El lirio, contra el martillo

Fiorentina y West Ham se enfrentan en la final de la Conference League. Para ambos será el segundo título europeo de su historia tras haber ganado una Recopa cada uno en los 60.

Ignacio Camacho
As
En el 29º tomo de las cómics de Astéix, el emblemático Uderzo narraba en sus viñetas una revolución interna en la inexpugnable aldea gala que tituló La rosa y la espada (1991), donde las inteligentes mujeres se enfrentaban a los brutos hombres por el control del asediado pueblo. Una historieta que tiene esta noche en el Eden Arena de Praga su réplica: los gigliati (lirios, en italiano) se enfrentan a los hammers (martillos en inglés). La ofensiva pero frágil Fiorentina y el alocado y físico West Ham, dos viejos nobles de Italia e Inglaterra, tienen esta noche la oportunidad de revolucionar su historia volviendo a ganar un torneo internacional después de más medio siglo. Y es que la Conference League se ha convertido, con tan solo dos años de vida, en una competición con una capacidad milagrosa para terminar con el ansia de aquellos equipos hambrientos de títulos. Han pasado 62 años de que los italianos conquistaran la Recopa de 1961 y 58 desde que los londinenses pusieran el mismo trofeo en sus vitrinas en 1965. Para ambos, aquellos dos títulos son los únicos europeos de su historia (se excluye la Intertoto).

A pesar de que la Fiorentina ha tenido mejor temporada en la Serie A que el West Ham en la Premier, el potencial futbolístico del conjunto inglés le hace ser favorito. El equipo viola ha sido finalista de la Coppa, en la que cayó ante el Inter (1-2) y ha quedado octavo en la liga, peleando hasta el final por una plaza europea, mientras que los del oeste de Londres se han quedado a tan solo seis puntos del descenso. Sin embargo, Moyes cuenta con jugadores en defensa como Aguerd y Zouma, centrocampistas de talla mundial como Paquetá y, sobre todo, Declan Rice, y jugadores de producción ofensiva como Benrahma, Fornals y Michail Antonio que hacen pensar que la balanza se inclinará para un West Ham que la temporada pasada, con el mismo bloque de jugadores, estuvo peleando con los gigantes de la Premier por entrar en la Champions.

Un juego físico tan propio de un martillo como propio del lirio es su belleza y fragilidad. El equipo de Vicenzo Italiano es uno de los más ofensivo en toda la Serie A, de mucho toque, presión alta y facilidad para llegar por las bandas, donde jugadores como Ikoné y Nico González marcan las diferencias. Un fútbol de gran vistosidad que, sin embargo, crea muchos espacios atrás, lo que le ha llevado a encajar demasiados goles para un equipo de la zona alta del calcio (43 goles en 38 jornadas).

En la historieta de Astérix, espadas y rosas terminaban trabajando juntos para vencer a César. Un final feliz para todos que en Praga no tiene cabida: el lirio se marchitará o el martillos quebrará, pero nunca ambas.


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