Benzema no se va solo

Según ha podido saber AS, Karim se lleva al Al Ittihad a su preparador físico de confianza, Javier Atalaya. Se marchará después de las vacaciones.

Fernando S. Tavero
As
Unos llegan (Bellingham), otros se van. Karim Benzema agitó la actualidad del Real Madrid, y del mundo del fútbol en general, con su decisión de marcharse a la liga saudí, seducido por la propuesta del Al Ittihad. En el equipo blanco no pusieron trabas a que su segundo máximo goleador histórico (354 tantos) comenzase un nuevo capítulo en su carrera después de 14 gloriosas temporadas como madridista. “Es el momento de irme, de conocer otra historia”, explicó en su acto de homenaje y despedida en Valdebebas. Y esa historia, Karim no la conocerá solo. Según ha podido saber AS, su preparador físico de confianza, Javier Atalaya, se marcha con él.

Benzema no quiere dejar nada al azar en su nueva aventura. Si el Karim 2.0 ha florecido después de los 30 años, es precisamente por la concienzuda preparación física y cuidado extremo de su cuerpo al que se ha sometido el Balón de Oro 2022. Uno de los factores clave ha sido su sociedad con Javier, que ya trabajó con otra estrella a la que se reencontrará en Arabia Saudí: Cristiano Ronaldo.

Una de las claves del Karim 2.0

“Karim está muy bien, sobre todo desde que tenemos esta tecnología”, explicaba Javier a AS en abril. ¿A qué se refería? A la electroestimulación muscular I-Motion. El famoso chaleco -tiene uno personal: KBnueve- que acostumbra a lucir el goleador en sus redes sociales, Javier Atalaya mediante, le acompañará en Riad. Aunque no será algo inmediato, sino que el preparador físico se personará en territorio saudí después de las vacaciones, de cara al inicio de la pretemporada del equipo entrenado por Nuno Espirito Santo.

“I-Motion se nota mucho. Hay científicos, deportistas y médicos haciendo progresos en la máquina. Nunca se lesiona nadie, al contrario. El día a día va mejor. Gente con artrosis, con vértebras rotas... Y mejoran. La gente está contenta y siguen contigo. Eso es una motivación. Y luego ves a tu chico que gana el Balón de Oro...”, señalaba orgulloso Javier a este periódico. Desde una tablet, el personal trainer controla los impulsos nerviosos de unos diodos enlazados a cada músculo del cuerpo hasta la rodilla -para no dificultar el movimiento-. “Nosotros trabajamos el 92% de los músculos y en un gimnasio normal, un 42%”, exponía. A partir de ahora, la sociedad seguirá trabajando junta en el actual campeón de la liga saudí.

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