Rusia profundiza su propaganda mientras Ucrania prepara su ofensiva final para acortar los tiempos de la guerra

Moscú perdió unos 18.000 hombres entre muertos heridos y prisioneros desde enero pasado, y entre esas bajas el grupo Wagner padeció de un gran número de muertos

Infobae
Aunque el liderazgo político y militar ucraniano continúa negando que las fuerzas militares rusas hayan tomado el control total de la devastada ciudad de Bakhmut y confirmaron que sus defensores persisten en los combates en al menos media docena de pequeñas áreas de la ciudad, la propaganda de Rusia confirma enfáticamente controlar de forma total la ciudad después de vencer a sus defensores ucranianos.

En esa dirección, fue el propio presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, quien negó rotundamente que las tropas rusas tengan el total control la ciudad. El presidente lo hizo a través de diálogos telefónicos con el presidente Joe Biden y con el presidente frances Emmanuel Macron, con quien había hablando del tema el pasado domingo en la cumbre de líderes mundiales aliados en la reunión del Grupo de los 7 en Hiroshima, Japón. Zelensky también comunicó lo propio al gobierno alemán y al británico, lo que pone en duda que el presidente esté mintiéndole a sus socios sobre lo que los rusos están diciendo en relación a la caída total de Bakhmut a manos de sus tropas.

En la misma línea, el Ministerio de Defensa de Ucrania emitió un comunicado oficial ratificando que sus tropas aún combaten con éxito en el sector sur y el este de la Bakhmut, aunque reconoció que los invasores continúan atacando pero que todavía la ciudad no se encuentra bajo control total ruso y que los defensores siguen resistiendo. Sin embargo, el pasado domingo la milicia privada rusa conocida como Grupo Wagner, afirmó que el control de la ciudad estaba asegurado y en manos rusas desde la noche del sábado pasado, esa informacion fue emitida por el Ministerio de Defensa de la Federación Rusa el día domingo y ratificada el último miércoles.

Lo cierto es que la casi segura captura de la ciudad de Bakhmut por parte de Rusia es una victoria que configura una batalla simbólica para Moscú, y que demandó un esfuerzo operacional militar adicional sobre las tropas ucranianas, lo pone en discusión el éxito de la publicitada contraofensiva por Kiev más allá de la negativa en reconocer la afirmación de que Rusia tomó el control completo de Bakhmut y colocó allí un mayor número de tropas para establecer posiciones estratégicas en las afueras de la ciudad con la intención de rechazar cualquier intento de los militares ucranianos por retomarla.

El hecho es que hoy las fuerzas rusas han destruido las defensas ucranianas en la mayor parte de la ciudad y el líder ruso, Vladimir Putin, se apresuró en felicitar a sus fuerzas militares por la captura de Bakhmut, a la que denominó como una victoria total. El lider del Kremlin informó a través de sus altos mandos militares que va a condecorar personalmente a los soldados que combatieron durante más de siete meses venciendo en la batalla, y envió su especial felicitación a los hombres que prestan servicios en l Grupo Wagner.

Los medios de comunicación estatales rusos también han elogiado la captura de Bakhmut como una victoria histórica desde que el Ministerio de Defensa reclamó el control total de la ciudad.

Sin embargo, para los analistas militares de la OTAN, Bakhmut tiene una limitada importancia estratégica ya que las fuerzas ucranianas lograron fortalecer extensas áreas de terreno con sus posiciones de artillería e infantería al oeste en la región de Donetsk, en dirección al este de Ucrania. Por lo que no creen que Rusia tenga suficiente capacidades y fuerzas militares para avanzar y rodear esas áreas en virtud del esfuerzo y las dificultades que les ha demandado mantener lo que han podido tomar hasta aquí. No obstante, al obtener su primera victoria significativa en más de seis meses, Rusia está profundizando su propaganda triunfal y el mundo espera ver cómo reacciona Ucrania en el campo de batalla ante esta supuesta victoria de Moscú, quien espera tomar el 100% de Bakhmut para estimular a las tropas rusas que combaten en otras áreas del territorio ucraniano.

