River vs. Platense, por la Liga Profesional: otra prueba superada ante la presión, con un triunfo para reaccionar y volver a despegar
En el Monumental, por la 17° fecha, el Millonario venció por 2-1 por los goles de Miguel Borja y Nacho Fernández; ofreció dudas defensivas pero tuvo la buena noticia del regreso de Matías Kranevitter
Justo lo que más se le reclamaba a Miguel Borja fue su principal virtud en el gol que convirtió al minuto y 58 segundos. Al colombiano se le exigía un mayor compromiso en la presión y la marca cuando River no tenía la pelota, algo que sí hace (y muy bien) Lucas Beltrán, el 9 titular. Y de una pelota que él presionó en campo rival arrancó la acción del desborde de Solari por la derecha y el centro fuerte para el anticipo de Borja. Ataque eléctrico, directo y letal.
Demichelis eligió el sistema táctico de los últimos partidos: el 4-2-3-1 y buscando armar el equipo de atrás para adelante. Franco Armani; Milton Casco, Robert Rojas, Paulo Díaz y Enzo Díaz; por delante de ellos, el doble 5 que más entendimiento y resultados le dio al DT: Enzo Pérez y Rodrigo Aliendro; más adelantados, Pablo Solari, Nacho Fernández y Agustín Palavecino; y Borja como la principal referencia de ataque.
De los habituales titulares, no estuvieron desde el arranque Leandro González Pirez, Emanuel Mammana, Esequiel Barco y Lucas Beltrán, además de Nicolás De la Cruz, que se quedó afuera de los concentrados (nuevamente) por problemas físicos. El mediocampista uruguayo es, desde las condiciones técnicas, tácticas y físicas, uno de los tres mejores futbolistas del plantel (los otros dos, Enzo Pérez y Nacho Fernández), pero hace tiempo que pudo contar poco con él.
Hubo una cuestión que Demichelis tuvo en cuenta también pensando en el futuro inmediato: como está con molestias Mammana y expulsado González Pirez, la última línea que probó, junto con el doble 5, fueron pensando también en el choque clave del jueves ante Sporting Cristal, en Perú, por la Libertadores.
Pero si el foco estaba en la defensa, así como enseguida se desahogó por el gol rápido, también se preocupó porque Platense, en su primera chance de riesgo, le igualó. Dos errores de Armani hicieron sonar las alarmas: primero, el arquero salió mal desde el fondo y una presión de Valdivia generó el tiro de esquina. Y de ese córner de Baldasarra, el arquero amagó con salir y se quedó a mitad de camino: ni llegó a cortar y también quedó lejos de los palos. El cabezazo de Ronaldo Martínez se metió cruzado.
Lo mejor del partido
No es la primera vez que River sufre el juego aéreo en pelotas paradas, aunque tampoco se puede decir que lo padece demasiado. Lo vulneraron por esa vía The Strongest y Sporting Cristal, por la Libertadores. Y pensando en el certamen internacional, donde los juegos se hacen más físicos y de fricción, es un tema a atender. La defensa de este domingo se mostró particularmente baja, con un promedio de 1m75 contando las alturas de Casco (1m70), Rojas (1m77), Paulo Díaz (1m80) y Enzo Díaz (1m75).
Es cierto que no sólo depende de ellos en los córners, también cuentan con la colaboración de Nacho Fernández (1m82), el propio Aliendro (que, como Enzo Pérez (1m77) no es muy alto, 1m78, pero cabecean bien) y Borja (1m82), que suele ir libre al balón. Pero la defensa “zonal”, más pendiente de la cobertura de espacios que de tomar a los cabeceadores controlados uno por uno, puede dar ventajas a los rivales.
Lo curioso fue que River, pese a tener una posesión del 73% de la pelota, le costó generar situaciones claras en el primer tiempo. Tuvo algunas en ese comienzo impulsivo, pero en la zona media, donde suele destacarse la técnica individual millonaria y las combinaciones con triangulaciones y ataques al espacio, fue más testigo de los pelotazos que del juego corto.
En la segunda etapa, ingresó Matías Suárez en lugar de Enzo Pérez. Un cambio fuerte de Demichelis. Fiel a su estilo, ataca la presiones. Aliendro y Palavecino como doble 5, Solari, Nacho Fernández y Suárez por delante; y Borja de 9. Si bien estuvo engripado en la semana Enzo Pérez, si el DT hubiera querido mantener las características, lo habría puesto a Matías Kranevitter (ingresó más tarde). Pero mandó un mensaje sumando un delantero y, luego del 2-1, contó con más chances claras, como la que sacó Morgantini en la línea cuando era gol de Suárez.
A los 9 minutos del segundo tiempo, cuando mejor estaba Platense, apareció la jugada colectiva digna del River de Demichelis que destrabó el partido, finalizada con un centro desde la derecha y con cuatro posibles receptores dentro del área: la apertura fue de Borja, el centro de Solari (segunda asistencia del día) y el toque a la red de Nacho Fernández.
Al final quedó tiempo para la vuelta de Matías Kranevitter (ingresó por Palavecino). Siempre se juega mejor al fútbol con un 5 natural, de oficio. Lesionado todavía Bruno Zuculini y administrando las energías de Enzo Pérez, quizás el regreso de Kranevitter sea la mejor noticia para un River que no suele dar garantías defensivas. Por encima del éxito ante Platense.