Se registraron choques fronterizos entre Irán y Afganistán en medio de tensiones por el río Helmand
Las partes se culparon mutuamente por el comienzo de las hostilidades en medio de una escalada en las disputas por el derecho al agua en la zona
Las partes se culparon mutuamente por el inicio de estas hostilidades, que dejaron al menos tres muertos: dos guardias fronterizos iraníes y un civil talibán. Sin embargo, otras versiones dan cuenta de varios civiles heridos y tres guardias iraníes de la zona.
Según informó la agencia estatal iraní de noticias IRNA, citando al jefe adjunto de la Policía, el general Qassem Rezaei, los choques tuvieron lugar en la provincia de Sistán y Baluchistán, de su lado, y en la afgana Nimroz. Se registraron “numerosas bajas y graves daños” así como el cierre del paso Milak -una importante ruta comercial-, sumó.
Irán prometió no dejar pasar esta ofensiva y aseguró que “responderá con decisión a cualquier traspaso de fronteras y agresión, y las actuales autoridades de Afganistán deben rendir cuentas por sus acciones desmedidas y contrarias a los principios internacionales”, dijo el general Ahmadreza Radan, jefe de la Policía.
Por su parte, Afganistán condenó las hostilidades y pidió el cese inmediato de los ataques ya que no tiene intención de “pelear con sus vecinos”.
“Hoy, en Nimruz, las fuerzas fronterizas iraníes dispararon contra Afganistán, lo que se encontró con una contrarreacción”, escribió en su cuenta de Twitter el portavoz del ministerio del Interior, Abdul Nafi Takor, mientras que el ministro de Defensa, Enayatullah Khawarazmi, emitió un comunicado en el que se lee: “El Emirato Islámico de Afganistán considera que el diálogo es una vía razonable para cualquier problema. Poner excusas para la guerra y las acciones negativas no beneficia a ninguna de las partes”.
Residentes de la zona comentaron en diálogo con el grupo de defensa HalVash, que se habían escuchado tiros de ametralladoras a la distancia y hasta hallaron restos de proyectil de morteros, lo que confirmó que “se están usando armas pesadas”.
El enfrentamiento se produjo en un momento en el que las relaciones entre ambos países se han tensado y luego de que, a principios de mes, el presidente Ebrahim Raisi advirtiera a la contraparte que no violara los derechos de su país sobre el agua del río Helmand, en disputa desde hace años.
Este curso de agua, que nace en las montañas del Hindu Kush y recorre 1.300 kilómetros hasta su desembocadura en el lago Hamun en Sistán y Baluchistán, es fundamental para la agricultura local.
Teherán acusa a Kabul de limitar el flujo del agua con la construcción de represas y, por tanto, incumplir el acuerdo alcanzado en 1973 en el que los segundos se comprometieron a suministrarle 820 millones de metros cúbicos de agua al año para hacer frente, entre otras cosas, a la sequía.
Irán enfrenta desde hace más de 30 años este problema del agua que, en la última década, sólo ha empeorado, alertó la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. Inclusive, la Organización Meteorológica local afirma que el 97% del país se enfrenta a algún nivel de sequía en la actualidad.
En un intento por alcanzar una solución pacífica a este roce, antes de que escale en violencia, a primera hora de este sábado el ministro de Asuntos Exteriores en funciones de los talibanes, Amir Khan Muttaqui, se reunió con un enviado iraní al país para debatir el tema.
“Las cuestiones entre los dos países se resolverán mejor a través del diálogo”, remarcaron tras el encuentro.