River arrasa: por qué les sacó tanta ventaja a los grandes y la diferencia de los US$ 20 millones con Boca
El Millonario marcha cómodo en la cima; las variantes de Demichelis, el empuje de Insua y los problemas de Almirón, Gago y Zielinski
Puso una cara cómplice y respondió: “Estaba viendo el segundo tiempo de River (durante el triunfo 3-0 sobre Gimnasia del jueves) y entró Borja. River lo compró en 8 millones de dólares si no me equivoco. Y estaba en el banco...”. Y en diálogo con TNT Sports agregó: “Los candidatos naturales son los que tienen más presupuesto: River, Boca y Racing” y agregó en un segundo pelotón (del que forma parte San Lorenzo) a “Argentinos tiene un gran equipo; Defensa y Justicia y Talleres también. Vélez contrató un cuerpo técnico de prestigio a nivel mundial. Estudiantes también”.
La realidad del fútbol argentino ya no sólo abrió una brecha importante entre los equipos grandes con los de menos recursos (la frase de Insua fue dicha el 14 de abril), sino también entre los propios “entre comillas” históricamente poderosos. Si se observa la tabla de posiciones, River está primero con 37 puntos, el segundo es el Ciclón a 8 puntos de distancia (29); Boca y Racing están 14° y 15° respectivamente, ambos con 18 unidades y casi al fondo está Independiente, con 14 puntos, en el puesto 25 de 28 equipos.
River encontró en Martín Demichelis una forma de emprender la transición de Gallardo poco traumática; Jorge Almirón está haciendo lo que puede contrarreloj para reencauzar a Boca; Rubén Insua da pelea pero el salto de calidad no resulta sencillo con bajos recursos y más luego de empezar con la doble competencia (Copa Sudamericana); Racing se aferra a la Copa Libertadores en el peor momento del ciclo de Fernando Gago, cuando el DT recibe más cuestionamientos, e Independiente está sumergido en otra urgencia: el pago de las deudas para poder lograr incorporar en junio y que Ricardo Zielinski tenga un equipo más competitivo para salir de los últimos puestos.
River invirtió en los últimos mercados y tuvo caja gracias a las ventas de Julián Álvarez y Enzo Fernández y, entre otras cosas, ahí también estuvo la diferencia en el último superclásico. El Millonario fue superior de principio a fin en el Monumental y se impuso merecidamente, aunque su poderío también se notó en la conformación de los bancos de suplentes.
Demichelis hizo ingresar a Robert Rojas, Agustín Palavecino, Matías Suárez, Santiago Solari y Miguel Borja. Almirón miró a los suplentes para intentar revertir el dominio territorial adversario y dispuso que entren Agustín Sandez, Esteban Rolón, Equi Fernández y Miguel Merentiel. Y la acción del final llegó con un penal sobre Solari y quien lo convirtió fue... Borja. Las cotizaciones entre un banco y otro, tomando como referencia las valoraciones del sitio Transfermarkt, fueron de una diferencia de 20.334.000 dólares.
Mientras los once integrantes del banco millonario reunían una cotización de US$ 39.000.000, los de Boca sumaban US$ 18.666.000. Demichelis tenía a Ezequiel Centurión (818.000), Jonatan Maidana (136.000), Elías Gómez (1.637.000), Robert Rojas (4.366.000), Marcelo Herrera (2.510.000), Matías Kranevitter (3.274.000), Agustín Palavecino (4.366.000), Santiago Simón (6.000.000), Pablo Solari (6.549.000), Miguel Borja (5.457.000) y Salomón Rondón (2.183.000).
Almirón contaba con Javier García (1.000.000), Marcelo Weigandt (1.637.000), Agustín Sandez (1.091.000), Lautaro Di Lollo (272.000), Nahuel Genez (327.480), Diego González (163.000), Esteban Rolón (491.213), Equi Fernández (5.457.000), Oscar Romero (3.820.550), Norberto Briasco (750.000), Nicolás Orsini (700.000) y Miguel Merentiel (2.500.000). Vale aclarar que estuvo muy condicionado por las lesiones de Benedetto, Juan Ramírez, Fabra, Bruno Valdez, Luca Langoni y Exequiel Zeballos. Marcos Rojo también arrastra una lesión hace meses, pero lo cierto es que –salvo el central zurdo, Langoni, Zeballos y el 9– los demás estuvieron más veces en el debe que en el haber desde sus rendimientos.