Aunque los hechos en que se apoya Moscú en relación a su victoria militar en Bakhmut pueden repercutir muy positivamente al interior de las fuerzas rusas, también es real que Ucrania aún continúa firme en la ejecución de su contraofensiva y puso en problemas graves el poder militar convencional ruso ya que según la OTAN, Rusia perdió unos 18.000 hombres entre muertos heridos y prisioneros desde enero pasado, y entre esas bajas el grupo Wagner padeció de un gran número de muertos. De hecho, El líder del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, al anunciar la captura de Bakhmut durante el pasado domingo también dijo que sus soldados se irían retirando escalonadamente durante esta semana para reagruparse y reabastecerse, dejando a tropas regulares rusas a cargo de la ciudad, lo que de ser verdad, condicionaría nuevas operaciones ofensivas de Moscú, según Washington y la OTAN.

La ciudad de Bakhmut cuenta con una gran relevancia simbólica, representa la resistencia y la libertad de Ucrania, lo que la hace muy útil e importante como objetivo que configura un importante trofeo de guerra para Moscú después de varias derrotas rusas humillantes en el campo de batalla. Aunque en el campo propagandístico ruso, el general retirado Igor Girkin, publicó en su red social de Telegram que consideraba a Bakhmut un objetivo poco relevante, calificando la ciudad como una distracción para las fuerzas rusas en la guerra que aún debe continuar, con ello dio a entender que la toma del 90% de Bakhmut no deja de ser una victoria “pírrica” en la que cuestiona hasta donde valió la pena el esfuerzo militar y la perdida de miles de hombres y equipo militar.

En ese escenario militar, Washington cree que Moscú necesitará un número importante de refuerzos militares para asegurar y sostener la seguridad de Bakhmut, lo que sería a expensas de debilitar otras áreas de operaciones en varias zonas del territorio ucraniano. En una misma línea, el Ministerio de Defensa de Gran Bretaña evaluó que Rusia deberá movilizar varios miles de soldados para reforzar y mantener Bakhmut aunque no le resultará fácil neutralizar los focos de resistencia y sabotaje de los comandos ucranianos infiltrados que aún operan al sur y al este de la ciudad.

El mismo Girkin, dijo que Bakhmut había sido tomada, aunque no totalmente controlada. Lo que abre dudas en favor de la continuidad de operaciones ucranianas para recuperar la ciudad. Sin embargo, más allá de su significado para los líderes ucranianos que planearon la gran contraofensiva de primavera-verano, Bakhmut no es una prioridad inmediata ya que la ciudad fue totalmente destruida después de más de cuatro meses de bombardeos rusos diarios.

En esa dirección, el general Oleksandr Syrskyi, comandante operacional de las fuerzas especiales de combate ucranianas, informó a los oficiales de la OTAN que sus tropas aún se mantienen en las afueras de la ciudad y han hecho avances recientes el día jueves por la madrugada sugiriendo que podrían rodearla y retomarla cuando tuvieran la oportunidad. “Controlamos las afueras de la ciudad y la importancia de su defensa no pierde significado para nosotros, dijo Syrskyi a oficiales de la OTAN. “Lo que Ucrania debe hacer es atraer a las fuerzas rusas a Bakhmut tanto como pueda”, amplio. En línea con las declaraciones del jefe operacional ucraniano los analistas militares de la OTAN creen que Ucrania podría atacar en la región sureste de Zaporizhzhia y cortar el puente terrestre hacia la península de Crimea, pero para que eso ocurra Kiev debería neutralizar las numerosas defensas rusas atrincheradas en esa zona.

Rusia se fortaleció en la propaganda de su victoria en Bakhmut y presiona como nunca antes políticamente a Ucrania, pero tendrá que desplazar importantes reservas de personal, sistemas de armas y municiones para mantener su presencia en Bakhmut y al mismo tiempo detener el movimiento de Ucrania hacia el norte y el sur de la ciudad. Ese movimiento, según Washington; puede demorar y hasta obstaculizar la ofensiva de Moscú sobre Kiev. Por lo que los aliados de Ucrania no ven otra opción que no sea la de acelerar la ofensiva final ucraniana en una apuesta por acortar los tiempos de guerra.


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