El milagro del general Ranieri y unas lágrimas que lo dicen todo
El técnico (71 años) tomó las riendas del Cagliari en Navidad cuando ocupaba el puesto catorce de la tabla y lo ha ascendido a la Seria A
Claudio Ranieri es un tipo legendario. Un entrenador total. Un hombre de fútbol que pasados los 70 sigue dando lecciones. Sus momentos duros han sido muchos, pero los de gloria, los imposibles, le han elevado al cielo de los entrenadores milagro. En Valencia levantó un trofeo después de más de 20 años en la nada. Luego dio una de las campanadas más soprendentes de la historia de la Permier League haciendo campeón al Leicester y ahora, en sus últimos golpes como técnico, lo ha vuelto a hacer con el Cagliari.
El equipo de Cerdeña le llamó en plenas navidades. De hecho, firmó el cotrato por dos temporadas y media el día de Nochebuena. El Cagliari estaba en el puesto catorce de la tabla en la Serie B y la llegada de Ranieri era una apuesta para salvarse sin agobios de un posible descenso a los infiernos. Pero Don Claudio, el general que los manda, lo ha vuelto a hacer.
Se metió a la plantilla en el bolsillo y fue ganando y subiendo en la tabla (solo dos derrotas de navidad a final de Liga) hasta ganarse en play off de ascenso logrando la quinta posición de la tabla. En las semifinales derrotó al Parma después de remontar un 0-2 en casa que les había complicado la cosa y en la final ganó al Bari tras el empate en casa. Un ídolo que lleva al Caglari a las Seria A 33 años después.
Lágrimas y respeto
Al acabar el choque, Ranieri estalló en llanto. Unas lágrimas contagiosas y sentidas abrazado a uno de los médicos del equipo. Emocionado y feliz. Eso sí, al escuchar los cánticos de algunos de sus seguidores desplazados gritando a la afición del Bari "Serie B, serie B" se dirigió a la gada para pedir que cesaran esas burlas y se centraran en celebrar el ascenso. Así fue. Claudio lo ha vuelto a hacer. Su penúltima gesta.
