benrahma adelantó a los hammers y Bonaventura hizo el gol de la Fiore.

Ignacio Camacho
As
Han tenido que pasar 58 años para que el West Ham alzara el segundo título europeo de su historia tras la Recopa de 1965. Los hammers se han proclamado este miércoles campeones de la segunda edición de la Conference League tras ganar a la Fiorentina (1-2) en una final que, desde luego, no pasará a la historia y en la que un único destello de talento, obra de Lucas Paquetá en el 90′, fue suficiente para desequilibrar la balanza de un partido muy parejo, en el mal sentido.

El West Ham salió con los esperado, con tres en el medio, sin Fornals, que esperaría su momento en el banquillo. En la Fiore, la duda estaba en la punta, donde Italiano se decantó por Jovic en lugar de Arthur. El brasileño acaba de salir de una lesión en el tobillo, pero disputó los 90 minutos en el último encuentro de liguero ante el Sassuolo y, tras anotar un gol, parecía haber superado la prueba para estar en la final. Sin embargo, el técnico apostó Jovic, que es como tirar una moneda al aire: había anotado en los dos últimos partidos que ha jugado en la Serie A, pero en la final de Coppa ante el Inter fue incapaz de marcarle a un arcoíris. Salió cruz.

Como es tradición en las finales modernas, el respeto entre ambos equipos en la primera parte fue máximo. El miedo al descontrol y al error le han quitado emoción a lo que deberían ser los grandes partidos del año. Lo del Francia-Argentina del pasado Mundial es un oasis en el desierto de finales aburridas de los últimos años. Sin ir más lejos, las cuatro últimas que se han visto en competiciones europeas han sido Real Madrid-Liverpool (1-0,) Rangers-Eintracht (1-1), Roma-Feyenoord (1-0) y Sevilla-Roma (1-1). Ninguna de ellas pasará a la historia como un gran partido. Así pues, como era de esperar, durante el primer tiempo se vio un partido de poca magia en el que no se vio ningún tiro a puerta. El West Ham llegaba al área por las bandas con algo más de peligro que su rival, que lo intentó tímidamente de lejos. Ninguna acción estuvo cerca de alterar el marcador inicial.

Lamentablemente, el partido se tuvo que parar en el 31′ cuando un sector de la afición hammer se organizó para lanzar una lluvia de vasos sobre Biraghi, al que se le abrió una brecha en la cabeza tras recibir un impacto. Del Cerro Grande activó el protocolo sobre los incidentes del público mientras el mundo entero recordó que los hooligans siguen siendo la peor de las plagas en el maravilloso fútbol inglés. El fútbol volvió y lo único destacable llegó en el añadido del primer tiempo, cuando a Jovic se le anuló un gol por fuera de juego milimétrico. Su última acción en el encuentro.

Apareció el fútbol

Ya con Arthur en el lugar de Jovic, el partido siguió la misma tónica hasta el minuto 60′. Beraghi tocó con la mano la pelota en su área y Del Cerro pasó por alto la acción, pero Martínez Munuera, en el VAR, no. Revisión y penalti. Benrahma, implacable desde los once metros, no perdonó. No se vino abajo el equipo viola, que reaccionó rápido y de la manera más clásica. Balón al área que Nico González bajó de cabeza para que Bonaventura, de cara, cruzara la pelota con una elegante volea. Empate y todo por decidir.

Los nervios, a flor de piel, permitieron unos últimos 20 minutos, ya con Fornals sobre el césped, más abiertos y con ocasiones en las dos áreas. En ese desorden, apareció el talento de Lucas Paquetá, que metió un pase a Bowen a la espalda de la defensa para que el delantero inglés, solo ante Terracciano, hiciera el gol que le daba al West Ham el segundo título europeo de su historia.


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