“Hoy conocí un poquito a todos. Estoy entusiasmado, veo una gran disposición, veo grandes jugadores y de a poquito vamos a tratar de armar un gran equipo. El hincha espera que esto mejore y ya a partir del miércoles el equipo tiene que ir demostrando. Ya entramos con una energía nueva hoy y eso se veía en los jugadores. Son todas finales”, decía Almirón hace un mes, cuando le tocaba asumir a dos días del clásico con San Lorenzo. El DT lo sabía, pero le tocó agarrar un fierro caliente justo con tres clásicos en los primeros partidos –San Lorenzo, Racing y River– y también con la urgencia de empezar a ganar en la Libertadores.
Almirón consiguió algunas mejoras con respecto a lo que se veía en los ciclos de Sebastián Battaglia y Hugo Ibarra, pero le tocó comenzar en un contexto mucho más complejo. Lo que está claro es que al DT no le gusta lo que ve. Por eso se lo observa gesticular constantemente, caminar de un lado para el otro, dar indicaciones con inconformismo para corregir aspectos tácticos durante los desarrollos. Y por eso tampoco es casualidad que se haya ido expulsado en dos de los 7 partidos que lleva dirigidos, entre la liga local y el certamen internacional.
Fernando Gago es otro que da pelea en Racing con argumentos (luego el hincha podrá coincidir o no con el entrenador). Como Almirón, sufrió ventas claves (Enzo Copetti y Carlos Alcaraz) y también lesiones que lo condicionaron, como Aníbal Moreno y Matías Rojas, pero explica las decisiones que va tomando y trata de corregir el rumbo.
Tras la derrota por 3 a 1 en La Plata, en la conferencia de prensa algunos periodistas cuestionaron al técnico por el flojo rendimiento de los habituales relevos. “Banco cien por ciento a estos jugadores aunque algunos quieran instalar que no tienen nivel para jugar en Racing. Recontra tienen nivel”, fue la respuesta del entrenador. En estos últimos seis partidos la Academia sacó apenas un punto de 18 y le convirtieron 16 goles. Y agregó luego de la caída ante Talleres por 4-2, en Avellaneda: “Entiendo que se ponga en duda mi continuidad como técnico porque esto es ganar o perder. Lo entiendo y sé que es así. Pero yo estoy tranquilo. Confío plenamente en este grupo”.
A Zielinski le tocó asumir con las urgencias de Almirón. Dirigió un par de entrenamientos y tuvo que debutar nada menos que ante Racing. “Me parece que Independiente tiene un buen plantel; podemos mejorarlo. Espero incorporarme y conocer el club. Por ahí no está a la altura de Boca o River, pero podemos pelear por una copa internacional”, proyectó al asumir. Con River no pudo competir (más allá de la derrota 0-2), pero de a poco también va corrigiendo algunas cuestiones que muestran que el Rojo, con Zielinski está mejor que con Monzón y Stillitano.
Pero las diferencias están, y muchas parecen insalvables en el corto plazo y aunque el torneo sea largo: Independiente lucha no sólo para poder incorporar sino para habilitar a los chicos que pretende fichar en las inferiores, como dijo Pepé Santoro el día del anuncio de la colecta organizada por Santiago Maratea. Este viernes, en la previa del partido con Tigre, Zielinski dijo: “No hay milagros en el fútbol, todo es consecuencia del trabajo. Hasta el último día que estemos acá vamos a buscar mejorar al equipo”.
Demichelis repite lo mismo que cuando River estaba en la cima con 27 o 33 puntos: “Nadie salió campeón con 37 puntos. Las estadísticas están ahí, quedarán en los libros y en los archivos. A nosotros nos sirven los análisis para seguir corrigiendo. Me entero muy poco del exitismo o de lo que se pueda decir por redes sociales. Nosotros en River sabemos que tenemos mucho trabajo por delante”.
Insua está haciendo un gran trabajo en San Lorenzo, aunque habrá que ver si le alcanza para darle pelea a River hasta el final en la Liga Profesional. El resto tiene por delante tantos problemas que se les dificulta proyectar más allá del próximo partido. El poder adquisitivo no hace sólo la diferencia, pero es un punto de partida que ayuda bastante. Por eso (y porque también da la imagen de estar más ordenado internamente en todos los frentes), en el balance global, el Millonario saca mucha ventaja… incluso contra los demás “grandes”.