WEST HAM 2-AZ ALKMAAR 1 / Remontada ‘hammer’ para soñar con Praga
Los goles de Saïd Benrahma, de penalti, y Michail Antonio en la segunda parte dan la vuelta al gol inicial del AZ Alkmaar y acerca a los pupilos de David Moyes a la final de la Conference League.
Como ya ocurriera en el partido de vuelta de cuartos de final ante el Gent (4-1), el conjunto londinense dio la vuelta al gol inicial del conjunto visitante. En esta ocasión, el partido no terminó en goleada, pero sí permite al West Ham viajar con un mínimo colchón a Alkmaar. Saïd Benrahma, desde el punto de penalti, y Michail Antonio dieron a los londinenses el merecido premio que se les escapó durante los primeros 45 minutos.
De la ilusión a la decepción
El London Stadium se ‘vistió' acorde a la ocasión. Aún resta el partido de vuelta en tierras neerlandesas, pero los aficionados Hammers fueron conscientes desde antes de pitido inicial que el camino hacia la final de Praga empezaba en Londres. El juego de llamas y fuegos artificiales, así como el gran mosaico desplegado en la grada con la palabras ‘Irons’, evidenció que el equipo de David Moyes estaba ante una noche histórica.
Aunque la primera media hora de encuentro permaneció sin un dominador claro, con idas y venidas por parte de ambas conjuntos, el West Ham transmitía mucho más peligro en sus llegadas que los pupilos de Pascal Jansen. Cada acercamiento del cuadro local, como el disparo desde fuera del área de Saïd Benrama que Matthew Ryan desvió a córner con un paradón, despertaba aún más a la parroquia local.
Pero como el fútbol no entiende de superioridades ni justicias, el primer gol del encuentro no sería para los Hammers. Cuando la primera parte ya encaraba la recta final y mientras los pupilos de David Moyes aún protestaban una falta sobre Lucas Paquetá, el AZ Alkmaar salió a la contra. Tijjani Reijnders levantó la cabeza desde fuera del área y armó el disparo. El balón botó justo delante de Alphonse Aréola y superó al arquero local. Minuto 42 y 0-1 para el cuadro neerlandés. El London Stadium, al unísono, pagaba su frustración con el colegiado del encuentro.
La remontada
Ni la actitud del conjunto londinense ni la predisposición de los visitantes ayudó a calmar los ánimos de los aficionados Hammers. Un West Ham bastante menos intenso que en los primeros compases del primer tiempo, con un Declan Rice menos dominador en la medular, y sumado a las constantes pérdidas de tiempo del AZ Alkmaar, instalaron demasiado rápido el nerviosismo y el enfado en la hinchada local. Es entonces, durante esas fases de partido en las que el juego y las sensaciones no acompañan, cuando los errores rivales son recibidos como agua de mayo.
El intento de despejar el balón de puños en un centro lateral, lo que Matthew Ryan se llevó por delante fue la cabeza de Jarrod Bowen. Penalti para el West Ham. El encargado de ejecutarlo no sería otro que Saïd Benrahma, que no falló. El 11º tanto de la temporada para el argelino, que igualaba así las cifras anotadoras de la 2021/2022, devolvía el empate al marcador del London Stadium. Pero, ¿por qué contentarse solo con el empate?
Si algo ha demostrado el equipo de David Moyes este curso, al menos en Europa, es que los goles son gasolina. Tanto para los jugadores como para sus aficionados. Con el equipo impulsado por la dinámica positiva del 1-1, ni 10 minutos tuvieron que esperar los seguidores Hammers para celebrar el tanto de la remontada. En el 76′, Michail Antonio, tras un saque de esquina, cazaba un rebote en el interior del área para batir al arquero australiano.
Con la remontada ya en el bolsillo, fue el momento de bajar pulsaciones. El West Ham continuó merodeando el área de los neerlandeses, pero controlando el tempo del partido. No ocurrió nada más reseñable sobre el césped del London Stadium y, con el pitido final, los Hammers certificaron su triunfo. Aún queda visitar el AFAS Stadion, pero el cuadro londinense tiene en su mano, más que nunca, clasificarse para una final europea. Alkmaar dictará sentencia.
