WEST HAM 1-MANCHESTER UNITED 0 / De Gea se busca un problema

Un fallo del portero español en la primera parte le cuesta al Manchester United su segunda derrota consecutiva. El Liverpool, 5º, está a tan solo un punto. El West Ham se queda a siete del descenso.

Pablo Montaño
As
El Manchester United no para de meterse en líos. Esta vez, con el portero español como protagonista (negativo) de la tarde. Tras la derrota cosechada en el último minuto ante el Brighton (1-0), los pupilos de Erik ten Hag encadenaron su segunda derrota consecutiva en el London Stadium. Quien acostumbra a salvar al Manchester United con sus intervenciones, jornada sí y jornadas también, erró a la hora de atajar un tímido disparo de Saïd Benrahma en la primera mitad.

El balón se escapó de las manos de David De Gea, y los tres puntos de las del Manchester United. Aunque mantienen la 4ª plaza, los mancunianos volvieron a pinchar en la jornada en la que el Liverpool logró su sexta victoria consecutiva y el Newcastle cayó en casa ante el Arsenal. Es decir, los Red Devils se quedan, con 63 puntos, a dos de los Magpies y con uno más que el Liverpool. Aunque el equipo de Old Trafford tiene un partido menos que los pupilos de Jürgen Klopp, la ventaja es mínima.

Y mientras los grandes se preocupan por sus aspiraciones europeas, el West Ham respira. Los tres puntos logrados por los Hammers ante el Manchester United les mantiene en la 15ª posición de la tabla. Con 37 puntos, la ventaja de los pupilos de David Moyes sobre los puestos de descenso ya es de siete.

De Gea también falla en Premier

Durante los primeros compases de partido, las llegadas eran para ambos equipos. Mientras que el West Ham hacía daño a los mancunianos por ambas bandas, colgando numerosos centros al corazón del área, los pupilos de Erik ten Hag metían el miedo en el cuerpo a los locales con transiciones rápidas. En una de ellas, el disparo de Marcus Rashford desde el lateral del área impactó en la madera.

El ida y vuelta era constante, por lo que el gol podía caer para cualquier de ambos cuadros. Lo que muchos no esperaban es que el West Ham lo hiciera de esa manera. Un doble fallo del Manchester United a los 28 minutos pondría por delante en el marcador a los de David Moyes. La pérdida de balón en salida de Luke Shaw, la cual propició la conducción de Saïd Benrahma, fue grave, pero el error de David De Gea fue aún peor. El portero español falló el impulsarse para detener el débil disparo del argelino y el balón se le escurrió entre las manos. La peor versión del madrileño hacía acto de presencia de manera inesperada en la Premier League. Mientras los locales celebraban el tanto, David De Gea retiraba con rabia trozos de césped.

El West Ham se vino arriba y dispuso de una ocasión aún más clara para doblar su ventaja, pero la intervención providencial de Luke Shaw evitó el gol local. Tampoco pudieron gozar los Hammers del penalti reclamado en la última jugada de la primera parte por mano de Victor Lindelöf. El colegiado no revisó la jugada y los equipos pusieron rumbo al túnel de vestuarios.

El 2-0, más cerca que el 1-1

La salida de los mismos de los Red Devils fue aún peor que la de los primeros 45 minutos. El West Ham, impulsado por un London Stadium entregado a los suyos, gozaba de las ocasiones más claras. David De Gea tuvo que intervenir a los pocos minutos de reanudarse el choque y el cuadro londinense vio cómo le anulaban un tanto por falta de Michail Antonio sobre el portero español.

El equipo de David Moyes estaba siendo la tormenta perfecta. Todos los duelos y balones divididos eran para los Hammers. Tomas Soucek, Lucas Paquetá, Declan Rice... Todos dispusieron de claras y peligrosas ocasiones para poner el 2-0 en el luminoso. Mientras el caudal ofensivo del West Ham aumentaba por momentos, los mancunianos parecían haber salido a verlas venir. A falta de 17 minutos para el final, los Red Devils volvieron a salvarse del 2-0 local, esta vez por la posición antirreglamentaria de Tomas Soucek previa al remate de cabeza que introdujo en la portería de David De Gea.

Solo el choque de cabezas entre Aaron Wan-Bissaka y Tomas Soucek pudo frenar el aluvión londinense. Pero ni así fueron capaces los pupilos de Erik te Hag de dar un paso al frente. Mientras el partido se enfriaba, las posibilidades de remontada visitante se congelaron. El West Ham daba así un paso de gigante hacia la salvación.

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