Bellingham y un ‘9’ no bastan
Confirmadas las marchas de Benzema, Asensio, Hazard y Mariano, sólo quedan dos atacantes: Vinicius y Rodrygo. Y puede haber más bajas en la portería y la defensa...
Los cuatro ya están oficialmente fuera del Real Madrid. Y los cuatro son delanteros. No es un detalle menor, el Madrid ha perdido a cuatro de sus seis atacantes en las últimas horas, se queda de momento sólo con Vinicius y Rodrygo, aunque Ancelotti no parece agobiado por la situación: “Me preocupa cero. Tenemos tiempo por delante. Los partidos se ganan con delanteros, pero también sin ellos. Tienen más probabilidad de marcar, evidentemente, pero lo que marca la diferencia es ser un bloque compacto, solidario, con compromiso”.
Una respuesta coherente con lo que es Ancelotti, un hombre de club, consciente de que el Madrid hará lo posible para reforzar la plantilla, pero también de las limitaciones existentes (en 2024 está preparado el gran asalto de Mbappé o Haaland). Sin embargo, hay una realidad insoslayable: con Bellingham y un delantero no basta. Hace unos días, cuando Benzema se iba a quedar y Asensio tenía pinta de renovar, quizás sí que habría sido suficiente. Pero ahora el Madrid tiene que acometer una reforma bastante más profunda.
Y no sólo en ataque, aunque principalmente en esa línea. Se le han ido dos nueves y, por tanto, necesita otros dos: para suplir a Benzema el elegido es Harry Kane, el ariete del Tottenham y el favorito de Ancelotti para el puesto, que cuesta de salida más de 100 millones de euros, pero que entra en su último año de contrato, un punto a favor que el Madrid espera aprovechar en la negociación; y para sustituir a Mariano el elegido es Joselu, que llegará, salvo sorpresa, cedido desde el Espanyol con unas condiciones muy ventajosas tras el descenso de los pericos. Y si hay sitio, que probablemente lo haya, puede entrar también Álvaro Rodríguez para hacer un rol de tercer ariete, combinando Castilla y Madrid.
De ese modo quedaría cubierta la punta de ataque, pero hace falta reforzar las alas. Brahim volverá del Milan y, en principio, heredará el rol de Asensio en la plantilla, aunque falta por ver cómo se entiende con Ancelotti en la pretemporada. Falta, a priori, otro jugador de banda, que puede salir de una búsqueda de mercado, en la que el primer elegido es Kai Havertz, del Chelsea, con capacidad para jugar en todo el frente de ataque. Si esa búsqueda se revela infructuosa, siempre quedará la cantera, donde asoma Sergio Arribas, el líder del Castilla las dos últimas temporadas.
Lo más preocupante no son las bajas confirmadas, sino las que pueden llegar. Porque hay más jugadores en duda. Empezando por la portería, donde Andrei Lunin quiere salir para tener más minutos (sabe que, a la sombra de Courtois, nunca los va a tener) y el Madrid tendrá que peinar el mercado en busca de un portero que quiera calentar banquillo todo el curso, pero también hacerlo con el escudo del Real Madrid en su pecho. El curso pasado se estudió las opciones de Slonina (ahora en el Chelsea) y Ospina.
En defensa, con la llegada de Fran García, repescado desde el Rayo, parecía el asunto cerrado. Pero Nacho no ha respondido aún a la oferta de renovación, ni positiva ni negativamente, y si termina saliendo eso forzaría movimientos. En el Madrid no le presionan, aunque se espera una respuesta a no demasiado tardar. Y si es de finalizar aquí su camino de blanco (tiene ofertas de Inglaterra y Estados Unidos y en el Madrid sabe que tiene por delante a Alaba, Militao y Rüdiger), el club saldrá al mercado a buscar otro central. Está Vallejo, pero la confianza de Ancelotti en él es nula y el club quiere que salga, aunque no le forzará; tiene contrato hasta 2025 y su actitud es modélica, aunque ocupa una plaza que tapona las potenciales subidas de centrales prometedores de la cantera, como es el caso de Rafa Marín.
Bellingham afecta a Ceballos
Además, el Madrid escuchará ofertas por Mendy y, si termina traspasándolo, buscará otra opción para el lateral izquierdo, aunque sin cometer locuras: ahí pueden jugar Alaba, Nacho si al final se queda, Rüdiger, Camavinga... De igual modo, se está siguiendo la situación de Pavard en el Bayern. Tiene la renovación parada y acaba en 2024, con el club bávaro en un momento de ebullición, su salida puede ser una opción para el Madrid, sobre todo si Nacho se termina marchando, pues puede actuar como lateral derecho y también como central.
En el mediocampo es donde, a priori, hay menos necesidades. Kroos y Modric renovarán, Tchouameni, Camavinga y Valverde son el futuro y a ellos se quiere unir a Bellingham, por el que hay pendiente una negociación con el Borussia Dortmund. La del inglés era la incorporación prioritaria del verano; con la marcha de Benzema, la de Kane se ha puesto, al menos, al mismo nivel. Y ahí encaja también Ceballos, del que no hay resolución de momento, pues el club ha hecho una nueva propuesta que sigue sin respuesta afirmativa. Si sigue, tendrá más difícil jugar, pues la nómina de centrocampistas pasaría a ser de siete.
Así pinta el mercado para el Real Madrid, que tiene en 2024 puestas muchas de sus esperanzas para el próximo ciclo: ese verano se lanzará a por Mbappé (podrá quedar libre, si decide no ejercer el tercer año de contrato con el PSG, opcional) o a por Haaland (ese verano entrará en juego su cláusula de rescisión), sino a por ambos si la coyuntura lo permite. Y llegará desde Brasil Endrick, un chaval de apenas 18 años cuando aterrice, pero de un potencial enorme, aunque habrá que ver si tiene sitio para desarrollarlo de primeras en el Real Madrid.